Nudos y laberintos. Revista de crítica literaria. Año I. Lima, noviembre de 2008, N°. 154 pp.
nudosylaberintos_revista@hotmail.com
rcl-nudosylaberintos@hotmail.com
Dirigida por Amancio Flores, Gianina Vera Chaparro, Edwin Chillcce y Pamela Medina (vinculados a la Universidad Nacional Federico Villarreal), circula en Lima, Nudos y laberintos, revista de crítica literaria. Partiendo del carácter heterogéneo y conflictivo de la literatura peruana, la revista se plantea como un espacio de discusión de discursos “soterrados y excluidos” (6) en los estudios literarios.
Este primer número se concentra principalmente en la temática andina. Incluye así una reflexión teórica de Dorian Espezua sobre el debate suscitado sobre la novela de Arguedas, Todas las sangres, del año 64. Dialoga con este trabajo el de Nécker Salazar sobre la dinámica del Primer Encuentro de Narradores Peruanos, realizado en Arequipa el año 65.
Jorge Terán propone un estudio sobre las identidades y alteridades andinas a partir de lo mestizo y lo “misti”. Dimas Arrieta realiza un análisis de uno de los poetas peruanos más importantes de los años 50, poco estudiado como Efraín Miranda y Choza, sobre la base del tópico de la resistencia cultural. Edith Pérez analiza Rosa Cuchillo de Óscar Colchado, a partir del concepto del “ukhu pacha”. Edwin Chillcce, establece algunos vasos comunicantes con el trabajo anterior, al trabajar la novela Adiós, Ayacucho, de Julio Ortega.
El solitario trabajo de Douglas Bautista sobre los antecedentes del realismo urbano anteriores a la narrativa de Enrique Congrains, le da un mayor dinamismo a la revista. Todos estos trabajos se ubican en la primera sección titulada: “Ensayos”, la más amplia de la revista.
La segunda sección nominada como “Comentarios”, incluye reseñas de libros diversos. La tercera sección, “Estafetas”, incluye breves reseñas de libros como Generación Cochebomba de Martín Roldán, Efraín Miranda: Indios dios runa (Estudio de selección de Gonzalo Espino) y La noche humana, de Carlos Calderón Fajardo, que, consideramos, podrían haberse extendido algo más.
Sin duda, se trata de una buena revista de investigación hecha con competencia y sobre todo, con honestidad, cualidad valiosísima en los estudios literarios.
Elton Honores
Universidad San Ignacio de Loyola
Universidad Nacional Mayor de San Marcos
Literatura fantástica y ciencia ficción en Perú e Hispanoamérica * Fantastic literature, fantasy, horror fiction, science fiction, cartoon, comic in Peru and Latin American
lunes, 22 de febrero de 2010
23/ 02 Carlos Calderón Fajardo en La Noche de Barranco
PLAYAS
CARLOS CALDERÓN FAJARDO
Martes 23 de febrero - 7:00pm
La Noche de Barranco (Av. Bolognesi 307)
En Playas, Carlos Calderón Fajardo nos regala dos libros en uno. De un mar cercano reúne cuentos donde uno ve morir a las ballenas, o comprueba el viaje por el tiempo de un bañista. La nostalgia de una Punta Hermosa llena de veraneantes se entremezcla con el humor de dos ancianos esperando la ola perfecta. Lepideptorólogos obsesionados por encontrar una mariposa en Ancón, comparten páginas con un domador de culebras en Màncora. Las playas de la familia de Musollini, son relatos sobre las costas imaginarias de Marcel Proust, Roberto Bolaño, Tagore, entre otros. Cuatro emos vestidos de negro se pueden encontrar con el cadáver varado en la playa de J.G.Ballard, o Truman Capote puede descubrir que está veraneando junto a la familia Mussolini.
Y es que dentro de las páginas de este libro hay un mar oculto, un mar donde bañamos nuestras existencias para salir con otra mirada. La del que ha entrado en las olas de otros mundos y tiene que acostumbrarse otra vez a la realidad. Pocas veces la literatura peruana se ha encontrado frente a un viaje tan alucinante.
Borrador editores
jueves, 18 de febrero de 2010
18/02/10 Presentación de Yaku-unupa yuyainin, Memoria del agua.
Invitación
Este jueves 18, a las 7 p.m. en el Instituto Raúl Porras Barrenechea, se presenta el libro de Ugo Carrillo Cavero Yaku-unupa yuyainin, Memoria del agua. Será presentado por Fredy Rocalla, Armando Arteaga, Gonzalo Espino, Juan Carlos Lázaro y Leo Casas.
Gonzalo Espino Relucé
"La alforja de Chuque"
http://gonzaloespino.blogspot.com/
Este jueves 18, a las 7 p.m. en el Instituto Raúl Porras Barrenechea, se presenta el libro de Ugo Carrillo Cavero Yaku-unupa yuyainin, Memoria del agua. Será presentado por Fredy Rocalla, Armando Arteaga, Gonzalo Espino, Juan Carlos Lázaro y Leo Casas.
Gonzalo Espino Relucé
"La alforja de Chuque"
http://gonzaloespino.blogspot.com/
sábado, 13 de febrero de 2010
20/02 Programa del Coloquio de Escritores 2010
Coloquio de escritores de literatura fantástica y ciencia ficción
“José B. Adolph”
2010
Sala de Conferencias de la
CASA DE LA LITERATURA PERUANA
Programa
Sábado 20 de febrero de 2010
Inauguración 3:30- 3:40
Elton Honores, Universidad San Ignacio de Loyola
Karen Calderón, Casa de la Literatura Peruana
Conferencia Inaugural 3:40- 4:20
Juan Rivera Saavedra: «Ciencia ficción e imaginación»
Exhibición de vídeo sobre José B. Adolph: 4:20- 4:35
«La política de la ficción». Director: Ronald García
Mesa 1
Ciencia ficción peruana I 4:45-5:45
Participan: Carlos Saldívar, Yelinna Pulliti, Iván Bolaños
Modera: Juan Carlos Gaspar (UNFV)
Mesa 2
Ciencia ficción peruana II 5:55- 6:55
Participan: Pedro Félix Novoa, Daniel Salvo, Adriana Alarco de Zadra
Modera: César Espinoza (UNFV)
Mesa 3
Literatura fantástica peruana contemporánea 7:00- 8:00
Participan: José Donayre, José Güich, Carlos Calderón Fajardo
Modera: Juan Cuya (UNMSM)
Clausura 8:00- 8:15
Brindis de honor.
Ingreso Libre
Casa de la Literatura Peruana
Jr. Ancash 207 - (Antigua estación de Desamparados) - Cercado de Lima.
Sobre los escritores participantes:
Juan Rivera Saavedra (Lima, 1930). Miembro de la Generación del 50, es autor de 182 obras de teatro, más de 500 cuentos, guiones para TV, libros de técnicas dramáticas y literarias. Es el autor más distinguido del teatro peruano, ha merecido el Premio Nacional de Cultura, Premio de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, entre otros. Entre su amplia obra destaca: Teatro: Bajo la sombra del cuervo; El general no tiene quién lo mate (1988), Sinchico: el protegedor ; Con pies de barro ; Un hombre llamado torpe (1988), Piezas breves (1989), Las armas de Dios. El paraíso encontrado (1990), Teatro escogido (2003), ¿Amén? (2007). En narrativa: Hasta luego tristeza (1960), Punto (1964), Cuentos sociales de ciencia-ficción (1976), Oprimidos y exprimidos (2004). Libros generales: Técnica para escribir una pieza de teatro (1988), Apuntes para una historia del teatro peruano (2009).
Carlos Enrique Saldívar (Lima, 1982). Narrador y poeta. Egresado de Literatura de la Universidad Nacional Federico Villarreal. Ha publicado el libro de cuentos Historias de ciencia ficción (2008), además de textos de ficción en publicaciones virtuales como Ciencia ficción Perú y Velero 25, entre otros. También ha sido antologado en el libro Otros villanos, narrativa (2009). Actualmente es director de la revista de fantasía misterio y ciencia ficción, Argonautas (con 4 números). En breve editará su segundo libro de cuentos Horizontes de fantasía (2010). Es miembro del Grupo Coyllur (Asociación Peruana de Ciencia Ficción, Terror y Fantasía).
Yelinna Pulliti Carrasco (Lima, 1980). Bachiller en Ingeniería Electrónica por la Universidad San Martín de Porres. Ha publicado textos de ficción en las revistas virtuales especializadas en el género como Axxon (Argentina), Alfaeridani (España), Ciencia Ficción Perú y Velero 25 (Perú); y en Argonautas. Es miembro del Grupo Coyllur (Asociación Peruana de Ciencia Ficción, Terror y Fantasía).
Iván Bolaños (Lima, 1971). Estudió Ingenería Industrial en la Universidad de Lima. Ha publicado la novela de fantasía épica Los cristales de Vuhrán (2009), en la que el autor crea no solo una completa geografía fantástica, sino toda una historia milenaria, con su propia mitología, cultura, tecnología y características de identidad.Se anuncia la segunda parte de Los cristales de Vuhrán - El sector Milian (julio, 2010). Tiene también un libro inédito: El último aure de Terralán.
