domingo, 11 de agosto de 2024

Luis Freire Sarria. Infarto en la cruz. Lima: Maquinaciones, 2022. 105 p.

 


 

Luis Freire Sarria. Infarto en la cruz. Lima: Maquinaciones, 2022. 105 p.

              Uno de los clásicos peruanos contemporáneo -no solo del fantástico- es Luis Freire Sarria (Lima, 1945). Con una estupenda y valiosa obra de ficción, que ha obtenido diversos premios y reconocimientos, Freire logra lo que pocos autores consiguen en su trabajo: un estilo propio. Tiene aún inéditas varias novelas que esperamos puedan ver la luz. Mientras tanto nos ocupamos de su penúltima novela Infarto en la cruz (2022) -hace pocos días acaba de lanzar El jaguar que flotaba sobre el mar (2024).

              En Infarto en la cruz, un hombre que simula ser Jesús durante la semana santa muere de un infarto -de ahí el título de la novela-, y el pueblo lo toma por santo. Esto degenera en un culto cuasi satánico entre la comunidad. Este punto de partida sirve a Freire para dar rienda suelta al delirio narrativo, desbordante en imágenes, olores, sensaciones. A un periodista cultural se le encarga la misión de cubrir el hecho y redactar la nota sobre este nuevo santo popular. En este punto, la novela adquiere matices similares a La vida de Brian (1979) de los Monty Pyhton, al centrarse en la vida apócrifa de un falso profeta. Algunos pasajes de la vida del personaje de Freire se intercalan con sus supuestos milagros.

Poco se ha escrito sobre Infarto en la cruz. Además de destacar el humor, Enrique Planas (2022) sostiene que a través de “[…]sus magníficas descripciones e irónicas visiones místicas, Freire da cuenta de las intimidades místicas del santo popular, en una divertidísima y lúcida exaltación de nuestra cultura criolla. Y como lo religioso siempre es político, sugiere cómo la fe, mediante sus rituales, mitologías y fetichismos, puede ser tanto instrumento de dominación como de cohesión social”. También Tanya Tynjälä (2024) destaca el fino trabajo del lenguaje y el carácter surreal de la novela.

Lo criollo tiene una aparición fantasmal, y el final de la novela tiene una clara impronta fantástica (se detallan 6 milagros que resultan tan reales por lo absurdo y poco convencionales), que deja al lector en la libertad para aceptar los hechos narrados como verídicos o negar la existencia de un mundo ultraterreno -aunque sea descabellado. En el notable poema bukowskiano “El genio de la multitud”, el poeta afirmaba: “Aquellos que hablan de Dios necesitan a Dios […]”. Quizás algo de esto haya en el imaginario freiriano: la necesidad de un auténtico milagro.

Elton Honores

Universidad Nacional Mayor de San Marcos

sábado, 10 de agosto de 2024

Rienzi Piero [Reyes Romero]. Astronomía Tayta. Lima: Casatomada, 2024. 220 p.

 


Rienzi Piero [Reyes Romero]. Astronomía Tayta. Lima: Casatomada, 2024. 220 p.

              Rienzi Piero (Lima, 1976) es escritor y artista plástico. En 2020 publicó El tejido del tiempo. La nota bibliográfica de la BNP informa que incluye “veinte relatos de brujos, árboles peregrinos y experiencias personales, explorando temas de amor, locura y búsqueda de sentido en la vida. El tejido del tiempo es un libro de viajes, de transformaciones sociales, políticas, tecnológicas y personales que impactan no solo en el protagonista de estos relatos, sino también en las convulsas vidas de quienes lo rodean. En el camino, se dibujan seres mágicos que tienden puentes entre la fantasía y la realidad, y entrelazan sus historias con las nuestras, cargando nuestras vidas de contradicciones y sinsentidos en los momentos más decisivos”. En 2021 publicó La jungla de la realidad, otro conjunto de relatos. Astronomía Tayta es su primera novela.

              El libro es original y ambicioso ya que se inscribe en una tradición narrativa lírica, poco explorada en la literatura peruana. Podemos señalar como lejanos antecedentes Aquí está el Anticristo (1957) de Alberto Hidalgo, con esa mezcla de distopía e imágenes visionarias de resonancia andina; o de El cuerpo de Giulia-no (1971) de Jorge Eduardo Eielson, que ofrecía por momentos visiones propias de la CF enmarcadas en un diálogo con el mundo prehispánico (cfr. Honores, Nación fantasma, 2024). Pero en realidad, no hay un modelo previo, salvo los relatos sobre visiones místicas producto del ayahuasca. De ahí el carácter -por momentos- lisérgico de la novela. Es por momentos relato maravilloso, relato de visión mística, y relato de CF, siempre de resonancia andina.

