martes, 21 de agosto de 2012

Alberto Benza: A la luz de la luna / Señales de humo (2011- 2012)



Obra maestra ****
Muy buena ***
Buena**
Regular *

Alberto Benza. A la luz de la luna. Lima: Micrópolis, 2011. 122 pp.

A la luz de la luna (2011) es la opera prima de Alberto Benza (Lima, 1972) en donde se confunden los límites entre lo real y lo ilusorio, la razón y la locura. En las cinco secciones en que está dividido el libro se observa los conflictos sobre lo religioso y su imaginario (el infierno, el diablo), la dinámica en la relación entre padres e hijos, guiños al comic y la cultura de masas e incluso la presencia del terror y de la ciencia ficción. Destacan del libro las secciones “Escritos en el muro del sueño” (III) y “Fantasmas entre nosotros” (IV). Se trata de microrrelatos en donde el humor está presente al igual que los juegos de palabras. Es vital también la relación entre los títulos y las breves tramas que se narran. El carácter fragmentario permite establecer intertextualidades como por ejemplo “La cena” con un film de Rosa von Praunheim. A la luz de la luna es una opera prima altamente recomendable. Es un conjunto de estupendos microrrelatos que mantienen una relación lúdica constante con el lector.



Obra maestra ****
Muy buena ***
Buena**
Regular *

Alberto Benza. Señales de humo. Huancayo: Acerva, 2012.78 pp.

Señales de Humo (2012) de Alberto Benza supone un ejercicio estilìstico más extremo: reducir al mínimo la anécdota en beneficio de la polisemia. Reducir la palabra al mínimo para concentrarse en el clímax narrativo. En ocasiones lo consigue plenamente, en otras, casi. Textos hiperbreves -en algunos casos de apenas ocho palabras- que exige del autor la elección correcta de las palabras y del lector, el completar el sentido. El texto que abre el libro es sintomático: “Adán y Eva rieron juntos, entonces empezó todo” (11). Podemos desprender muchas ideas: la risa como generadora de felicidad humana, la idea del pecado que se abre en la vida de los seres humanos, la risa asociada al conocimiento sobre las cosas e incluso el inicio de lo que atisbamos como amor (una mirada negativa del amor, por cierto). Pero en muchas de estas microficciones encontramos entre líneas, el deseo de que Dios exista. La religión no solo es un campo fértil para la imaginación sino que se constituye un tópico fuerte del libro (Dios, el Infierno) y ciertos guiños a lo fantástico a través del terror, como en “Acecho” y “Sesión”, en donde Benza demuestra un mayor control sobre las presencias siniestras y que podría dar pie para una línea propia dentro de su producción.

Elton Honores
Universidad Nacional Mayor de San Marcos