Pedro Félix Novoa Castillo (Lima, 1974). Profesor y Escritor. Licenciado en Educación por la Universidad Nacional Federico Villarreal. Ha obtenido diversas distinciones literarias en Perú como en el extranjero, destacándose el Premio Nacional Dramaturgia en el I Concurso Nacional de Dramaturgia con Temática Ambiental, del Ministerio de Educación (2004), con la obra “Los funerales del color verde”; y el Primer Puesto en el “Concurso de Cuento Corto Dante Alighieri”, por la editora “SIC en el medio” Bogotá –Colombia (2007), por la obra “Ofrenda”. Ha publicado en diversas revistas virtuales de Chile, Argentina, España y Perú. Ha sido seleccionado en la antología e-boock "Schegge di futuro" – (Esquirlas de futuro) por el escritor y traductor italiano Gianluca Turconi (Roma- Italia Enero 2007) con la obra “Inserisca quattro monete da un sol, per favore” (Inserte cuatro monedas de a peso, por favor). Es miembro del Grupo Coyllur (Asociación Peruana de Ciencia Ficción, Terror y Fantasía).
Daniel Salvo (Lima, 1967). Bachiller en Derecho por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Es escritor de ciencia ficción. Desde el año 2002, edita la publicación electrónica Ciencia Ficción Perú, con énfasis en la promoción de autores peruanos de Lima y provincias que han incursionado en este género. También colabora en la página de ciencia ficción peruana Velero 25. Además, Ha publicado un panorama historiográfico de la ciencia ficción peruana en la revista electrónica El hablador y en Ajos & Zafiros Nº 6, ampliado luego en la revista Argonautas (2007). Es miembro fundador del Grupo Coyllur (Asociación Peruana de Ciencia Ficción, Terror y Fantasía).
Adriana Alarco de Zadra (Lima, 1937). Escritora e investigadora.
Traductora de inglés, italiano, castellano. Ha escrito y publicado cuentos de fantasía y ciencia ficción en diversas revistas del medio. Ha publicado libros sobre flora, fauna, minerales. Es presidenta de la Fundación Ricardo Palma, que administra la Casa Museo del mismo autor. En narrativa ha publicado: Brújula para niños: cuentos, poesías y fábulas (1990, Ecuador), Omagua e le ombre consigliere della selva Amazzonica: racconto del Perú (1995, Italia), El misterio de Tonapa y otras leyendas de oro (1998), Las aventuras mágicas de brujilda: cuentos ecológicos infantiles (2006). En teatro: Teatro (1983), El país de nunca jamás - Navegantes del Sol (1989), Aventuras en la Antártida (1994). Libros diversos: El libro del viajero (1978); Perú (1980); Nuestra fauna: comentarios acerca de 521 ejemplares (1997), La saggia scimmia mashin: e altre leggende della selva amazzonica / [1995, Italia, compiladora]. En poesía ha sido Antologada en Como ángeles en llamas: algunas voces latinoamericanas del S. XX (2004). Es miembro del Grupo Coyllur (Asociación Peruana de Ciencia Ficción, Terror y Fantasía).
José Donayre (Lima, 1966) estudió Literatura y Lingüística en la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP). Ha publicado las novelas La fabulosa máquina del sueño (Mercado Consultora y Publicaciones, Lima, 1999) y La trama de las Moiras (Fondo Editorial de la PUCP, Lima, 2003), el libro de cuentos Entre dos eclipses (edición del autor, Lima, 2001, 2007), y la colección de microrrelatos y ensayos breves Horno de reverbero (Mundo Ajeno, Lima, 2007). Ha participado en las antologías de narrativa Perspectivas para una narrativa peruana de los 90 (APPAC, Lima, 1990), Maldito amor mío (Signo Tres, Lima, 2002), Ciencia ficción peruana (Eridano, suplemento Nº 10 de Alfa Eridani, 2005), Nacimos para perder (Casatomada, Lima, 2007) y La estirpe del ensueño. Narrativa peruana de orientación fantástica (edición no venal, selección de Gonzalo Portals, 2007), y en la antología de poesía La generación del noventa (Biblioteca Nacional del Perú, Lima, 1996). Obtuvo el segundo puesto en la categoría Cuento en los Juegos Florales de la PUCP (1988) y una mención honrosa en el Concurso de Cuento de las 1,000 Palabras de Caretas en 1989. Ha sido editor de revistas de turismo y cultura peruana, y colaborador en diarios y publicaciones periódicas. Actualmente escribe en la revista Caretas.
José Güich Rodríguez (Lima, 1963). José Güich Rodríguez (Lima, 1963) estudió Literatura en la Pontifica Universidad Católica del Perú (PUCP), donde se graduó en 1990 con una tesis sobre Juan Rulfo y obtuvo la licenciatura ese mismo año. Entre 1992 y 1995 residió en Argentina, gracias a una beca de perfeccionamiento otorgada por el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de ese país. Su investigación se centró en la obra del novelista mexicano Fernando del Paso. Se ha desempeñado como periodista y crítico en diversos medios de su ciudad natal, como el diario La República y el semanario Caretas. Es autor de los libros de relatos Año sabático (Lima, San Marcos, 2000), El mascarón de proa (Lima, Mesa Redonda, 2006), Los espectros nacionales (2009); además de la novela El misterio de la loma amarilla (2009), mezcla de policial-fantástico. Con Carlos López Degregori y Luis Fernando Chueca publicó el libro de ensayos En la comarca oscura: Lima en la poesía peruana 1950-2000 (Lima, Universidad de Lima, 2006), y con Alejandro Susti Ciudades ocultas. Lima en el cuento peruano moderno (Lima, Universidad de Lima, 2007). Relatos suyos figuran en las antologías Estática doméstica. Tres generaciones de cuentistas peruanos (México, UNAM, 2005) y El cuento peruano 1990-2000 (Lima, Ediciones Copé, 2001). Ha publicado cuentos en las revistas Lienzo, Umbral, Mesa Redonda, Ajos & Zafiros, Los Noveles y Velero 25, entre otras. Escribe la columna “Desencantos” para la revista virtual de literatura El Hablador. Ejerce actualmente la docencia en las universidades del Pacífico –donde conduce, además, desde 2001, el Taller de Narrativa– y en la de Lima. Codirige la revista cultural Pie de Página.
Carlos Calderón Fajardo (Juliaca, 1946).Carlos Calderón Fajardo (Juliaca, 1946) hizo estudios de filosofía en Viena y se graduó de sociólogo en la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP). Llevó estudios de postgrado en la Escuela Práctica de Altos Estudios de París y fue profesor de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) durante 25 años. Ha publicado las novelas La colina de los árboles (Lima, 1980, Premio Unanue de Novela), Así es la pena en el Paraíso (Premio Gaviota Roja de Novela, Lima, 1983), La conciencia del límite último (Mosca Azul Editores, Lima, 1991), El viaje que nunca termina (Ediciones Pedernal, Lima, 1997), La conquista de la plenitud (edición de la UNI, Lima, 2000) y La segunda visita de William Burroughs (Fondo Editorial de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima, 2006). Asimismo, ha publicado los libros de cuentos El que pestañea muere (Ediciones La Vieja Morsa, Lima, 1981; Editorial San Marcos, 1997), El hombre que mira el mar (Mosca Azul Editores, Lima, 1988) e Historias de verdugos (Editorial Santo Oficio, Lima, 2006). En julio se presentará en la Feria Internacional del Libro de Lima la novela El huevo de la iguana bajo el sello Colección Diamantes y Pedernales de Editorial San Marcos. En 2008, la editorial argentina Interzona publicará una nueva edición de La conciencia del límite último. Se encuentra actualmente en conversaciones con la editorial española Tusquets para la publicación de su novela El fantasma nostálgico, finalista del Premio Tusquets 2006. Ha obtenido también el Premio José María Arguedas de Cuento (1970), el Premio Hispamérica de Cuento (1985) organizado por la Universidad de Maryland –el Jurado Calificador estuvo integrado por Mario Vargas LLosa, Julio Cortázar y Roa Bastos–. Textos de Calderón Fajardo han aparecido en antologías peruanas, alemanas, francesas, españolas y estadounidenses.
viernes, 12 de febrero de 2010
Coloquio de escritores Mesa 3
Coloquio de escritores de literatura fantástica y ciencia ficción
“José B. Adolph”
2010
Sala de Conferencias de la
CASA DE LA LITERATURA PERUANA
Programa
Sábado 20 de febrero de 2010
Mesa 3
Literatura fantástica peruana contemporánea 7:00- 8:00
Participan: José Donayre, José Güich, Carlos Calderón Fajardo
Modera: Juan Cuya
José Donayre (Lima, 1966) estudió Literatura y Lingüística en la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP). Ha publicado las novelas La fabulosa máquina del sueño (Mercado Consultora y Publicaciones, Lima, 1999) y La trama de las Moiras (Fondo Editorial de la PUCP, Lima, 2003), el libro de cuentos Entre dos eclipses (edición del autor, Lima, 2001, 2007), y la colección de microrrelatos y ensayos breves Horno de reverbero (Mundo Ajeno, Lima, 2007). Ha participado en las antologías de narrativa Perspectivas para una narrativa peruana de los 90 (APPAC, Lima, 1990), Maldito amor mío (Signo Tres, Lima, 2002), Ciencia ficción peruana (Eridano, suplemento Nº 10 de Alfa Eridani, 2005), Nacimos para perder (Casatomada, Lima, 2007) y La estirpe del ensueño. Narrativa peruana de orientación fantástica (edición no venal, selección de Gonzalo Portals, 2007), y en la antología de poesía La generación del noventa (Biblioteca Nacional del Perú, Lima, 1996). Obtuvo el segundo puesto en la categoría Cuento en los Juegos Florales de la PUCP (1988) y una mención honrosa en el Concurso de Cuento de las 1,000 Palabras de Caretas en 1989. Ha sido editor de revistas de turismo y cultura peruana, y colaborador en diarios y publicaciones periódicas. Actualmente escribe en la revista Caretas.
