Hans Rothgiesser. Multiservicios
Peralta y La mecedora de la noche. Elige tu propio terror. Lima: MilDLab, 2025.
153 p.
Hans Rothgiesser (1975), nos presenta
su nuevo libro de literatura juvenil Multiservicios Peralta y La mecedora de
la noche, inspirado en series de “librojuegos” como Elige tu propia
aventura (Choose your Own Adventure, 1979-1998) o Multiaventura
(1986). El carácter lúdico e hiperactivo consiste en que es el propio lector el
que va modificando la historia de los personajes a partir de sus propias decisiones
de lectura. Es un proyecto raro para el corpus local cuya narrativa juvenil es más
lineal y no ofrece variantes (incluso saltos temporales al pasado o al futuro) en
cuanto a la historia en sí misma.
Quisiera recordar que el carácter lúdico
de la lectura se encuentra en el clásico de Julio Cortázar, Rayuela (1963),
que ofrecía básicamente dos lecturas, una lineal de principio a fin, y otra
según una numeración particular del “tablero de dirección”; Gianni Rodari en Cuentos
para jugar (1972) también hacía lo propio al ofrecer tres finales alternos
a cada historia; o el capítulo interactivo “Bandersnatch” (2018) de la serie Black
Mirror, en el que el espectador decidía cada secuencia.
La historia que se cuenta en la
novela de Rothgiesser trata sobre una empresa dedicada a ofrecer exorcismos
para combatir situaciones sobrenaturales. En la historia, un empleado recibe
una llamada solicitando uno de sus servicios. Ese es el punto de partida, a
partir de allí se pueden generar una serie de combinaciones, en el que el
personaje es más o menos activo, además de otras secuencias que permiten que la
acción avance. Es decir, el lector decide si atiende la llamada o de si decide
resolver él mismo el problema o no, si deja que otro haga el trabajo que no le
corresponde (de acuerdo al organigrama o funciones de sus empleados), etc. Hay
múltiples finales, en donde, grosso modo, o se controla la amenaza o esta
termina por aniquilar a los personajes. La principal amenaza es la mecedora que
ha sido poseída por una entidad en una casa.
Ahora bien, quisiera detenerme en
los posibles elementos alegóricos de la historia. ¿Por qué una mecedora con
vida propia sería tan “amenazante”? El objeto hace alusión a una vieja cumbia
de 1987 titulada como “La mecedora”, que se usó como cortina musical para
criticar el desastre económico del primer gobierno de Alan García Pérez
(1985-1990). Así que quizás, la amenaza real sea justamente la posibilidad de
un nuevo (anacrónico) gobierno populista en 2026, con varios candidatos que
enarbolan las banderas de la justicia social y del “progresismo” woke. Incluso el
fundador de esta singular empresa se llama Alfonso Peralta, cuyas
primeras sílabas coinciden con las del ex gobernante. Casualidad o no, la idea
de resolver la amenaza depende más de la agencia, de la pasividad o de los
intereses de quienes ofrecen el servicio que de la mecedora en sí misma. Es decir,
el terror aumenta según el grado de pasividad del lector (que guía las acciones
del personaje también pasivo).
Así, Multiservicios Peralta es signo
de la gran empresa burócrata de servicios -muy diferente al de bienes o
productos con un valor agregado. Es parecido a lo que acontece en Juan de
los muertos (2011), película cubana-española de Alejandro Brugués, en donde
la creatividad del latinoamericano aprovecha el estallido zombi, para ofrecer
los servicios de acabar con los monstruos bajo el eslogan de “Juan de los
muertos: matamos a sus seres queridos”. Es decir, ven en la crisis una
oportunidad de negocio, aunque en el fondo no resuelvan nada, sino que solo
sirve para el sustento del día a día. Acá ocurre algo similar: hay fantasmas,
entonces los exorcizan, lo que nos lleva a otra clave ochentera: The
Ghostbusters (1984) de Ivan Reitman. Pero Multiservicios Peralta es mucho
más formal que la empresa de Juan de los muertos: tiene una estructura, un
organigrama, y por lo tanto, su funcionalidad (su utilidad) depende más de sus “empleados”.
Así que más que una empresa informal se parece más a cómo (mal) funciona el
Estado. Los anexos ayudan a esta clave de lectura dado que se concluye que es
una empresa no rentable. Pero aún así se mantiene en funciones, como Petroperú,
la empresa fantasmal más grande del Estado.
Elton Honores
Universidad Nacional Mayor de San
Marcos
