Harry
Belevan. Escuchando tras la puerta. Lima: Animal de iniverno, 2015. 183 pp.
Quisiera empezar agradeciendo la invitación de Lucho
Zúñiga para presentar esta tarde histórica, luego de cuarenta años de espera, Escuchando tras la puerta de mi amigo y
maestro Harry Belevan. El mago Lucho Zúñiga y Animal de Invierno han llevado a
buen puerto la edición de este excelente libro de relatos fantásticos que es ya
un clásico contemporáneo. Celebro también estar acompañado de otro amigo
entrañable como lo es José Güich. Me he entusiasmado mucho con estas relecturas
y he escrito un texto bastante largo, que he recortado significativamente para
esta presentación*.
Que
Beatriz de Moura, editora de Tusquets, incluyera en el número 59 de su
colección “cuadernos ínfimos” a Escuchando
tras la puerta de Harry Belevan supuso integrarlo dentro de las
características de la serie: vanguardismo, texto refractario que se opone a las
tendencias literarias vigentes (incluso el propio “boom”) y ser parte de la
nueva narrativa latinoamericana. El tiraje fue de 2 000 ejemplares.
Solo
uno de los cuentos “Vindicación de los diccionarios” había sido publicado un
año antes en Palabra de escándalo,
antología de Julio Ortega; colección “Textos en el Aire”, en Tusquets, en la
Barcelona de 1974. Como señala Ortega (2012): “La historia de Tusquets también
me pertenece, como lector puntual, y hasta como contribuidor ocasional”. Fueron
entonces Vargas Llosa y Ortega son los que apoyaron la publicación en la
editorial barcelonesa. Algunos otros fueron leídos previamente por escritores
como Julio Cortázar, Alfredo Bryce Echenique, Julio Ramón Ribeyro, Augusto
Tamayo Vargas, Carlos Barral y José Donoso (BELEVAN 2015). Es decir, Belevan se
inicia formalmente como autor en 1975, pero estos cuentos fueron
escritos entre 1968 y 1975. Si tenemos en cuenta que en 1969 se publica La nueva novela hispanoamericana de
Carlos Fuentes y solo en 1972, Historia
personal del boom de Donoso, es lícito situar a Belevan dentro de este
fenómeno, y en particular, del posboom
latinoamericano.
El
libro tuvo algunos problemas, tanto a nivel físico (dificultad de conseguir
ejemplares en Lima) como de contenido (por sus rasgos posmodernos). En los años
70s se vivía una dictadura militar en el Perú, y había serias dificultades para
la importación de libros; por otro lado, cierto sector de la crítica
local–salvo excepciones notables- no sintieron empatía o no comprendieron el
proyecto de Harry, que se adelantaba a su tiempo y anunciaba algo nuevo.
El
paradigma de Escuchando tras la puerta
es posmoderno. Belevan niega el proyecto de la “novela total” y opone su revés:
la fragmentación. Se opone al registro realista mimético verosímil decimonónico
mediante el registro de expresión fantástica; al lenguaje como transmisor de la
realidad opone un lenguaje que construye otra realidad (la llamada tercera
realidad del prólogo vargasllosiano). A ello se suma el humor, la parodia, la
presencia de lo que hoy se conoce como lo metarreal y la fantasía. E incluso
puede entenderse como su proyecto como una versión culta de lo que se denomina fanfiction. La idea de escritores que reescriben,
aumentan, corrigen o continúan la historia de otros es tan antigua (para citar:
solo El Quijote de Avellaneda) que se
prolonga hasta el siglo XX, con quizás la más grande mitología creada: Los
mitos de Cthulhu de H. P. Lovecraft, por su círculo de amistades. Belevan
propone una escritura global, una escritura en la cual ya no son necesarios los
referentes inmediatos porque estos son “universales” (palabra que sé, detesta).
Y si es “universal” quizás por lógica sea también popular. Entonces las
reescrituras de Belevan apuntan a una masa ideal que conozcan a Borges y
compañía. Parafraseando al maestro Juan Rivera Saavedra: que el lector no
conozca a Borges no es un problema que deba resolver el escritor, sino el
Estado mediante mejores programas culturales. Entonces, en potencia, la obra de
Belevan no necesariamente se dirige a los iniciados o a una élite sino a todos
los lectores.
