domingo, 31 de octubre de 2010

ELTON HONORES & GONZALO PORTALS. LOS QUE MORAN EN LAS SOMBRAS. ASEDIOS AL VAMPIRO EN LA NARRATIVA PERUANA. LIMA: EL LAMPARERO ALUCINADO, 2010.



ELTON HONORES & GONZALO PORTALS.
LOS QUE MORAN EN LAS SOMBRAS. ASEDIOS AL VAMPIRO EN LA NARRATIVA PERUANA.
LIMA: EL LAMPARERO ALUCINADO, 2010.



Los que moran en las sombras

Introducción


Elton Honores Vásquez


¿Existen los vampiros ? ¿Por qué resultan tan reales y sobre todo fascinantes a inicios del siglo XXI? Me atrevo a pensar que el vampiro, no es solo una expresión radical del monstruo, de los deseos ocultos y pulsiones sexuales, sino que como toda metáfora de la realidad, funciona como un cuerpo vacío. Me explico. Quizás sea el vampiro el monstruo que a lo largo de la literatura y cultura popular se haya resemantizado con mejor éxito, pudiendo esconder distintos tipos de discursos: desde el de la alteridad (el otro); el extraño social, el ilegítimo y marginado, aquél que es diferente y resulta siendo excéntrico; pasando por la encarnación de las pulsiones sexuales (el goce) y que a su vez dialoga con las represiones sociales (lo prohibido); el agente transgresor por excelencia (que esconde su deseo de inmortalidad) que escapa del sepulcro y necesita alimentarse (paradójicamente) de un ente vivo (por medio de su sangre); la encarnación perfecta de aquel de detenta el poder (metáfora perfecta del dictador como en El General Bebevidas de Manuel Bedoya); la encarnación del mal (en sentido abstracto) y de la maldad humana (concreta); o el que simplemente se convierte en un explotador de lo ajeno, como en “Gyula” Carlos Calderón Fajardo ; incluso sirve perfectamente para graficar el miedo colectivo en un tiempo marcado por la angustia y el caos, acaso por los desastres de las dos guerras mundiales o incluso por una violencia contemporánea que parece expandirse más. Entonces la metáfora del vampiro es real . La explotación del hombre sobre el hombre se sigue dando: es imposible negarlo. El vampiro es entonces un cuerpo vacío, el cual es llenado de sentido. Y el deseo y la materialidad del cuerpo, a pesar de la tecnología, aún existe.

(...)