José Güich Rodríguez (Lima, 1963). Estudió Literatura en la Pontificia Universidad Católica del Perú. Ha ejercido el periodismo cultural y la crítica en diversos medios limeños, como La República, Caretas y actualmente en Correo. Ha publicado cuentos en las revistas Lienzo, Umbral, Punto de Equilibrio y Mesa Redonda. Es autor de los libros de relatos Año sabático (2000); El Mascarón de proa (2006); Los espectros nacionales (2009); además de la novela El misterio de la loma amarilla (2009), mezcla de policial-fantástico. Textos suyos han aparecido en las antologías El cuento peruano (1990-2000) y Estática doméstica-Tres generaciones de escritores peruanos (2005), entre otras. Actualmente se desempeña como catedrático en la Universidad de Lima y es codirector de la revista cultural Pie de página.
Carlos Calderón Fajardo (Juliaca, 1946). Narrador. Es sociólogo de profesión por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Ha publicado trabajos de su especialidad en varias revistas académicas y en diversos diarios de circulación nacional. Es autor de los libros de cuentos: El que pestañea muerte (1981); El hombre que mira al mar (1989); Historias de verdugos (2006); y de las novelas: La colina de los árboles (1980); Así es la pena en el paraíso (1983); La conciencia del límite último (1990, novela policial); La conquista de la plenitud (2000); La segunda visita de William Burroughs (2006); El huevo de la iguana (2007); La noche humana (2008); y Antología íntima (2009).
“José B. Adolph”
2010
Sala de Conferencias de la
CASA DE LA LITERATURA PERUANA
Programa
Sábado 20 de febrero de 2010
Mesa 3
Literatura fantástica peruana contemporánea 7:00- 8:00
Participan: José Donayre, José Güich, Carlos Calderón Fajardo
Modera: Juan Cuya
José Donayre (Lima, 1966) estudió Literatura y Lingüística en la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP). Ha publicado las novelas La fabulosa máquina del sueño (Mercado Consultora y Publicaciones, Lima, 1999) y La trama de las Moiras (Fondo Editorial de la PUCP, Lima, 2003), el libro de cuentos Entre dos eclipses (edición del autor, Lima, 2001, 2007), y la colección de microrrelatos y ensayos breves Horno de reverbero (Mundo Ajeno, Lima, 2007). Ha participado en las antologías de narrativa Perspectivas para una narrativa peruana de los 90 (APPAC, Lima, 1990), Maldito amor mío (Signo Tres, Lima, 2002), Ciencia ficción peruana (Eridano, suplemento Nº 10 de Alfa Eridani, 2005), Nacimos para perder (Casatomada, Lima, 2007) y La estirpe del ensueño. Narrativa peruana de orientación fantástica (edición no venal, selección de Gonzalo Portals, 2007), y en la antología de poesía La generación del noventa (Biblioteca Nacional del Perú, Lima, 1996). Obtuvo el segundo puesto en la categoría Cuento en los Juegos Florales de la PUCP (1988) y una mención honrosa en el Concurso de Cuento de las 1,000 Palabras de Caretas en 1989. Ha sido editor de revistas de turismo y cultura peruana, y colaborador en diarios y publicaciones periódicas. Actualmente escribe en la revista Caretas.
José Güich Rodríguez (Lima, 1963). Estudió Literatura en la Pontificia Universidad Católica del Perú. Ha ejercido el periodismo cultural y la crítica en diversos medios limeños, como La República, Caretas y actualmente en Correo. Ha publicado cuentos en las revistas Lienzo, Umbral, Punto de Equilibrio y Mesa Redonda. Es autor de los libros de relatos Año sabático (2000); El Mascarón de proa (2006); Los espectros nacionales (2009); además de la novela El misterio de la loma amarilla (2009), mezcla de policial-fantástico. Textos suyos han aparecido en las antologías El cuento peruano (1990-2000) y Estática doméstica-Tres generaciones de escritores peruanos (2005), entre otras. Actualmente se desempeña como catedrático en la Universidad de Lima y es codirector de la revista cultural Pie de página.
Carlos Calderón Fajardo (Juliaca, 1946). Narrador. Es sociólogo de profesión por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Ha publicado trabajos de su especialidad en varias revistas académicas y en diversos diarios de circulación nacional. Es autor de los libros de cuentos: El que pestañea muerte (1981); El hombre que mira al mar (1989); Historias de verdugos (2006); y de las novelas: La colina de los árboles (1980); Así es la pena en el paraíso (1983); La conciencia del límite último (1990, novela policial); La conquista de la plenitud (2000); La segunda visita de William Burroughs (2006); El huevo de la iguana (2007); La noche humana (2008); y Antología íntima (2009).
Coloquio de escritores Mesa 2
Coloquio de escritores de literatura fantástica y ciencia ficción
“José B. Adolph”
2010
Sala de Conferencias de la
CASA DE LA LITERATURA PERUANA
Programa
Sábado 20 de febrero de 2010
Mesa 2
Ciencia ficción peruana II 5:55- 6:55
Participan: Pedro Félix Novoa, Daniel Salvo, Adriana Alarco de Zadra
Modera: César Espinoza
Pedro Félix Novoa Castillo (Lima, 1974). Profesor y Escritor. Licenciado en Educación por la Universidad Nacional Federico Villarreal. Ha obtenido diversas distinciones literarias en Perú como en el extranjero, destacándose el Premio Nacional Dramaturgia en el I Concurso Nacional de Dramaturgia con Temática Ambiental, del Ministerio de Educación (2004), con la obra “Los funerales del color verde”; y el Primer Puesto en el “Concurso de Cuento Corto Dante Alighieri”, por la editora “SIC en el medio” Bogotá –Colombia (2007), por la obra “Ofrenda”. Ha publicado en diversas revistas virtuales de Chile, Argentina, España y Perú. Ha sido seleccionado en la antología e-boock "Schegge di futuro" – (Esquirlas de futuro) por el escritor y traductor italiano Gianluca Turconi (Roma- Italia Enero 2007) con la obra “Inserisca quattro monete da un sol, per favore” (Inserte cuatro monedas de a peso, por favor). Es miembro del Grupo Coyllur (Asociación Peruana de Ciencia Ficción, Terror y Fantasía).
Daniel Salvo (Lima, 1967). Bachiller en Derecho por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Es escritor de ciencia ficción. Desde el año 2002, edita la publicación electrónica Ciencia Ficción Perú, con énfasis en la promoción de autores peruanos de Lima y provincias que han incursionado en este género. También colabora en la página de ciencia ficción peruana Velero 25. Además, Ha publicado un panorama historiográfico de la ciencia ficción peruana en la revista electrónica El hablador y en Ajos & Zafiros Nº 6, ampliado luego en la revista Argonautas (2007). Es miembro fundador del Grupo Coyllur (Asociación Peruana de Ciencia Ficción, Terror y Fantasía).
Adriana Alarco de Zadra (Lima, 1937). Escritora e investigadora.
Traductora de inglés, italiano, castellano. Ha escrito y publicado cuentos de fantasía y ciencia ficción en diversas revistas del medio. Ha publicado libros sobre flora, fauna, minerales. Es presidenta de la Fundación Ricardo Palma, que administra la Casa Museo del mismo autor. En narrativa ha publicado: Brújula para niños: cuentos, poesías y fábulas (1990, Ecuador), Omagua e le ombre consigliere della selva Amazzonica: racconto del Perú (1995, Italia), El misterio de Tonapa y otras leyendas de oro (1998), Las aventuras mágicas de brujilda: cuentos ecológicos infantiles (2006). En teatro: Teatro (1983), El país de nunca jamás - Navegantes del Sol (1989), Aventuras en la Antártida (1994). Libros diversos: El libro del viajero (1978); Perú (1980); Nuestra fauna: comentarios acerca de 521 ejemplares (1997), La saggia scimmia mashin: e altre leggende della selva amazzonica / [1995, Italia, compiladora]. En poesía ha sido Antologada en Como ángeles en llamas: algunas voces latinoamericanas del S. XX (2004). Es miembro del Grupo Coyllur (Asociación Peruana de Ciencia Ficción, Terror y Fantasía).