              La otra matriz es el cine. Es decir, para orientar al futuro lector de la novela, hay tres películas de CF con las que se puede establecer un diálogo posible. La primera sería Doctor Strange in the Multiverse of Madness (2022) de Raimi, sobre todo por la posibilidad de multiversos que se cruzan entre sí; Inception (2010) de Nolan, por la presencia del personaje de “Ariadne” que diseña mundos; y Star Wars (1977) de Lucas, por la presencia de múltiples razas en ese mundo posible (en el capítulo “La confederación cósmica” las alusiones son más claras). De modo adicional, se puede agregar Dark City (1998) de Proyas para el capítulo: “Soñando en el laberinto”.

              ¿Cuál es la historia de la novela? Astronomía Tayta es más una novela de atmósferas en el que el personaje central transita por diversos mundos -conectados entre sí- y las visiones que tiene sobre este viaje interdimensional o tránsito. El sustrato de este viaje es mítico o maravilloso y de CF, con diversas referencias a lo andino. Es a través de un uso “surreal” del lenguaje que consigue efectos de extrañamiento, ya que esos mundos no son fijos del todo, sino más bien inestables. El “efecto” fantástico se da por acumulación, por el uso de la hipérbole, por el carnaval (inversión de valores) y la mirada panteísta. Todo esto crea un efecto de sentir que se vive en una simulación, lo que no permite distinguir entre lo real de la ficción, y que existen portales a otros mundos. De algún modo es también el viaje de Dante en la Comedia.

El libro se divide en 24 secciones (o capítulos). Este viaje visionario se mantiene hasta la sección 19. A partir de la sección 20 (“La confederación cósmica”) se produce un giro más claro hacia la CF convencional, y luego, hacia un mundo más “realista”, sin dejar su componente místico.

En 2022, el escritor Anton Samplonius lanzó en Chuqe Chinchay, un breve manifiesto en el que propone seguir la hibridez de tradiciones andinas o nativas, como ruta para una CF peruana futura. La idea de una CF andina no es nueva, pero se está desarrollando. Al respecto, también el faraón Daniel Salvo (2018) afirmaba que “nuestra ubicación, idiosincracia y vivencias como ciudadanos andinos nos ponen en una posición envidiable: hay todo un universo por descubrir y difundir […]”. En ese sentido, Astronomía Tayta es también un híbrido que recoge mucho del imaginario andino-amazónico y CF para indagar sobre el lugar del ser humano en el cosmos y en relación con el tiempo. Quizás sea el momento para dejar de creer en la mentira del globalismo y de volver a las raíces de nuestra identidad e historia. Lo propuesto acá por Rienzi Piero puede ser uno de los caminos posibles.

 

Elton Honores

Universidad Nacional Mayor de San Marcos


 

viernes, 9 de agosto de 2024

Jorge Casilla. Bosque de arces. Lima: Maquinaciones, 2023. 103 p.

 


 

Jorge Casilla. Bosque de arces. Lima: Maquinaciones, 2023. 103 p.

              Jorge Casilla (Lima, 1982) es autor de El libro de los pájaros negros (2011), además de novelas juveniles Félinar (2019) y Debajo del ropero (2022). Ha sido finalista del Premio Copé de Cuento en 2016 y 2020. Bosque de arces supone un proyecto más ambicioso.

              ¿Qué es una tradición literaria? Esta noción artificial tiene dos vertientes. La primera consiste en seguir una línea estética dominante establecida -de manera implícita- por los lectores especializados -entiéndase, formados en literatura-. Asimismo, supone que el autor tiene una conciencia plena no solo del género sino de los autores que vienen detrás de él, lo que implica un continuum. En el caso peruano esta tradición literaria artificial implícita sería el canon del realismo (a secas) en recorte de lo fantástico, por ejemplo, o de otras tradiciones posibles o sus derivaciones, como el policial. La segunda posibilidad consiste en que el propio autor decida inscribirse en otra serie, ajena, foránea; es decir, que invente su propia tradición y genealogía. Este es el caso de Bosque de arces, ya que se inscribe en el japonismo. Esta operación tampoco es nueva (no crea algún ingenuo que el japonismo es exclusivo de los años 90 del siglo pasado, y de populares animes tipo Dragon Ball: productos japoneses circulaban ya desde la época de la dictadura militar velasquista de los 70 y se acentuó durante los años 80), ya que fue practicado desde el modernismo finisecular del s. XIX, en autores como Clemente Palma o José Antonio Román. Pero en el s. XXI, Casilla se une a voces generacionales disímiles como Enrique Planas (1970) o J.J. Maldonado (1990).

