Literatura fantástica y ciencia ficción en Perú e Hispanoamérica * Fantastic literature, fantasy, horror fiction, science fiction, cartoon, comic in Peru and Latin American
miércoles, 12 de septiembre de 2012
Presentación de Microcuentos de William Guillén por José Hidalgo
Apuntes para la intervención del escritor José Hidalgo [1] en la presentación [2] del libro MICROCUENTOS[3], de William Guillén Padilla[4]. Lima, 29 de Abril de 2011.
Casa de la Literatura Peruana.
Señoras, señores.
Amigos todos, muy buenas noches:
En esta oportunidad, nos encontramos aquí reunidos en una noche de fiesta. De verdadera fiesta. Pues, nos encontramos reunidos para celebrar la llegada de un nuevo libro:
MICROCUENTOS de William Guillén Padilla, libro llamado a enriquecer la literatura peruana contemporánea.
Es una presentación en la que me honro en participar.
Y en la que me alegra llegar con mi cargamento de alegría y de los mejores deseos para un libro que –podríamos decir– abre trocha en un género poco cultivado entre nosotros:
El micro relato. O micro ficción, como también se le llama.
Cuento minúsculo. Cuento en miniatura. Cuentículo.
O mini cuento, cuento brevísimo, mini ficción.
Con todos estos nombres se le conoce.
Y también con el de hiper breve, ya que la característica principal de este género es la brevedad.
La brevedad, sí. Pero, con contenido completo.
Desde tiempos muy lejanos, en la narrativa oral y escrita la narración corta ha existido en muchas formas: como fábulas, cuentos, adivinanzas y hasta en epitafios.
Bastaría con entresacar las Parábolas de Jesús que hay en la Biblia para encontrarnos con que cada Parábola tiene una estructura completa y breve.
Sin embargo, el micro relato como género literario, con personalidad propia para ser cultivado, analizado y comentado, sí viene a ser una modalidad nueva.
Una modalidad con características múltiples, no obstante su poder de síntesis.
Pues, en esa apretada síntesis y de notable simplicidad, el abanico que nos ofrecen sus historias, requiere muchas veces que ellas necesiten ser leídas y releídas varias veces.
Y después de estas varias veces –al final– tener muchas interpretaciones, según el lector que se acerque a ellas.
Otra característica de estos cuentos concentrados al máximo, es que ellos obligan al lector a cambiar la perspectiva que en apariencia ellos le sugieren o insinúan. Y cambiar en su actitud decodificadora de lector.
Y en esto radica uno de los encantos de este género, que nos lleva –en nuestra condición de lectores– a encontrar soluciones de doble sentido:
Uno, que es el sentido literal; y el otro, que es el no literal.
Otras veces, el lector se ve ante la alternativa de tener que completar la narración. Y esto hace que la magia –que un micro cuento tiene– también resida en el hecho de que quien lo lee se convierta, a la vez, en lector y autor.
Pero, cuando hablamos de lo breve y conciso en el micro relato, debemos precisar que estamos hablando en sentido de la intensidad.
Pues, en este género, la brevedad no es la brevedad del resumen, sino la brevedad de la esencia, del contenido, del meollo.
Por último, y por redondear de alguna manera lo multifacético de este género, debemos decir que se caracteriza por sus desenlaces sorpresivos e inesperados.
Lo cual hace que las expectativas del lector –condicionadas por lo que se ha venido contando–, se quiebren, se rompan. Y al suceder esto, el lector se ve obligado a reflexionar de manera diferente por efecto de esos finales inesperados.
Todo esto hace que el género por el que tan hábilmente incursiona William Guillén Padilla y que esta noche se evidencia con gran oficio en su libro MICROCUENTOS, de ninguna manera sea un género menor sino todo lo contrario.
Así, los 119 relatos y alrededor de los casi 400 personajes que -calculo- vibran en las páginas de su MICROCUENTOS, reflejan la dedicación, la entrega, la calidad y la pasión que William Guillén Padilla ha puesto en ellos.
De acuerdo a estas cifras –y a la tendencia tan de moda de sacar deducciones basadas en estadísticas y encuestas–, William Guillén sería el escritor peruano más prolífico en este difícil y cautivante género.
Pues, no conozco –por las cifras mencionadas– a ningún otro autor nuestro que esté por encima de estos récords en mini relatos editados.
Además, nos quedamos cortos. Porque el libro que le celebramos esta noche a Guillén, es sólo una antología. Una antología hecha con 119 cuentos seleccionados de su vasta producción personal.
Y esto, nos lleva a deducir y suponer que difícilmente otro escritor peruano -por ahora- pueda superar la actitud nata y la productividad de William Guillén en la mini ficción.
Este hecho tangible e inobjetable es lo que le da a William Guillén un poderoso “point of difference", frase con la que nos expresamos los publicistas cuando nos referimos a un punto de diferencia único y ventajoso que distingue a un producto entre los demás productos del mercado.
