Inventario inicial (Lecturas del 2025)
Hace quince años, el 31 de enero
del año 2010 se inauguró este blog. Hasta el 2016 hice recuentos anuales, pero
me di cuenta que dar cuenta de toda la producción narrativa peruana (con
énfasis en lo fantástico y afines) de un solo año era una labor titánica e
imposible: no se puede leer todo lo editado. Las razones son múltiples, no solo
materiales (agenciarse del texto), sino del tiempo de lectura y escritura (cuando
no es una actividad central, sino residual al trabajo). Además, la producción
estaba en auge y en estos casi diez años se han seguido publicando con bastante
profusión, más aún la emergencia de nuevas editoriales independientes. Una sola
persona no puede leer toda la producción anual, menos aún, en sus diversos géneros
y registros, locales y extranjeros. Sería absurdo e inverosímil.
Los actuales balances del año son
siempre parciales (y subjetivos, está más que claro), pero ¿Qué pasa cuando
solo se le da cabida a la producción de las transnacionales? ¿Qué ocurre con el
“ecosistema” del libro, o con el libro independiente, o con los autores
regionales? Es claro que la cabida a las transnacionales, grosso modo,
ocupa casi un 90% del espacio en los medios periodísticos canónicos. Aunque tampoco
es definitorio en el aumento de ventas o la masividad de un título, funciona
más para el ego del propio autor, sobre todo si la crítica es buena.
Los lectores más pasivos han
delegado la labor de dar méritos o deméritos a los críticos (independientemente
de si estudiaron o no literatura, como se polemizó por allí hace poco: basta
con saber leer y ponerse serio, fruncir el ceño, dicen). Pero aún con la democratización
de otros espacios, como los añejos blogs, y actualmente los booktubers,
tiktokeros e instagrameros, el panorama parece no haber cambiado demasiado, al
menos en el imaginario de los que sobre todo, consumen literatura “seria”.
¿Ese 90% de cobertura responde más
a los gustos propios de los responsables de las secciones correspondientes o de
las líneas editoriales que vienen desde instancias superiores a la propia
sección? Es casi seguro que sea más lo segundo. Son empresas privadas que se rigen
por sus propios criterios, no tendrían porqué dar cuenta a los lectores de sus
razones, pero el lector debería de informarse un poco más de este problema de distribución,
circulación y consumo.
En cuanto al nombre de “balance”,
si bien este proviene más del campo contable que muestra el patrimonio, habría
que aclarar que este “balance” no es total sino parcial, es decir, será siempre
incompleto. Hay una herencia de Luis Alberto Sánchez en el uso del nombre,
cuando tituló a uno de sus trabajos Balance y liquidación del 900, publicado
en Chile por la editorial Ercilla en 1940. Más terrible sería hoy usar el término
“Proceso” (como juicio acusador) como lo hizo Mariátegui en 1928 siguiendo el ámbito
del Derecho. Para no salirnos del espíritu contable prefiero optar por el de
Inventario inicial, entendiendo que es solo una parte de la totalidad y que no
es definitoria del 100% del patrimonio literario actual, porque simplemente es difícil
de contabilizar. Además, “inventario” tiene raíces con el verbo “inventar”, mucho
más cercano a la ficción, a la imaginación y lo lúdico.
Dado que no hay reglas para hacer
los balances (la general es que sean publicaciones del año 2025), las secciones
que se ofrecen acá se restringen a narrativa peruana (cuento y novela),
enfatizando la producción fantástica -aunque tampoco será a rajatabla-. Se diferencian
tres secciones centrales: a) rescates (desde reediciones o lectura de libros
publicados antes del 2025); b) operas primas (nuevos autores); c) la propia producción
sensu sticto del 2025; y d) libros de interés destacados en otros balances,
pendientes de lectura (con referencia a los publicados por José Carlos Yrigoyen
en El Comercio, Gabriel Ruiz-Ortega en La República, “El vicio
impune de leer” de Jorge Moreno Matos; y el reciente post en redes de Ricardo
Ayllón). Salvo el punto d, todas (o casi todas) ya han sido comentadas en otros
post del blog, o están ya en camino.
a) Rescates y reediciones
Si hubiera realmente una industria
editorial hace buen tiempo tanto Atrapados en el bosque (Altazor, 2017)
de César Sánchez Torrealva como Necrópolis (Altazor, 2015) de Daniel Collazos
serían best sellers, al menos en Lima. Ambos libros muy bien escritos que
usan la cultura de masas de modo inteligente, con referencias a Stephen King al
noir, con gran solvencia y que generan interés en el lector.