“José B. Adolph”
2010
Sala de Conferencias de la
CASA DE LA LITERATURA PERUANA
Programa
Sábado 20 de febrero de 2010
Mesa 2
Ciencia ficción peruana II 5:55- 6:55
Participan: Pedro Félix Novoa, Daniel Salvo, Adriana Alarco de Zadra
Modera: César Espinoza
Pedro Félix Novoa Castillo (Lima, 1974). Profesor y Escritor. Licenciado en Educación por la Universidad Nacional Federico Villarreal. Ha obtenido diversas distinciones literarias en Perú como en el extranjero, destacándose el Premio Nacional Dramaturgia en el I Concurso Nacional de Dramaturgia con Temática Ambiental, del Ministerio de Educación (2004), con la obra “Los funerales del color verde”; y el Primer Puesto en el “Concurso de Cuento Corto Dante Alighieri”, por la editora “SIC en el medio” Bogotá –Colombia (2007), por la obra “Ofrenda”. Ha publicado en diversas revistas virtuales de Chile, Argentina, España y Perú. Ha sido seleccionado en la antología e-boock "Schegge di futuro" – (Esquirlas de futuro) por el escritor y traductor italiano Gianluca Turconi (Roma- Italia Enero 2007) con la obra “Inserisca quattro monete da un sol, per favore” (Inserte cuatro monedas de a peso, por favor). Es miembro del Grupo Coyllur (Asociación Peruana de Ciencia Ficción, Terror y Fantasía).
Daniel Salvo (Lima, 1967). Bachiller en Derecho por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Es escritor de ciencia ficción. Desde el año 2002, edita la publicación electrónica Ciencia Ficción Perú, con énfasis en la promoción de autores peruanos de Lima y provincias que han incursionado en este género. También colabora en la página de ciencia ficción peruana Velero 25. Además, Ha publicado un panorama historiográfico de la ciencia ficción peruana en la revista electrónica El hablador y en Ajos & Zafiros Nº 6, ampliado luego en la revista Argonautas (2007). Es miembro fundador del Grupo Coyllur (Asociación Peruana de Ciencia Ficción, Terror y Fantasía).
Adriana Alarco de Zadra (Lima, 1937). Escritora e investigadora.
Traductora de inglés, italiano, castellano. Ha escrito y publicado cuentos de fantasía y ciencia ficción en diversas revistas del medio. Ha publicado libros sobre flora, fauna, minerales. Es presidenta de la Fundación Ricardo Palma, que administra la Casa Museo del mismo autor. En narrativa ha publicado: Brújula para niños: cuentos, poesías y fábulas (1990, Ecuador), Omagua e le ombre consigliere della selva Amazzonica: racconto del Perú (1995, Italia), El misterio de Tonapa y otras leyendas de oro (1998), Las aventuras mágicas de brujilda: cuentos ecológicos infantiles (2006). En teatro: Teatro (1983), El país de nunca jamás - Navegantes del Sol (1989), Aventuras en la Antártida (1994). Libros diversos: El libro del viajero (1978); Perú (1980); Nuestra fauna: comentarios acerca de 521 ejemplares (1997), La saggia scimmia mashin: e altre leggende della selva amazzonica / [1995, Italia, compiladora]. En poesía ha sido Antologada en Como ángeles en llamas: algunas voces latinoamericanas del S. XX (2004). Es miembro del Grupo Coyllur (Asociación Peruana de Ciencia Ficción, Terror y Fantasía).
Coloquio de escritores Mesa 1
Coloquio de escritores de literatura fantástica y ciencia ficción
“José B. Adolph”
2010
Sala de Conferencias de la
CASA DE LA LITERATURA PERUANA
Programa
Sábado 20 de febrero de 2010
Mesa 1
Ciencia ficción peruana I 4:45-5:45
Participan: Carlos Saldívar, Yelinna Pulliti, Iván Bolaños
Modera: Juan Carlos Gaspar
Carlos Enrique Saldívar (Lima, 1982). Narrador y poeta. Egresado de Literatura de la Universidad Nacional Federico Villarreal. Ha publicado el libro de cuentos Historias de ciencia ficción (2008), además de textos de ficción en publicaciones virtuales como Ciencia ficción Perú y Velero 25, entre otros. También ha sido antologado en el libro Otros villanos, narrativa (2009). Actualmente es director de la revista de fantasía misterio y ciencia ficción, Argonautas (con 4 números). Es miembro del Grupo Coyllur (Asociación Peruana de Ciencia Ficción, Terror y Fantasía).
Yelinna Pulliti Carrasco (Lima, 1980). Bachiller en Ingeniería Electrónica por la Universidad San Martín de Porres. Ha publicado textos de ficción en las revistas virtuales especializadas en el género como Axxon (Argentina), Alfaeridani (España), Ciencia Ficción Perú y Velero 25 (Perú); y en Argonautas. Es miembro del Grupo Coyllur (Asociación Peruana de Ciencia Ficción, Terror y Fantasía).
Iván Bolaños (Lima, 1971). Estudió Ingenería Industrial en la Universidad de Lima. Ha publicado la novela de fantasía épica Los cristales de Vuhrán (2009), en la que el autor crea no solo una completa geografía fantástica, sino toda una historia milenaria, con su propia mitología, cultura, tecnología y características de identidad.Se anuncia la segunda parte de Los cristales de Vuhrán - El sector Milian (julio, 2010). Tiene también un libro inédito: El último aure de Terralán.
“José B. Adolph”
2010
Sala de Conferencias de la
CASA DE LA LITERATURA PERUANA
Programa
Sábado 20 de febrero de 2010
Mesa 1
Ciencia ficción peruana I 4:45-5:45
Participan: Carlos Saldívar, Yelinna Pulliti, Iván Bolaños
Modera: Juan Carlos Gaspar
Carlos Enrique Saldívar (Lima, 1982). Narrador y poeta. Egresado de Literatura de la Universidad Nacional Federico Villarreal. Ha publicado el libro de cuentos Historias de ciencia ficción (2008), además de textos de ficción en publicaciones virtuales como Ciencia ficción Perú y Velero 25, entre otros. También ha sido antologado en el libro Otros villanos, narrativa (2009). Actualmente es director de la revista de fantasía misterio y ciencia ficción, Argonautas (con 4 números). Es miembro del Grupo Coyllur (Asociación Peruana de Ciencia Ficción, Terror y Fantasía).
Yelinna Pulliti Carrasco (Lima, 1980). Bachiller en Ingeniería Electrónica por la Universidad San Martín de Porres. Ha publicado textos de ficción en las revistas virtuales especializadas en el género como Axxon (Argentina), Alfaeridani (España), Ciencia Ficción Perú y Velero 25 (Perú); y en Argonautas. Es miembro del Grupo Coyllur (Asociación Peruana de Ciencia Ficción, Terror y Fantasía).
Iván Bolaños (Lima, 1971). Estudió Ingenería Industrial en la Universidad de Lima. Ha publicado la novela de fantasía épica Los cristales de Vuhrán (2009), en la que el autor crea no solo una completa geografía fantástica, sino toda una historia milenaria, con su propia mitología, cultura, tecnología y características de identidad.Se anuncia la segunda parte de Los cristales de Vuhrán - El sector Milian (julio, 2010). Tiene también un libro inédito: El último aure de Terralán.
Conferencia Magistral de Juan Rivera Saavedra 20/02/10
Coloquio de escritores de literatura fantástica y ciencia ficción
“José B. Adolph”
2010
Sala de Conferencias de la
CASA DE LA LITERATURA PERUANA
Programa
Sábado 20 de febrero de 2010
Inauguración 3:30- 3:40
Elton Honores, Universidad San Ignacio de Loyola
Karen Calderón, Casa de la Literatura Peruana
Conferencia Inaugural 3:40- 4:20
Juan Rivera Saavedra: «Ciencia ficción e imaginación»
Exhibición de vídeo sobre José B. Adolph: 4:20- 4:35
«La política de la ficción». Director: Ronald García
Juan Rivera Saavedra (Lima, 1930). Miembro de la Generación del 50, es autor de 182 obras de teatro, más de 500 cuentos, guiones para TV, libros de técnicas dramáticas y literarias. Es el autor más distinguido del teatro peruano, ha merecido el Premio Nacional de Cultura, Premio de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, entre otros. Entre su amplia obra destaca: Teatro: Bajo la sombra del cuervo; El general no tiene quién lo mate (1988), Sinchico: el protegedor ; Con pies de barro ; Un hombre llamado torpe (1988), Piezas breves (1989), Las armas de Dios. El paraíso encontrado (1990), Teatro escogido (2003), ¿Amén? (2007). En narrativa: Hasta luego tristeza (1960), Punto (1964), Cuentos sociales de ciencia-ficción (1976), Oprimidos y exprimidos (2004). Libros generales: Técnica para escribir una pieza de teatro (1988), Apuntes para una historia del teatro peruano(2009).
“José B. Adolph”
2010
Sala de Conferencias de la
CASA DE LA LITERATURA PERUANA
Programa
Sábado 20 de febrero de 2010
Inauguración 3:30- 3:40
Elton Honores, Universidad San Ignacio de Loyola
Karen Calderón, Casa de la Literatura Peruana
Conferencia Inaugural 3:40- 4:20
Juan Rivera Saavedra: «Ciencia ficción e imaginación»
Exhibición de vídeo sobre José B. Adolph: 4:20- 4:35
«La política de la ficción». Director: Ronald García
Juan Rivera Saavedra (Lima, 1930). Miembro de la Generación del 50, es autor de 182 obras de teatro, más de 500 cuentos, guiones para TV, libros de técnicas dramáticas y literarias. Es el autor más distinguido del teatro peruano, ha merecido el Premio Nacional de Cultura, Premio de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, entre otros. Entre su amplia obra destaca: Teatro: Bajo la sombra del cuervo; El general no tiene quién lo mate (1988), Sinchico: el protegedor ; Con pies de barro ; Un hombre llamado torpe (1988), Piezas breves (1989), Las armas de Dios. El paraíso encontrado (1990), Teatro escogido (2003), ¿Amén? (2007). En narrativa: Hasta luego tristeza (1960), Punto (1964), Cuentos sociales de ciencia-ficción (1976), Oprimidos y exprimidos (2004). Libros generales: Técnica para escribir una pieza de teatro (1988), Apuntes para una historia del teatro peruano(2009).
