miércoles, 16 de diciembre de 2015

Se vende marcianos. Muestra de relatos de ciencia ficción peruana. Lima. Altazor, 2015. 443 pp. Selección y prólogo de José Donayre.




Se vende marcianos. Muestra de relatos de ciencia ficción peruana. Lima. Altazor, 2015. 443 pp. Selección y prólogo de José Donayre.

 

            A diferencia de una antología (que supone cuentos paradigmáticos de un género o temática) una muestra es una suerte de “estado de la cuestión”, una fotografía de un momento de creación literaria de la narrativa peruana contemporánea. Se vende marcianos de José Donayre (Lima, 1966) cumple la función de comprobar, en este caso, el registro de CF practicado por una serie de autores locales, el interés por el género; a la vez que muestra tanto la madurez de algunos de sus exponentes, con un estilo personal, y otros aún en construcción de ese estilo. En este sentido el trabajo de recopilación y selección de Donayre es ejemplar.

            La temática del libro aborda básicamente dos ejes dominantes: a) los viajes espaciales y el encuentro con el otro alienígena (y su otra civilización) y b) la CF esotérica influenciada por autores como Erich von Däniken. De lo primero se desprende el énfasis racialista en muchos de los relatos, con influencia del cine norteamericano de los años 50s. En este caso la “raza distinta” sí es posible de verificación. De lo segundo, asistimos a la idea eurocéntrica de que las culturas prehispánicas no pudieron producir tecnología propia sino por medio de ayuda extraterrestre. Un elemento adicional eventual es la presencia de los poderes telepáticos de comunicación.

            El prólogo de Donayre, polémico, sin duda, da muestra del cambio del registro realista hacia lo fantástico que ha experimentado la narrativa peruana en los últimos años, apoyados tanto por el medio editorial independiente como por el ámbito académico. Afirma Donayre que: “La pretendida hegemonía del realismo no es otra cosa que una combinación de intereses políticos, desconocimiento de lo literario y manipulación del mercado por medio de las llamadas estrategias de marketing, sobre todo en estos tiempos, en los que hay menos lectores y más consumidores de libros (16).

            Los cuentos incluidos en Se vende marcianos cumple con los marcos generales de la CF. De ellos destacan los trabajos de Beto Benza, Lucho Freire, José Güich, Carlos Saldívar y Lucho Zúñiga. Ellos logran articular un registro personal, un estilo propio ya sea a través del humor (Freire), la experimentación (Zúñiga) o la rearticulación con la tradición (Benza, Güich, Saldívar). Otros están aún en la consolidación de su sello personal como Antoanette Alza, Jorge Ureta, Carlos Vera Scamarone y Luis T. Moy. A ellos se suman autores del género como José B. Adolph, Juan Rivera Saavedra, Adriana Alarco, Carlos Herrera, Tanya Tynjälä o Daniel Salvo. Hay que indicar que en algunos casos se trata de novelistas que incursionan en el cuento o de autores de lo fantástico que practican la CF, por lo que hay cierta irregularidad en el conjunto. De otro lado más de la mitad de los 32 antologados nacieron a partir de los años 70s lo cual puede ser un indicador generacional que se identifica con lo fantástico o en defecto no tiene prejuicios al abordar estos registros.

            Lo que sí llama la atención es el trabajo con el lenguaje. Aunque no es una obligación la experimentación formal en la CF, tratándose de la representación del futuro, quizás sí sea válido hacerlo –un ejemplo será Iris de Edmundo Paz Soldán-. Los que acercan a esta representación son Arbaiza y Zúñiga, con singulares resultados.

            De Donayre se esperan aún las antologías Arriba las manos (sobre el policial para el 2016) y Sexo al cubo (sobre el erotismo, en 2017). Este programa antológico múltiple ayudará a ampliar aún más el espectro de posibilidades literarias con las que cuentan los narradores peruanos del siglo XXI. Y sobre todo los lectores.

 

Elton Honores

Universidad Nacional Mayor de San Marcos