En 2024 se publicaron libros
notables leídos durante el 2025 como Esotéricos registros (Maquinaciones,
2024) que se inserta en la narrativa weird; libros con elementos
fantásticos como Mostros (Maquinaciones, 2024) de José Vadillo, y la
maestría en el relato breve de Sarko Medina Hinojosa en Alasitas (Arequipa:
Aletheya, 2024). También destacan las novelas Ángel de la guarda
(ACUEDI, 2024) de Miguel Ángel Vallejo Sameshima, de cuño realista sobre la
violencia urbana; y Somnifobia (Revuelta, 2024) de Mauricio R. Ganoza,
con un juego entre lo real y lo onírico.
2025 fue también año de reediciones
de clásicos como Año sabático (Maquinaciones, 2025) de José Güich, La
fabulosa máquina del sueño (Luca Pacioli Presenta, 2025) de José Donayre, y
Para tenerlos bajo llave (Pandemonium, 2025) de Carlos Carrillo. Los libros
de Güich y Donayre se reeditaron a propósito de los 25 años de su publicación,
mientras que el de Carrillo, cumplía los 30. Todos estos fueron sus opera
primas, Güich y Donayre dentro de los códigos de la ciencia ficción y Carrillo,
dentro del gótico urbano y el horror, y mantienen la potencia y superan el paso
del tiempo, convertidos en clásicos de culto.
b) Operas primas
En el campo de la ciencia ficción y
fantasía destaca Diego Alexander Alvarado Pacheco, con El regreso
de los cinco. Cuentos sobre realidades virtuales, IA y ciborgs (Trotamundos,
2025), Pablo Alberto Torres Villavicencio. El último planeta. Cuentos de
fantasía y ciencia ficción (Ornitorrinco, 2025) y Etelvina Q. Aranda con
Anécdotas del viento (Speedwagon, 2025). En la ficción realista, Sofía
Nación con Dos tazas de café y una pizca de amor (Huánuco: Condorpasa,
2025), con ese toque de melodrama, y Carlos Esquivel Roca con El bar de las
almas perdidas (Maquinaciones, 2025), mezcla de fantasía urbana y tono
confesional.
c) 2025
Samuel Guillermo. El último viaje
de la medianoche. Huánuco: Condorpasa, 2025
Antony Llanos. Avernia. Travesía
por el mar de tormentas y tridentes. Lima: gato viejo, 2025
Hans Rothgiesser. Multiservicios
Peralta y La mecedora de la noche. Elige tu propio terror. Lima: MilDLab, 2025
Jeremy Torres-Montero. El lugar de
donde la nieve no se va. Lima: Speedwagon, 2025
Poldark Mego (comp.). Futura. Muestra
de cuentos de ciencia ficción amazónica. Lima: Torre de papel, 2025
Frank Torres. El plan siniestro.
Huánuco: Rocinante, 2025.
Alexis Iparraguirre (ed.). Nada
Humano sobrevive aquí. Antología de cuentos peruanos bajo la sombra de H. P.
Lovecraft. Lima: Academia antártica, 2025
Alfredo Freyre. El libro de Marte.
Lima: Maquinaciones, 2025
Jorge Casilla. El viajero onírico.
Lima: Colmena, 2025
J. J. Maldonado. E-mails con
Roberto Bolaño. Lima: Seix Barral, 2025
Raúl Quiroz. Oniros. Lima:
Maquinaciones, 2025
Antonio Gazís. Sociedad nocturna.
Lima: Maquinaciones, 2025
Franco Salcedo. Breve historia de
la física. Lima: Luca Pacioli Presenta, 2025
Salvador Luis. Tercer cofrecillo.
Lima: Casatomada, 2025
Dany Salvatierra. Criaturas virales.
Lima: Random House, 2025
Daniel Salvo. Sangre para los
dioses. Lima: Pandemónium, 2025
d) Otros libros de interés
Cultura Peruana de
Alejandro Neyra, Viendo tu vida derrumbarse desde una distancia segura de
Gianni Biffi, El vuelo de tu mirada (cuentos fantásticos) narrativa femenina
amazónica, antología de Melissa Mendieta, Cuerpos ajenos de Yasser
Zola, Ente de Daniel Collazos, Preludio a los delirios de un joven
pianista sin cabeza de Stuart Flores, Última salida de Palomino de
Diego Lazarte, Cantan al hablar de Zoila Vega, El viajero y el Aleph
de Iván Meza Vélez, Tierra de canes de Carlos Enrique Freyre, El arca
negra de Nicolás Mendiola, El hallazgo de Jorge Ramos Cabezas, El
verdugo de los indefensos de Carlos Rengifo, El secreto de la tumba
de Henry Zapata, La otra vida de Enrique Tamay, La nave fantasma.
Relatos de terror para coneros de Brandon Valle Espina, Minimosca de
Gustavo Faverón.
Elton Honores
Universidad Nacional Mayor de San Marcos