Lo fantástico ataca Lima
Invitación
Al conmemorarse los dos años de la muerte del escritor peruano José B. Adolph, se celebrará en Lima, el Coloquio de escritores de literatura fantástica y ciencia ficción José B. Adolph. El evento se llevará a cabo el día sábado 20 de febrero del presente, desde las 3 y 30 pm., en la Sala de Conferencias de la Casa de la Literatura Peruana, con sede en Jr. Ancash 207 – (Antigua estación de Desamparados) – en el Cercado de Lima, al costado de Palacio de Gobierno. En este encuentro participarán escritores importantes de la ciencia ficción peruana y del género fantástico, como Carlos Calderón Fajardo, José Güich, José Donayre, Adriana Alarco de Zadra, Daniel Salvo; y jóvenes valores como Pedro Félix Novoa, Iván Bolaños, Carlos Saldívar y Yelinna Pulliti. La Conferencia Inaugural, titulada «Ciencia ficción e imaginación» estará a cargo del escritor y dramaturgo, Juan Rivera Saavedra, miembro de la Generación del 50. Se exhibirá el video documental sobre Adolph, «La política de la ficción», del director, Ronald García; además de venta de libros de los autores y vino de honor.
El ingreso es libre.
Elton Honores
Coordinador del Coloquio
Sobre José B. Adolph:
José B. Adolph (Stuttgart, Alemania, 1933- Lima, 2008) reside en el Perú desde 1938. Es ciudadano peruano desde 1974 y periodista colegiado. Ha publicado los libros de cuentos El retorno de Aladino (Lima, 1968), Hasta que la muerte (Lima, 1971), Invisible para las fieras (Lima, 1972), Cuentos del relojero abominable (Lima, 1973), Mañana fuimos felices (Lima, 1974), La batalla del café (Lima, 1984), Un dulce horror (Lima, 1989), Diario del sótano (Lima, 1996), Los fines del mundo (Lima, 2003), y las novelas La ronda de los generales (Lima, 1973), Mañana, las ratas (Lima, 1984), Dora (Lima, 1989), la trilogía novelística en un volumen De mujeres y heridas (Lima, 2000) –“Ningún Dios”, “Especulaciones sobre otro barco” y “La profunda maldad del universo”–, La verdad sobre Dios y JBA (Lima, 2001) y Un ejército de locos (Lima 2003). En el ámbito teatral, cuenta con cuatro obras premiadas. Sus cuentos han sido traducidos al inglés, alemán, sueco, flamenco, francés, polaco, húngaro e italiano, y han sido publicados en antologías y textos universitarios de Estados Unidos, España, Argentina, México, Suecia, Bélgica, Alemania, Polonia, Hungría, Italia, como Antología de ciencia ficción latinoamericana (Rodolfo Alonso editor, Buenos Aires, 1970), Die Venusnarbe, SF aus Sudamérica (Heyne, München, 1982), A flor de piel. Erotismo en el Perú (Peisa, Lima, 1993), Cuentistas peruanos de hoy (Goethe Institut, Lima, 1985), Antología del cuento fantástico peruano (San Marcos, Lima, 1977), Con mucho gusto (Holt, Rinehart & Winston, Nueva York, 1980), Literatura moderna hispánica (National Textbook Co., Skokie, Ill. 1975), Antología del joven relato latinoamericano (Fabril Editores, Buenos Aires, 1972), Det nödvändigste, CF latinoam. (Delta Förlags AB, Stockholm, 1978), Ein Provisorium lacht (Bärmeier & Nikel, Frankfurt a.M., 1965) y 13 años de los mejores cuentos de 1,000 palabras (Jaime Campodónico editor, Lima 1995). Ha ejercido diversos cargos periodísticos en diarios y revistas en el Perú y en el extranjero, y obtenido diversas distinciones literarias: primer puesto en el concurso Teatro Universitario San Marco (1977), mención en el Concurso de Cuento Puebla, México (1978), primer puesto en el concurso Teatro Universitario San Marcos (1979), mención en la I Bienal de Cuento “Premio Copé 1979”, segundo puesto en la II Bienal de Cuento “Premio Copé 1981”, segundo puesto en el Concurso de Cuento de Municipalidad de Lima (1982), primer puesto en el Concurso de Novela de la Municipalidad de Lima (1982), segundo puesto en el Concurso de Cuento de la Municipalidad de Lima (1982), tercer puesto en el Concurso de Cuento de la Municipalidad de Lima (1983), tercer puesto en el Concurso de Novela de la Municipalidad de Lima (1983), mención en el concurso Teatro Universitario San Marcos (1983), primer puesto en el Concurso de Cuentos de las 1,000 palabras de Caretas (1983), tercer puesto en el Concurso de Cuentos de las 1,000 palabras de Caretas (1985), mención en el Concurso de Teatro Manuela Ramos (1985), mención en la IV Bienal de Cuento “Premio Copé 1985”, dos menciones en el Concurso de Cuentos de las 1,000 palabras de Caretas (1987), segundo puesto en la VI Bienal de Cuento “Premio Copé 1989”, mención en el Concurso de Cuentos de las 1,000 palabras de Caretas (1991), mención en el Concurso de Crónicas sobre España de la revista Sí (1993), primer puesto en el Concurso de Libro de Cuentos Diario del sótano de Studium y Solarmonía (1993).
Al conmemorarse los dos años de la muerte del escritor peruano José B. Adolph, se celebrará en Lima, el Coloquio de escritores de literatura fantástica y ciencia ficción José B. Adolph. El evento se llevará a cabo el día sábado 20 de febrero del presente, desde las 3 y 30 pm., en la Sala de Conferencias de la Casa de la Literatura Peruana, con sede en Jr. Ancash 207 – (Antigua estación de Desamparados) – en el Cercado de Lima, al costado de Palacio de Gobierno. En este encuentro participarán escritores importantes de la ciencia ficción peruana y del género fantástico, como Carlos Calderón Fajardo, José Güich, José Donayre, Adriana Alarco de Zadra, Daniel Salvo; y jóvenes valores como Pedro Félix Novoa, Iván Bolaños, Carlos Saldívar y Yelinna Pulliti. La Conferencia Inaugural, titulada «Ciencia ficción e imaginación» estará a cargo del escritor y dramaturgo, Juan Rivera Saavedra, miembro de la Generación del 50. Se exhibirá el video documental sobre Adolph, «La política de la ficción», del director, Ronald García; además de venta de libros de los autores y vino de honor.
El ingreso es libre.
Elton Honores
Coordinador del Coloquio
Sobre José B. Adolph:
José B. Adolph (Stuttgart, Alemania, 1933- Lima, 2008) reside en el Perú desde 1938. Es ciudadano peruano desde 1974 y periodista colegiado. Ha publicado los libros de cuentos El retorno de Aladino (Lima, 1968), Hasta que la muerte (Lima, 1971), Invisible para las fieras (Lima, 1972), Cuentos del relojero abominable (Lima, 1973), Mañana fuimos felices (Lima, 1974), La batalla del café (Lima, 1984), Un dulce horror (Lima, 1989), Diario del sótano (Lima, 1996), Los fines del mundo (Lima, 2003), y las novelas La ronda de los generales (Lima, 1973), Mañana, las ratas (Lima, 1984), Dora (Lima, 1989), la trilogía novelística en un volumen De mujeres y heridas (Lima, 2000) –“Ningún Dios”, “Especulaciones sobre otro barco” y “La profunda maldad del universo”–, La verdad sobre Dios y JBA (Lima, 2001) y Un ejército de locos (Lima 2003). En el ámbito teatral, cuenta con cuatro obras premiadas. Sus cuentos han sido traducidos al inglés, alemán, sueco, flamenco, francés, polaco, húngaro e italiano, y han sido publicados en antologías y textos universitarios de Estados Unidos, España, Argentina, México, Suecia, Bélgica, Alemania, Polonia, Hungría, Italia, como Antología de ciencia ficción latinoamericana (Rodolfo Alonso editor, Buenos Aires, 1970), Die Venusnarbe, SF aus Sudamérica (Heyne, München, 1982), A flor de piel. Erotismo en el Perú (Peisa, Lima, 1993), Cuentistas peruanos de hoy (Goethe Institut, Lima, 1985), Antología del cuento fantástico peruano (San Marcos, Lima, 1977), Con mucho gusto (Holt, Rinehart & Winston, Nueva York, 1980), Literatura moderna hispánica (National Textbook Co., Skokie, Ill. 1975), Antología del joven relato latinoamericano (Fabril Editores, Buenos Aires, 1972), Det nödvändigste, CF latinoam. (Delta Förlags AB, Stockholm, 1978), Ein Provisorium lacht (Bärmeier & Nikel, Frankfurt a.M., 1965) y 13 años de los mejores cuentos de 1,000 palabras (Jaime Campodónico editor, Lima 1995). Ha ejercido diversos cargos periodísticos en diarios y revistas en el Perú y en el extranjero, y obtenido diversas distinciones literarias: primer puesto en el concurso Teatro Universitario San Marco (1977), mención en el Concurso de Cuento Puebla, México (1978), primer puesto en el concurso Teatro Universitario San Marcos (1979), mención en la I Bienal de Cuento “Premio Copé 1979”, segundo puesto en la II Bienal de Cuento “Premio Copé 1981”, segundo puesto en el Concurso de Cuento de Municipalidad de Lima (1982), primer puesto en el Concurso de Novela de la Municipalidad de Lima (1982), segundo puesto en el Concurso de Cuento de la Municipalidad de Lima (1982), tercer puesto en el Concurso de Cuento de la Municipalidad de Lima (1983), tercer puesto en el Concurso de Novela de la Municipalidad de Lima (1983), mención en el concurso Teatro Universitario San Marcos (1983), primer puesto en el Concurso de Cuentos de las 1,000 palabras de Caretas (1983), tercer puesto en el Concurso de Cuentos de las 1,000 palabras de Caretas (1985), mención en el Concurso de Teatro Manuela Ramos (1985), mención en la IV Bienal de Cuento “Premio Copé 1985”, dos menciones en el Concurso de Cuentos de las 1,000 palabras de Caretas (1987), segundo puesto en la VI Bienal de Cuento “Premio Copé 1989”, mención en el Concurso de Cuentos de las 1,000 palabras de Caretas (1991), mención en el Concurso de Crónicas sobre España de la revista Sí (1993), primer puesto en el Concurso de Libro de Cuentos Diario del sótano de Studium y Solarmonía (1993).