Propongo
hacer un ejercicio imaginario: al reescribir yo “La otra cara de la moneda” de
Harry (cuento que como recordarán continúa la narración de La metamorfosis de Kafka) y plantear una continuación de la
historia de Belevan –si esto es posible-, ya no aludo tanto a Kafka sino más
bien al propio Belevan; entonces podemos concluir que Belevan sí es un autor
con un estilo aunque suene paradójico, su estilo consiste en no tener estilo o
tener el de todos, porque todos los escritores son Harry Belevan y a la vez
Harry Belevan es todos los escritores. Belevan se burla del estilo como algo
que singulariza a un autor, porque todo estilo es artificial, falso, impostado.
Insisto en que la clave de Belevan está en el estilo que
él entiende como un artificio, por lo tanto, un escritor puede ser a la vez
todos los escritores. Este ejercicio ya lo hizo otro marginado de la narrativa
peruana, José B. Adolph en una serie de textos paródicos publicados en la
prensa limeña en los años 70s, en el que imita el estilo de otros autores en
clave paródica. Su obra está pues “contaminada” de otros libros, de otras
referencias, lo cual se convierte en su propio estilo. La preocupación de
Belevan es tanto por las forma literaria (el estilo “contaminado”), como la
literatura entendida como algo que añade un saber a la realidad real (o primera)
da cuenta de una orientación social (no escapista, ni extranjerizante como se
desliza en el prólogo) y sobre todo humanista.
Escuchar tras la puerta, además de ser una mala costumbre
supone una distorsión del mensaje oído lo que supone volver a contar el mensaje
con otras palabras. Esto es parte de la poética de Belevan: distorsionar las
historias, volver a contarlas, hacerlas suyas, porque son historias universales
de la infamia, como la traición en “Las opciones de Judas”, los amores
imposibles en “La posibilidad de los milagros” o incluso la identidad en varios
otros, que si bien no es un problema para Harry, que como dijimos es un
cosmopolita desde que nació, quizás si lo sea para muchos otros.
Traigo
al presente a Harry que en 2007 prometió el libro Ficciones y otras mentiras (obra narrativa completa) a una
editorial universitaria, y que esperamos que no sea otra “mentira” más del
autor y que más bien se concrete algún día, ya sea en aquella o en otra
editorial, además como anteriormente hizo la promesa de publicar otras novelas,
como las aún inéditas: Cuando nieve en
Lima o Los amantes de la ventana (novela erótica), que tanta falta hace a
los lectores posmodernos e –intuyo- de erotismo elegante y cosmopolita o los Cuentos malhonestos de los años 70s.
Harry
tiene aún mucho que ofrecer a sus lectores. Nos sumerge en sus fantasías, que
son reflejos, movimientos circulares de una piedra en el agua que terminan por
diluirse en lo real (a estas alturas de mi presentación dudo de si Harry es
real y no un reflejo de otro Harry que escribe en Teremetere o un holograma de
un Harry de CF allá en el futuro desde donde escribe, pues como saben su novela
La piedra en el agua era
inclasificable para 1977 y solo varios años después se creó una teoría que dio
cuenta de estas propuestas narrativas de vanguardia). Leer a Harry es entrar en
otra dimensión, en un juego de espejos. Como señala Lucho Zuñiga, Harry, crea
“[…] su propio juego metaliterario, se aleja de un patrón y se identifica con
una desconfianza radical en el aparato de la realidad”. La realidad no existe,
la realidad es una construcción, la realidad es una ilusión y las ficciones se
vuelven reales, como este libro, como en esta tarde. El propio Harry se encarga
de darnos una anécdota sacada casi de su propio universo, pero real, cito: “una
vez en una librería de Miraflores, vi un libro mío ubicado en la sección de
autores extranjeros” (BELEVAN 1998: 87). Ese fue uno de los instantes en los
que Harry dejó de ser él mismo para ser otro y verse a sí mismo en una
dislocación infinita. Hoy Animal de Invierno corrige se error, esa omisión
histórica y por ello la reedición de Escuchando
tras la puerta es el acontecimiento más importante de este año para la
literatura fantástica peruana: el cuentista más joven del Perú, que presenta hoy, luego
de cuarenta años, su primer y extraordinario libro de cuentos.
* Texto leído en la
presentación del libro Escuchando tras la
puerta, el sábado 1 de agosto en la FIL.
Elton Honores
Universidad Nacional Mayor de
San Marcos