Y este point of difference que distingue a Guillén, se da en un género relativamente nuevo y difícil que han cultivado con maestría grandes escritores, como:
Jorge Luis Borges, Bioy Casares, Julio Cortázar, Juan José Arreola, Marco Denevi, Juan Ramón Jiménez, Augusto Monterroso.
Género cautivante que constituye todo un desafío para la creatividad y la producción literaria.
Un reto que va desde unas cuantas palabras hasta dos páginas.
Un mini relato de apenas siete palabras, es El Dinosaurio (1959) del escritor guatemalteco Augusto Monterroso:
Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.
Así de corto y sencillo. Pero, con muchas páginas de interpretación y de comentarios.
Se ha dicho que es el micro cuento más corto del mundo. Sin embargo, recuerdo haber leído otro cuento de sólo seis palabras, o sea unita menos. Y es que cuando estamos en el terreno de las plusmarcas, los márgenes de diferencia son estrechos y ajustados.
Lamentablemente no recuerdo el autor ni el título, pero dice así:
Había una vez un Colorín Colorado.
Es una pena que ni siquiera el título recuerde. Pues, en la mini ficción el título es de suma importancia. Ya que casi siempre, se vincula al título con el contenido del texto.
Como ya hemos dicho, el contenido no siempre dice lo que se lee. Esta característica obliga a que el lector también se vuelva autor al leerlo.
Es decir, tiene que completar el sentido. Y al hacerlo, se vuelve en un lector cómplice. O sea, colabora con el autor.
Y en la evaluación de todas estas características, William Guillén nos demuestra que tiene oficio. Un buen oficio que domina gracias a su práctica intensa y vehemente.
Muchos de sus mini relatos reúnen las cualidades que hasta aquí hemos referido para este género. Un género que se está convirtiendo en el género del mundo actual.
Pues, es un mundo que todo lo exige rápido, breve, directo y "al grano". Porque sencillamente es un mundo en donde: el tiempo es oro.
Pero, a la vez, es un género que simultáneamente concede –como William Padilla sabe hacerlo– una pausa de reflexión para asimilar la rapidez de la lectura.
En días pasados comentaba con el poeta Omar Aramayo sobre la celebración de esta noche. Dio la casualidad que llevaba conmigo el libro de William y se lo alcancé por unos instantes.
Y le di la razón. No sólo porque William Guillén también es poeta.
Sino porque en los mini cuentos de Guillén –como en los buenos micro relatos– está presente la poesía.
Poesía re-elaborada en prosa breve, sin alambicamientos y con sorpresivos finales.
En William Guillén están presentes también:
El humor y el sarcasmo.
La fábula y la paradoja.
La ciencia ficción, la filosofía, los relatos de fantasmas o de habitantes del más allá.
Su pintoresco y amado pueblo de Torón, como el Macando de García Márquez.
El tema de lo religioso en Cinco encuentros con Jesús, a manera de cinco mini parábolas.
Y casi siempre, el tema de la muerte, acaso como una obsesión.
Pero, tratándola confianzudamente, con cierta dosis de humor y en el marco de un segundo mundo, donde la vida se desdobla y los protagonistas actúan como si no hubieran muerto.
Por todos estos valores y por ubicarse como abanderado del género de la minificción en el Perú, me complace de manera muy especial estar presente en esta noche de celebración.
Y augurar a William Guillén Padilla y su MICROCUENTOS, las más grandes satisfacciones.
Gracias.
[1]Premio “Cristóbal Colón” de Novela-UCCI (Unión de Ciudades Capitales Iberoamericanas) con sede en Madrid. Autor de obras de narración, poesía, teatro y de libros para niños. Publicista. Periodista. Graduado en Derecho en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (1961). Estudios de Letras, Periodismo y Filosofía en la misma universidad. Profesor de Creatividad, Expresión Escrita, Redacción Creativa y Publicidad, a nivel universitario. Autor d: Panconté (1974), Premio de Novela Universo 1973; Cuentos al pie del mar (1967), Premio “Cantuta de Oro”, EUNE - Universidad Nacional de Educación; Voz Nuclear (1964), 2do. Premio de Poesía en los "Juegos Florales Universitarios 1961" de la UNMSM-Universidad Nacional Mayor de San Marcos; Muñeca de Trapo (1967), Premio “Juan Volatín”-Sección Peruana de la Organización Internacional del Libro Infantil y Juvenil, adjunta a la UNESCO.
[2]Coordinación de Dora Varona.
[3]Sumeria y Lluvia Editores, Lima, 2011.
[4] (Cajamarca, 1963): Poeta y narrador, es considerado como uno de los escritores más importantes de la minificción peruana actual, gracias a sus libros Los Escritos del Oidor, Lo que Yo Barman oí, Actos & Relatos Cuaderno de Almanaquero y 77+7 nanocuentos. Ha obtenido premios en poesía y narrativa; en el 2010 fue finalista del Premio Copé Internacional con su cuento "Retorno en tiempo real".