La ciencia ficción invade Lima
Invitación
Al conmemorarse los dos años de la muerte del escritor peruano José B. Adolph, se celebrará en Lima, el Coloquio de escritores de literatura fantástica y ciencia ficción José B. Adolph. El evento se llevará a cabo el día sábado 20 de febrero del presente, desde las 3 y 30 pm., en la Sala de Conferencias de la Casa de la Literatura Peruana, con sede en Jr. Ancash 207 – (Antigua estación de Desamparados) – en el Cercado de Lima, al costado de Palacio de Gobierno. En este encuentro participarán escritores importantes de la ciencia ficción peruana y del género fantástico, como Carlos Calderón Fajardo, José Güich, José Donayre, Adriana Alarco de Zadra, Daniel Salvo; y jóvenes valores como Pedro Félix Novoa, Iván Bolaños, Carlos Saldívar y Yelinna Pulliti. La Conferencia Inaugural, titulada «Ciencia ficción e imaginación» estará a cargo del escritor y dramaturgo, Juan Rivera Saavedra, miembro de la Generación del 50. Se exhibirá el video documental sobre Adolph, «La política de la ficción», del director, Ronald García; además de venta de libros de los autores y vino de honor.
El ingreso es libre.
Elton Honores
Coordinador del Coloquio
Sobre José B. Adolph:
José B. Adolph (Stuttgart, Alemania, 1933- Lima, 2008) reside en el Perú desde 1938. Es ciudadano peruano desde 1974 y periodista colegiado. Ha publicado los libros de cuentos El retorno de Aladino (Lima, 1968), Hasta que la muerte (Lima, 1971), Invisible para las fieras (Lima, 1972), Cuentos del relojero abominable (Lima, 1973), Mañana fuimos felices (Lima, 1974), La batalla del café (Lima, 1984), Un dulce horror (Lima, 1989), Diario del sótano (Lima, 1996), Los fines del mundo (Lima, 2003), y las novelas La ronda de los generales (Lima, 1973), Mañana, las ratas (Lima, 1984), Dora (Lima, 1989), la trilogía novelística en un volumen De mujeres y heridas (Lima, 2000) –“Ningún Dios”, “Especulaciones sobre otro barco” y “La profunda maldad del universo”–, La verdad sobre Dios y JBA (Lima, 2001) y Un ejército de locos (Lima 2003). En el ámbito teatral, cuenta con cuatro obras premiadas. Sus cuentos han sido traducidos al inglés, alemán, sueco, flamenco, francés, polaco, húngaro e italiano, y han sido publicados en antologías y textos universitarios de Estados Unidos, España, Argentina, México, Suecia, Bélgica, Alemania, Polonia, Hungría, Italia, como Antología de ciencia ficción latinoamericana (Rodolfo Alonso editor, Buenos Aires, 1970), Die Venusnarbe, SF aus Sudamérica (Heyne, München, 1982), A flor de piel. Erotismo en el Perú (Peisa, Lima, 1993), Cuentistas peruanos de hoy (Goethe Institut, Lima, 1985), Antología del cuento fantástico peruano (San Marcos, Lima, 1977), Con mucho gusto (Holt, Rinehart & Winston, Nueva York, 1980), Literatura moderna hispánica (National Textbook Co., Skokie, Ill. 1975), Antología del joven relato latinoamericano (Fabril Editores, Buenos Aires, 1972), Det nödvändigste, CF latinoam. (Delta Förlags AB, Stockholm, 1978), Ein Provisorium lacht (Bärmeier & Nikel, Frankfurt a.M., 1965) y 13 años de los mejores cuentos de 1,000 palabras (Jaime Campodónico editor, Lima 1995). Ha ejercido diversos cargos periodísticos en diarios y revistas en el Perú y en el extranjero, y obtenido diversas distinciones literarias: primer puesto en el concurso Teatro Universitario San Marco (1977), mención en el Concurso de Cuento Puebla, México (1978), primer puesto en el concurso Teatro Universitario San Marcos (1979), mención en la I Bienal de Cuento “Premio Copé 1979”, segundo puesto en la II Bienal de Cuento “Premio Copé 1981”, segundo puesto en el Concurso de Cuento de Municipalidad de Lima (1982), primer puesto en el Concurso de Novela de la Municipalidad de Lima (1982), segundo puesto en el Concurso de Cuento de la Municipalidad de Lima (1982), tercer puesto en el Concurso de Cuento de la Municipalidad de Lima (1983), tercer puesto en el Concurso de Novela de la Municipalidad de Lima (1983), mención en el concurso Teatro Universitario San Marcos (1983), primer puesto en el Concurso de Cuentos de las 1,000 palabras de Caretas (1983), tercer puesto en el Concurso de Cuentos de las 1,000 palabras de Caretas (1985), mención en el Concurso de Teatro Manuela Ramos (1985), mención en la IV Bienal de Cuento “Premio Copé 1985”, dos menciones en el Concurso de Cuentos de las 1,000 palabras de Caretas (1987), segundo puesto en la VI Bienal de Cuento “Premio Copé 1989”, mención en el Concurso de Cuentos de las 1,000 palabras de Caretas (1991), mención en el Concurso de Crónicas sobre España de la revista Sí (1993), primer puesto en el Concurso de Libro de Cuentos Diario del sótano de Studium y Solarmonía (1993).
Al conmemorarse los dos años de la muerte del escritor peruano José B. Adolph, se celebrará en Lima, el Coloquio de escritores de literatura fantástica y ciencia ficción José B. Adolph. El evento se llevará a cabo el día sábado 20 de febrero del presente, desde las 3 y 30 pm., en la Sala de Conferencias de la Casa de la Literatura Peruana, con sede en Jr. Ancash 207 – (Antigua estación de Desamparados) – en el Cercado de Lima, al costado de Palacio de Gobierno. En este encuentro participarán escritores importantes de la ciencia ficción peruana y del género fantástico, como Carlos Calderón Fajardo, José Güich, José Donayre, Adriana Alarco de Zadra, Daniel Salvo; y jóvenes valores como Pedro Félix Novoa, Iván Bolaños, Carlos Saldívar y Yelinna Pulliti. La Conferencia Inaugural, titulada «Ciencia ficción e imaginación» estará a cargo del escritor y dramaturgo, Juan Rivera Saavedra, miembro de la Generación del 50. Se exhibirá el video documental sobre Adolph, «La política de la ficción», del director, Ronald García; además de venta de libros de los autores y vino de honor.
El ingreso es libre.
