Literatura fantástica y ciencia ficción en Perú e Hispanoamérica * Fantastic literature, fantasy, horror fiction, science fiction, cartoon, comic in Peru and Latin American
miércoles, 23 de mayo de 2012
Una visión de la Literatura Fantástica en el Perú. Entrevista a Elton Honores por Luis Quispe
Entrevista:
Una visión de la Literatura Fantástica en el Perú.
ELTON HONORES
La Otredad como insumo básico de la fantasía.
Se puede decir que la Literatura peruana, ha conseguido en Elton Honores, un diligente personaje que impulsa con ahínco todas las aristas de la Literatura en favor de su desarrollo. Pueden dar Fe de ello, todos los Coloquios Internacionales de Literatura, que ha venido organizando en estos últimos años en el Perú.
Elton Honores es investigador, crítico literario y profesor universitario. Quien gustosamente nos concedió (en exclusiva) una entrevista para el Diario Hora Cero.
¿Porque el “Coloquio Internacional de Literatura”, el cual usted está organizando hoy, tiene por nombre en esta oportunidad: “Construcciones de la Otredad”
La otredad, en el caso de lo fantástico, está circunscrito a la figura del monstruo. Este otro es aquel distinto al ser humano natural, que termina siendo reducido a lo otro, en este caso (una vez más insisto) al monstruo. Vamos a ver que en la Literatura lo monstruoso va a estar asociado frecuentemente a lo femenino.
¿Porque a lo femenino?
Eso habría que preguntárselo a los escritores. Lo que veo es que hay una reiteración de la presencia femenina en esta relación con lo monstruoso. Digamos que en la sociedad falocéntrica, la mujer termina siendo considerada como la otredad radical.
¿Qué es una Novela Negra y que es una Novela Fantástica?
La Novela Negra sobre todo es una narración en la que subyace una fuerte crítica social y que coincide con la novela policial en ciertos elementos como el enigma, el asesinato, la presencia del cadáver, que son fundamentales para establecer sus códigos. En la novela fantástica lo que hay es un quiebre de la noción de lo que es real y de la realidad.
En la presente década, ¿se puede hablar de un auge con relación a la Literatura Fantástica en el Perú?
Si creo que es posible hablar de un auge, por eso en mi intervención el día de ayer (en el Coloquio Internacional Construcciones de la Otredad) planteaba esto, que puede ser polémico, de establecer una “nueva ola” de lo fantástico en términos generales. Pero hay que considerar que todavía es una producción que está en exhumación. Lo que podríamos decir es que los estilos y registros discursivos de los narradores se están abriendo un poco más y van prestando un poco más de atención a estos géneros. Lo cual no quiere decir que no se encuentre antecedentes en épocas anteriores. Lo que ocurre es que ahora parece que coincide una mayor producción y una atención de la crítica.
¿Y cuál cree usted que sería la causa de ese fenómeno?
Es complicado, en un trabajo anterior planteo el panorama de la producción de la Literatura Fantástica en los últimos treinta años. Y ahí propongo una variable que va a influir de manera significativa: la cultura de masas. La cultura de masas se identifica con claridad a partir de los años ochentas en la narrativa peruana. Los escritores más contemporáneos tienen influencias mucho más disimiles, respecto de las décadas de los cincuenta, o incluso en década anteriores cuando no existía la televisión, ni tampoco lo virtual. Entonces habría que ver cómo lo virtual y cómo la imagen televisiva va afectando en la producción de discursos ficcionales.
Y a nivel mundial, ¿qué autores se pueden considerar como prolíficos en este arte de la creación de lo fantástico?
Digamos que la línea de influencia que predomina más en el caso peruano, es la línea de la literatura anglosajona y en especial, la norteamericana. Autores claves son Stephen King o Clive Barker.
¿Se puede escribir novela Fantástica en el Perú utilizando elementos de los mitos andinos, sin caer en derroteros de ridiculización, al modificar ciertas características ya posicionadas de los personajes?
Claro, hay un caso emblemático, el de Edgardo Rivera Martínez, en donde se conjuga por ejemplo el elemento andino con el elemento occidental, pero de una manera muy bien hecha. Pero casos así son realmente muy pocos, lo que vamos a encontrar sobre todo es una literatura de tipo más regional que recoge los mitos, las leyendas, las tradiciones. Pero que no, necesariamente quiere insertarse en esa propuesta estética. Pero evidentemente hay coincidencias.
Con respecto a la Literatura de Ciencia Ficción, ¿existe alguna inclinación de autores peruanos recientes, que se están dedicando a este género?
Sí, pero es una investigación en la que actualmente estoy trabajando y que todavía está en proceso… El caso de la Ciencia Ficción, evidentemente el hito es José B. Adolph, que es un escritor que ha tenido una larga tradición en ese género. Tiene también otros textos de carácter más psicológico, pero tiene buena parte, por lo menos en la década de los años setenta, varios libros en los cuales existe como elemento constitutivo la Ciencia Ficción.
¿Cree usted que el final de una novela necesariamente tiene que terminar con un desenlace feliz donde el protagonista culmine sus conflictos de manera airosa?
No, lo que pasa es lo siguiente, hay una forma tradicional de presentar lo fantástico, en el cual hay un orden que se desestabiliza por la irrupción de un evento, o de aquello que resulta imposible para nuestros códigos de realidad, pero luego hay un retorno al orden inicial. Digamos eso sucede en los relatos tradicionales clásicos o típicos, pero en la Literatura moderna esto ya no es necesariamente así, lo que hay es una inestabilidad, un caos, no hay un regreso al orden. En suma podemos decir, que en los textos más modernos, el mal es el que triunfa. Pero no entendamos mal en términos morales, ni tampoco en términos religiosos.
También sabemos que usted escribe y nos gustaría saber, ¿si está preparando algún libro?
Ahora estoy abocado a los estudios literarios, a la parte de la investigación, lo otro es algo subterráneo.
En: Diario Hora Cero. Lima, Año 02, Nº57, Mayo de 2012.