              El libro contiene tres secciones. Las dos primeras comprenden 9 relatos; y la última, 20 haikus. Si hay un elemento aglutinador, además de la escenografía e idiosincrasia oriental, es el bosque de arces al que se hace referencia constante en los textos -funciona como el “accidente” en Amores perros (2000) de González Iñarritu, que servía como punto en común para el cruce de las 3 historias. Además, las historias de los personajes continúan en otros relatos, en un ejercicio intertextual, al modo de estructura en Los inocentes de Reynoso.

              En “La melodía del silencio” el personaje central va perdiendo el sentido del oído, que viene acompañado de sus crisis matrimonial y posterior abandono. Se abordan temas como la noción de belleza captada por los sentidos y de la posibilidad de la experiencia amorosa sin contacto físico: aséptica. Así se explora otro aspecto: el amor no sexual. Tanto los millennials como la Generación Z han demostrado -según estudios- un declive en los impulsos sexuales, así que la condición “asexual” del personaje representa este “estado de ánimo” de los jóvenes del s. XXI, que ya no tienen como una de sus metas centrales formar una familia. De otro lado, al tocar temas como el fracaso matrimonial a partir de la separación y la posterior sensación de soledad, Casilla trata temas adultos en apariencia, porque en realidad, sus personajes se mueven más por impulsos “irracionales” (sin la madurez que se supone el ser humano adquiere con la adultez).

“La tristeza en el agua” aborda la infelicidad en la pareja, en la que la unión se produce -desde el histerismo del personaje femenino- en el miedo del personaje masculino a permanecer solo. En el final propuesto, ambos están condenados a soportarse porque no tienen más remedio que hacerlo: tienen toda una vida juntos. Nuevamente, la idea del fracaso de la unión de los amantes.

“La gatita Sashimi” es un cuento alegórico con tintes maravillosos, en el que el personaje sufre una metamorfosis gracias a la cual, puede ser feliz con una nueva pareja: una gata. Si ya en los relatos anteriores, el autor había mostrado la infelicidad de la unión, acá le la un giro: solo hay posibilidad de ser feliz en el plano de la fantasía.

“El mundo sin mí” es una historia de un triangulo amoroso. La mujer separada divorciada inicia una nueva relación, y el personaje central (el nuevo amante) aún no tiene la claridad para saber cuál es su lugar (en el relato anterior se debía darle muerte al antiguo marido de la gata para tener un lugar en los afectos).

“Historia de dos saltamontes”, es otro relato maravilloso en el que una pareja de amantes, tras sus impulsos radicales (absurdo abandono de la pareja y suicidio, muerte de ambos), finalmente se reencuentran en otro plano de realidad: nuevamente, la felicidad es imposible en el mundo terrestre, para eso sirve la fantasía.

La resignación y el patetismo ante la enfermedad se dan cita en “Nubes rojas y anaranjadas”. “Primer diario de Sakura” narra la historia de tres generaciones de mujeres unidas por la soledad, en el que la felicidad es siempre un recuerdo. Los dos últimos relatos, "Antes de besar manzanas" y “Sakura en primavera” narran amores lésbicos juveniles. En este último la idea es que no hay límites para el amor verdadero, ya que este se puede encontrar incluso en una persona del mismo género. Esta es una clara idea woke, muy en sintonía con las agendas “progres”.

Luis Miguel Cangalaya (2023) sostiene que el libro ofrece “distintos escenarios que siguen la línea del amor (o del desamor), con un manejo del lenguaje que se desenvuelve de manera grata” y que son homenajes a autores como Tanizaki, Soseki o Dazai.

Se debe reconocer el riesgo de Casilla en asumir inscribirse en otra tradición, lo que reafirma la libertad creativa que todo autor debe poseer. Asimismo, destaca el nivel alegórico y simbólico de sus relatos, y la insistencia en lo sensorial y la contemplación como formas de comprender y aprehender el mundo. Casilla ofrece una mirada trágica (¿realista?) de la vida humana y de su vida afectiva, condenada al fracaso (en el plano terrestre), cuya felicidad es solo posible en la fantasía, en el recuerdo. Personajes solitarios que se resignan, que asumen la vida de modo pasivo. No esperen necesariamente un “happy end”. Quizás el mensaje sea este: a pesar de la adultez siempre somos vulnerables e indefensos ante el desamor.

Elton Honores

Universidad Nacional Mayor de San Marcos