José Güich Rodríguez, Carlos López Degregori [y]
Alejandro Susti Gonzales. Del otro lado del espejo. La narrativa fantástica
peruana. Lima: Universidad de Lima, 2016. 299 p.
Del otro lado del espejo. La narrativa
fantástica peruana,
cuya autoría corresponde a José Güich, Carlos López Degregori y Alejandro
Susti, es un estudio panorámico compuesto por diversos ensayos independientes
que otorgan al lector una idea clara de la tradición fantástica local. El libro
está dividido en tres partes: “Modernismo y Vanguardia” (Clemente Palma, César
Vallejo, Abraham Valdelomar); “Cuatro autores de los cincuenta” (José Durand,
Julio Ramón Ribeyro, Luis Loayza y Manuel Mejía Valera); “De los sesenta a los
noventa” (José B. Adolph, Rodolfo Hinostroza, Harry Belevan, Carlos Calderón
Fajardo y Enrique Prochazka). Este libro aparece en uno de los mejores momentos
para los que siguen y estudian esta tradición, ahora quizás ya no tan marginal,
sino más bien, menos marginal. En unos meses se anuncia también la edición del
trabajo de Audrey Louyer titulado: Arbre,
passages et constellation : approches de l'expression fantastique au Pérou
(1960-2014) -Árbol, pasajes y
constelación: enfoques de la expresión fantástica en Perú (1960-2014)- que
ampliará y completará el panorama a la producción del siglo XXI.
Volviendo
a nuestro libro, los autores propuestos en el conformarían un “canon”
fantástico peruano del siglo XX, y no hay dudas tanto de la calidad como de la
validez de su inclusión en este trabajo tricéfalo. Como en la mejor tradición
clásica, este cancerbero es una digna amenaza al status quo literario. Sin duda, destaca el rescate de dos autores
del 50s como Mejía Valera y Durand, a quienes se debe reeditar con urgencia,
pues corren el riesgo de ser meros entes fantasmales e inasibles inventados por
los autores de este libro, ya que sus libros se publicaron en México hace ya
varios años y no existen ediciones locales de Desvariante, Un cuarto de
conversión o El testamento del rey
Midas, principalmente. Así mismo, la revaloración de la narrativa de César
Vallejo desde las coordenadas de lo fantástico, a-pa-le-a-do por los “Humbertos
Grieve” (los que solo idolatran su obra poética y rechazan radicalmente su
narrativa). En cuanto a la tercera parte, esta es la más sugerente, pues
establece una continuidad con esa gran eclosión fantástica de los años 50s y se
abre a nuevas perspectivas, horizontes, sensibilidades y que resultarán más
cercanos al lector del siglo XXI. Quizás lo que habría que decir es que cada
autor de este trabajo posee una sensibilidad que ha orientado a elegir
determinados textos, sacrificando otros más justos. La importancia del trabajo
es que permite diseñar un “canon” fantástico que permitirá futuras discusiones
sobre el mismo.
Hace
cerca de cuarenta años, el mainstream
literario tuvo la oportunidad de darle valor y legitimidad a la narrativa
fantástica peruana, a través de la aparición del extraordinario Escuchando tras la puerta (1975) de
Harry Belevan. Y no ocurrió así, porque en el prólogo de nuestro nobel Vargas
Llosa titulado “Harry Belevan o el robo perfecto” establece una serie de
prejuicios que se han venido repitiendo a lo largo de los años. Nociones como “extraterritorial”,
“extranjerizante” o “literatura parasitaria” solo revelan que detrás de las
palabras del nobel, hay un discurso de izquierda propio de esos años
revolucionarios que mira con desconfianza todo aquello que subvierta las formas
canónicas del realismo decimonónico. Qué distinto hubiese sido un prólogo
realmente consagratorio, quizás los prejuicios hacia lo fantástico habrían sido
mucho menores –sin embargo, esto sería ya entrar en una ucronía y no en la
historia real- por ello, la relevancia de este libro, que desde la
institucionalidad cobra revancha, absuelve y realiza un acto de desagravio a
todos los autores fantásticos, desde el propio Belevan, a autores como Adolph o
Calderón Fajardo; y muchos otros como Rivera Saavedra, Rivera Martínez…
Se
piensa lo fantástico en la crítica, desde coordenadas espaciales (centro/canon
vs. periferia/marginal o “realismo social” vs. “fantástico”). Si bien es cierto
que el ejercicio de lo fantástico no fue bien visto por los críticos del
periodo, en el fondo, esto aún ha variado muy poco. Y tampoco lo plenamente
fantástico es marginal, pues hay varios espacios intermedios en los mundos de
ficción (que permiten más bien “indefiniciones” de lo fantástico antes que su
ubicación precisa en esta modalidad discursiva), que no gozan del beneficio de
la “crítica”. Hay más marginalidad de lo que se piensa (es decir, los autores
seleccionados de Del otro lado del espejo,
son los menos marginales de un grupo de marginales compuesto por marginales de
la marginalidad estética). Y tampoco ser marginal es sinónimo de calidad.
Sobre
el título del libro: ¿Del otro lado de espejo? Tengo mis dudas de si lo
fantástico en Perú o Latinoamérica es como en el texto de Lewis Carroll, solo
un juego de espejos (que remite al reflejo invertido). Si lo fantástico es así
(mirar desde dentro del espejo hacia el exterior-la realidad) las connotaciones
marxianas de la literatura como “reflejo” son claras. Pero ¿se trata de un solo
espejo o de varios? La “metáfora” del espejo funciona como “mirar” la realidad,
siempre que no se deje de lado el factor ideológico. Por ejemplo, todos hemos
leído 1984 de Orwell y sabemos lo que
significa el Estado totalitario, pero ¿qué ocurre si el lector es un
neo-fascista del siglo XXI? ¿Rechazará ese orden o lo mirará con admiración? Lo
mismo ocurre con el autor, quien tampoco escapa a una perspectiva ideológica. Cada
quien puede titular el texto como le parezca más justo. Esto no es en modo
alguno una queja, sino más bien una defensa de la singularidad.
En
síntesis, Del otro lado del espejo continúa
con la exploración de esta tradición, a la vez que demanda ya una segunda
parte, una especie de lado B de los marginales, en el que se pueda incluir
alguna de las voces femeninas (como Sara María Larrabure o Pilar Dughi), lo
cual será una demanda para este trabajo. Del
otro lado del espejo es un libro importante y de referencia para la
historia y crítica literaria. Que este
libro sea un espejo hechicero, que no sea cubierto por ningún velo negro ni se
rompa jamás ni se pierda en las tinieblas del tiempo…
Elton Honores
Universidad Nacional Mayor de San Marcos