Elton Honores
Coordinador del Coloquio
Sobre José B. Adolph:
José B. Adolph (Stuttgart, Alemania, 1933- Lima, 2008) reside en el Perú desde 1938. Es ciudadano peruano desde 1974 y periodista colegiado. Ha publicado los libros de cuentos El retorno de Aladino (Lima, 1968), Hasta que la muerte (Lima, 1971), Invisible para las fieras (Lima, 1972), Cuentos del relojero abominable (Lima, 1973), Mañana fuimos felices (Lima, 1974), La batalla del café (Lima, 1984), Un dulce horror (Lima, 1989), Diario del sótano (Lima, 1996), Los fines del mundo (Lima, 2003), y las novelas La ronda de los generales (Lima, 1973), Mañana, las ratas (Lima, 1984), Dora (Lima, 1989), la trilogía novelística en un volumen De mujeres y heridas (Lima, 2000) –“Ningún Dios”, “Especulaciones sobre otro barco” y “La profunda maldad del universo”–, La verdad sobre Dios y JBA (Lima, 2001) y Un ejército de locos (Lima 2003). En el ámbito teatral, cuenta con cuatro obras premiadas. Sus cuentos han sido traducidos al inglés, alemán, sueco, flamenco, francés, polaco, húngaro e italiano, y han sido publicados en antologías y textos universitarios de Estados Unidos, España, Argentina, México, Suecia, Bélgica, Alemania, Polonia, Hungría, Italia, como Antología de ciencia ficción latinoamericana (Rodolfo Alonso editor, Buenos Aires, 1970), Die Venusnarbe, SF aus Sudamérica (Heyne, München, 1982), A flor de piel. Erotismo en el Perú (Peisa, Lima, 1993), Cuentistas peruanos de hoy (Goethe Institut, Lima, 1985), Antología del cuento fantástico peruano (San Marcos, Lima, 1977), Con mucho gusto (Holt, Rinehart & Winston, Nueva York, 1980), Literatura moderna hispánica (National Textbook Co., Skokie, Ill. 1975), Antología del joven relato latinoamericano (Fabril Editores, Buenos Aires, 1972), Det nödvändigste, CF latinoam. (Delta Förlags AB, Stockholm, 1978), Ein Provisorium lacht (Bärmeier & Nikel, Frankfurt a.M., 1965) y 13 años de los mejores cuentos de 1,000 palabras (Jaime Campodónico editor, Lima 1995). Ha ejercido diversos cargos periodísticos en diarios y revistas en el Perú y en el extranjero, y obtenido diversas distinciones literarias: primer puesto en el concurso Teatro Universitario San Marco (1977), mención en el Concurso de Cuento Puebla, México (1978), primer puesto en el concurso Teatro Universitario San Marcos (1979), mención en la I Bienal de Cuento “Premio Copé 1979”, segundo puesto en la II Bienal de Cuento “Premio Copé 1981”, segundo puesto en el Concurso de Cuento de Municipalidad de Lima (1982), primer puesto en el Concurso de Novela de la Municipalidad de Lima (1982), segundo puesto en el Concurso de Cuento de la Municipalidad de Lima (1982), tercer puesto en el Concurso de Cuento de la Municipalidad de Lima (1983), tercer puesto en el Concurso de Novela de la Municipalidad de Lima (1983), mención en el concurso Teatro Universitario San Marcos (1983), primer puesto en el Concurso de Cuentos de las 1,000 palabras de Caretas (1983), tercer puesto en el Concurso de Cuentos de las 1,000 palabras de Caretas (1985), mención en el Concurso de Teatro Manuela Ramos (1985), mención en la IV Bienal de Cuento “Premio Copé 1985”, dos menciones en el Concurso de Cuentos de las 1,000 palabras de Caretas (1987), segundo puesto en la VI Bienal de Cuento “Premio Copé 1989”, mención en el Concurso de Cuentos de las 1,000 palabras de Caretas (1991), mención en el Concurso de Crónicas sobre España de la revista Sí (1993), primer puesto en el Concurso de Libro de Cuentos Diario del sótano de Studium y Solarmonía (1993).
jueves, 11 de febrero de 2010
Abofeteando a un cadáver
Abofeteando a un cadáver. Antología de literatura bizarra. Lima: Bizarro ediciones, 2007. 131 pp. *
Desde hace ya un tiempo atrás, han aparecido en Lima diversos sellos editoriales independientes, cuyo interés principal es captar las nuevas propuestas literarias de jóvenes autores o inéditos, con el afán de darlos a conocer al gran público. Uno de estos sellos es Bizarro ediciones, que entre sus libros publicados el 2007, incluye la importante reedición de Para tenerlos bajo llave (1ra edición, 1994, 2da edición, 1999) de Carlos Carrillo.
Con esta política de publicar una “literatura contracultural, underground, antisistema y marginal” (p. 7), es que el editor decide reunir “las voces más destacadas de la poesía y narrativa peruana de los últimos años” (contratapa) e inagurar fundacionalmente la literatura bizarra en el Perú.
Lo bizarro como poética plantea un problema: la dificultad de establecer con claridad cuál es el grado cero literario (es decir qué es “lo tradicional”, aquello que no “ataca” el buen gusto y las buenas costumbres), para entender la definición de lo bizarro como lo extraño, lo raro, lo extravagante, es decir lo que se aleja de la norma; como corpus, tener en claro qué es lo destacado, lo representativo del panorama literario actual; por ello el proceso de selección de textos resulta, como toda antología, algo arbitrario.
El libro se divide en dos secciones: poesía y narrativa. Quizás sea la primera sección la más sólida en la línea de lo bizarro, pues incluye trabajos de poetas con un considerable background en el medio “contracultural”: Leo Zelada, Rodolfo Ybarra; junto a otros como Willy Gómez, Héctor Ñaupari y José Antonio Galloso. A ellos se suman Franz Fisher (Peskador), Raul Alfonso Allaín y Vilo Arévalo. La sorpresa de esta sección la constituye Lord Tiranna, quien con un estilo lovecraftniano, construye un discurso poético interesante con pocos elementos, que incluye lo medieval y lo fantástico. Completan esta primera parte los trabajos de Iván Fernández Davila, Juvino Yauri Bhol, Rudy Jordán y Giancarlo Huapaya.
En líneas generales, la característica principal de esta sección poética es su regodeo en el mal, en la destrucción, en lo gótico, en ciertas reminiscencias eróticas y en lo escatológico.
La segunda sección trae propiamente menos elementos bizarros de lo que el lector pudiera esperar de una antología bizarra. Destacan Cynthia Zegarra, con un relato de corte necrofílico, que puede filiarse al género fantástico y Richar Primo, con un cuento fantástico bajo la modalidad del ghost-history; además de Carlos Carrillo, de quien se toma solo un fragmento de su cuento “Una última perversión”, lo cual hace que pierda la atmósfera inicial del relato.
En esta sección algunos relatos manifiestan el conflicto de la identidad sexual (Thorndike; Podestá); el mundo de la sexualidad infantil (Llosa Vélez; Pardo); cuentos hiperrealistas con una fuerte carga de violencia latente (Castillo) o explícita (Meza, Rimachi Sialer), de marcado tono reynosiano (Carrasco Núñez); o de prosa poética (Ildefonso).
En todos ellos, el erotismo atraviesa, principalmente, las historias. El otro elemento importante es la violencia.
Salvo Zegarra, Primo y Carrillo (con la atingencia de no confundir lo fantástico con el concepto de lo bizarro), las otras propuestas no llegan a ser bizarras propiamente, excepto en determinados momentos; están más cerca del realismo sucio, como el caso de Rimachi Sialer, que narra una interesante historia que juega con ciertos códigos del melodrama, la pornografía y el hiperrealismo, pero que sería poco apropiado definirla como bizarra, pues el relato refiere la realidad de modo mimético: no extraña la realidad.
La principal objeción al libro es lo indeterminado y casi subjetivo del término bizarro, pues parece ser que para que algo sea bizarro, depende en última instancia del lector, es decir que no es un problema textual sino que deja a criterio del lector el otorgar ese adjetivo a los textos antes mencionados, el cual puede llegar a confundir un verdadero texto bizarro de otro que no lo es. A ello se agrega que lo bizarro dependería del medio sociocultural: cuando más ortodoxo y conservador sea el medio, más fácil será ser bizarro. La otra observación es la poca presencia femenina en la antología ¿Acaso las escritoras no son tan bizarras como los escritores?
Sin duda, nos encontramos frente a una antología complicada, pero necesaria, pues permite observar en parte, las nuevas tendencias de la literatura escrita en Lima, lo cual constituye un aporte importante y arriesgado que hay que celebrar.
Elton Honores
Universidad Nacional Mayor de San Marcos
Universidad San Ignacio de Loyola
* Publicado en un blog literario el año 2008.
Desde hace ya un tiempo atrás, han aparecido en Lima diversos sellos editoriales independientes, cuyo interés principal es captar las nuevas propuestas literarias de jóvenes autores o inéditos, con el afán de darlos a conocer al gran público. Uno de estos sellos es Bizarro ediciones, que entre sus libros publicados el 2007, incluye la importante reedición de Para tenerlos bajo llave (1ra edición, 1994, 2da edición, 1999) de Carlos Carrillo.
Con esta política de publicar una “literatura contracultural, underground, antisistema y marginal” (p. 7), es que el editor decide reunir “las voces más destacadas de la poesía y narrativa peruana de los últimos años” (contratapa) e inagurar fundacionalmente la literatura bizarra en el Perú.
Lo bizarro como poética plantea un problema: la dificultad de establecer con claridad cuál es el grado cero literario (es decir qué es “lo tradicional”, aquello que no “ataca” el buen gusto y las buenas costumbres), para entender la definición de lo bizarro como lo extraño, lo raro, lo extravagante, es decir lo que se aleja de la norma; como corpus, tener en claro qué es lo destacado, lo representativo del panorama literario actual; por ello el proceso de selección de textos resulta, como toda antología, algo arbitrario.
El libro se divide en dos secciones: poesía y narrativa. Quizás sea la primera sección la más sólida en la línea de lo bizarro, pues incluye trabajos de poetas con un considerable background en el medio “contracultural”: Leo Zelada, Rodolfo Ybarra; junto a otros como Willy Gómez, Héctor Ñaupari y José Antonio Galloso. A ellos se suman Franz Fisher (Peskador), Raul Alfonso Allaín y Vilo Arévalo. La sorpresa de esta sección la constituye Lord Tiranna, quien con un estilo lovecraftniano, construye un discurso poético interesante con pocos elementos, que incluye lo medieval y lo fantástico. Completan esta primera parte los trabajos de Iván Fernández Davila, Juvino Yauri Bhol, Rudy Jordán y Giancarlo Huapaya.
