VV.AA.
Tenebra. Muestra de cuentos peruanos de terror. Carlos Saldívar (Selección y
prólogo). Lima: Torre de papel, 2017. 174 p.
Esta muestra, cuyo título alude al clásico film Tenebre
(1982) de Darío Argento, ha sido realizada por Carlos Saldívar. Se puede
traducir como “tinieblas”. Es un conjunto de 16 textos, incluido uno del propio
antologador. Como fenómeno resulta interesante: nuevos autores transitan por la
literatura de terror, como producto es resultado es disparejo. La orientación
de los textos como de “terror” no se cumple a cabalidad. En su mayoría son
cuentos que bordean el horror y más aún lo grotesco (lo repulsivo, el asco), es
decir, bien pudo titularse cuentos de horror. La diferencia entre el terror y
el horror, a veces no es clara, pero sostenemos que el terror es psicológico,
sugerido, se crea una atmósfera, hay una amenaza latente; el horror en cambio
es el encuentro con lo real, con la cosa monstruosa; mientras que lo grotesco,
es una exacerbación de la materialidad del cuerpo y de lo físico (fluidos, órganos
internos) [cfr. La civilización del horror (2014) y La ciencia ficción en el
Perú (2017)]. En el libro domina más lo último antes que la elegancia del
terror.
Los modelos dominantes son Poe, King y Lovecraft. En el
caso de Poe, a partir de la narración en presente de una primera persona, sobre
hechos insólitos, inverosímiles del pasado, sobre los cuales hay que desconfiar
de la propia cordura del narrador; de King toman el elemento grotesco; de Lovecraft,
la presencia de dioses primordiales y antiguos cultos secretos. A ello se suma,
por momentos la influencia de la cultura de masas (tv, cine), como es frecuente
en los narradores jóvenes. Se añade el estigma sobre la figura femenina. La
portada es sintomática: una mujer loca (ubicada en un sanatorio abandonado) con
un cuchillo sobre una de sus manos y la mirada “oculta”. Las ventanas de fondo
en vertical que da sensación de inestabilidad.
Los textos que destacan son: “La de la idiota sonrisa” de
Carlos Carrillo, de estilo lovecraftniano que muestra el poder femenino y la
paradoja ética; “La chica de la encrucijada” de Marcia Morales, un cuento de
fantasmas con una vuelta de tuerca original; y “Reencuentro” de Julio Cevasco,
texto que se apoya en lo gótico y lo blasfemo y remite al sexo como una de las
series temáticas frecuentes en el terror. De modo adicional, se destaca un
cuento de temática zombi “Solo quiero un pedazo de carne” de Lenin Solano, por la
individualidad final del personaje que se transforma en zombi y devora a su
propia hija, hecho que disuelve la ética humana.
Elton Honores
Universidad Nacional
Mayor de San Marcos