En líneas generales, la característica principal de esta sección poética es su regodeo en el mal, en la destrucción, en lo gótico, en ciertas reminiscencias eróticas y en lo escatológico.
La segunda sección trae propiamente menos elementos bizarros de lo que el lector pudiera esperar de una antología bizarra. Destacan Cynthia Zegarra, con un relato de corte necrofílico, que puede filiarse al género fantástico y Richar Primo, con un cuento fantástico bajo la modalidad del ghost-history; además de Carlos Carrillo, de quien se toma solo un fragmento de su cuento “Una última perversión”, lo cual hace que pierda la atmósfera inicial del relato.
En esta sección algunos relatos manifiestan el conflicto de la identidad sexual (Thorndike; Podestá); el mundo de la sexualidad infantil (Llosa Vélez; Pardo); cuentos hiperrealistas con una fuerte carga de violencia latente (Castillo) o explícita (Meza, Rimachi Sialer), de marcado tono reynosiano (Carrasco Núñez); o de prosa poética (Ildefonso).
En todos ellos, el erotismo atraviesa, principalmente, las historias. El otro elemento importante es la violencia.
Salvo Zegarra, Primo y Carrillo (con la atingencia de no confundir lo fantástico con el concepto de lo bizarro), las otras propuestas no llegan a ser bizarras propiamente, excepto en determinados momentos; están más cerca del realismo sucio, como el caso de Rimachi Sialer, que narra una interesante historia que juega con ciertos códigos del melodrama, la pornografía y el hiperrealismo, pero que sería poco apropiado definirla como bizarra, pues el relato refiere la realidad de modo mimético: no extraña la realidad.
La principal objeción al libro es lo indeterminado y casi subjetivo del término bizarro, pues parece ser que para que algo sea bizarro, depende en última instancia del lector, es decir que no es un problema textual sino que deja a criterio del lector el otorgar ese adjetivo a los textos antes mencionados, el cual puede llegar a confundir un verdadero texto bizarro de otro que no lo es. A ello se agrega que lo bizarro dependería del medio sociocultural: cuando más ortodoxo y conservador sea el medio, más fácil será ser bizarro. La otra observación es la poca presencia femenina en la antología ¿Acaso las escritoras no son tan bizarras como los escritores?
Sin duda, nos encontramos frente a una antología complicada, pero necesaria, pues permite observar en parte, las nuevas tendencias de la literatura escrita en Lima, lo cual constituye un aporte importante y arriesgado que hay que celebrar.
Elton Honores
Universidad Nacional Mayor de San Marcos
Universidad San Ignacio de Loyola
* Publicado en un blog literario el año 2008.
lunes, 8 de febrero de 2010
Seminario de Literatura fantástica 2010
Intrusiones a lo fantástico y a la literatura de terror
Expositor: Lic. Elton Honores
Sumilla: El curso propone fundamentalmente una visión panorámica de lo fantástico moderno en la literatura universal, desde su génesis en la novela gótica, pasando por la sensibilidad romántica, en el siglo XIX, hasta la narrativa del siglo XX. Además, problematizaremos sobre la categoría de lo fantástico a lo largo del seminario, y revisaremos algunos de los tópicos más frecuentes como el monstruo, entre otros tópicos de lo fantástico y del terror.
Objetivos:
- Presentar un panorama histórico de la producción narrativa fantástica y de terror.
- Identificar la evolución del terror en la literatura y las principales características estéticas de cada autor seleccionado.
- Establecer las relaciones entre lo fantástico con otros géneros como la ciencia ficción, el gótico, el humor, el horror y el gore.
- Lectura de los principales textos de los autores seleccionados y comentarios críticos en cada sesión.
Programa del curso:
1. Definiciones de lo fantástico: Lovecraft, Caillois, Todorov, Roas.
Lectura de textos seleccionados
2. La novela gótica: de Horace Walpole a Charles Maturin.
Lectura de “El Castillo de Leixlip” de Charles Maturin
3. El maestro Edgar Allan Poe.
Lectura de “La caída de la casa de Usher” de E. A. Poe
4. H. P. Lovecraft. El círculo Lovecraft.
Lectura de “El horror de Dunwich” de H. P. Lovecraft.
5. El terror contemporáneo: Stephen King. Otros autores.
Lectura de “The Boogeyman” y “El último turno” de Stephen King
6. La literatura y el cine de terror.
Lectura del film In the mouth of madness, de John Carpenter
Duración: 6 sesiones de 90 minutos
Inicio: 19 de febrero de 2010
Horario: Viernes de 7:00 a 8:30 pm.
Informes e inscripciones:
CENTRO DE ESTUDIOS LITERARIOS ANTONIO CORNEJO POLAR
Av. Benavides 3074 / Ovalo de Higuereta / Miraflores Teléfonos: 449-0331 / 216-1029
Mail: celacp@wayna.rcp.net.pe Web: http://celacp.perucultural.org.pe/activi1.asp
Expositor: Lic. Elton Honores
Sumilla: El curso propone fundamentalmente una visión panorámica de lo fantástico moderno en la literatura universal, desde su génesis en la novela gótica, pasando por la sensibilidad romántica, en el siglo XIX, hasta la narrativa del siglo XX. Además, problematizaremos sobre la categoría de lo fantástico a lo largo del seminario, y revisaremos algunos de los tópicos más frecuentes como el monstruo, entre otros tópicos de lo fantástico y del terror.
Objetivos:
- Presentar un panorama histórico de la producción narrativa fantástica y de terror.
- Identificar la evolución del terror en la literatura y las principales características estéticas de cada autor seleccionado.
- Establecer las relaciones entre lo fantástico con otros géneros como la ciencia ficción, el gótico, el humor, el horror y el gore.
- Lectura de los principales textos de los autores seleccionados y comentarios críticos en cada sesión.
Programa del curso:
1. Definiciones de lo fantástico: Lovecraft, Caillois, Todorov, Roas.
Lectura de textos seleccionados
2. La novela gótica: de Horace Walpole a Charles Maturin.
Lectura de “El Castillo de Leixlip” de Charles Maturin
3. El maestro Edgar Allan Poe.
Lectura de “La caída de la casa de Usher” de E. A. Poe
4. H. P. Lovecraft. El círculo Lovecraft.
Lectura de “El horror de Dunwich” de H. P. Lovecraft.
5. El terror contemporáneo: Stephen King. Otros autores.
Lectura de “The Boogeyman” y “El último turno” de Stephen King
6. La literatura y el cine de terror.
Lectura del film In the mouth of madness, de John Carpenter
Duración: 6 sesiones de 90 minutos
Inicio: 19 de febrero de 2010
Horario: Viernes de 7:00 a 8:30 pm.
Informes e inscripciones:
CENTRO DE ESTUDIOS LITERARIOS ANTONIO CORNEJO POLAR
Av. Benavides 3074 / Ovalo de Higuereta / Miraflores Teléfonos: 449-0331 / 216-1029
Mail: celacp@wayna.rcp.net.pe Web: http://celacp.perucultural.org.pe/activi1.asp
La fabulosa máquina del sueño de José Donayre
La fabulosa máquina del sueño (1999) de José Donayre *
Elton Honores
Universidad Nacional Mayor de San Marcos
Universidad San Ignacio de Loyola
José Donayre (Lima, 1966) es un autor atípico dentro del panorama literario. En su primera novela, La fabulosa máquina del sueño (1999), el registro realista, tan característico en el Perú, da paso a una obra de ciencia ficción hecha de fragmentos, de residuos, de “sueños” que se hacen realidad y que los personajes y el lector concretizan en su imaginación, ya que los dos planos de la realidad y del sueño, funcionan como interdependientes.
La historia de esta novela transcurre en los márgenes –o fuera de escena- en una ciudad sin nombre signada por cortes de electricidad, llena de mendigos que hurgan en contenedores de basura, bajo un Estado totalitario que busca el control de los sujetos, ciudadanos corporativos que están al margen de esta máquina, en medio de una guerra no muy clara, en la que Aldo, Gala y Leonardo –personaje central de la novela-, serán los malos, los transgresores, los que subvierten el orden al intentar crear una utopía a partir de esta fabulosa máquina.
La fusión del hombre con la máquina (que es también la búsqueda de la conquista del placer) supondrá una metamorfosis del sujeto, la irrupción del cuerpo, su enfermedad y la aparición de nuevos órganos, que emparentan claramente el texto de Donayre con el cine de David Cronenberg, por sus escenas repulsivas, chocantes o perturbadoras (recordemos la ingesta de niños o los encuentros sexuales despojados de toda humanidad, en esta novela) cercanas a la estética de películas como Videodrome, Scanners o Crash, o films de terror de serie B.
Lo perturbador en Donayre, como en Cronenberg, es metáfora de algo más aterrador y profundo, relacionado con la transformación, el cambio en el interior-exterior del hombre, producto de su relación con los avances de la ciencia (la fabulosa máquina) y la tecnología (las drogas).
La visión del amor como una enfermedad –si es que es posible hablar del amor en esta novela o de algo parecido-, surge a través de recuerdos, de un pasado que acompaña a Leonardo, pues lo que vemos es más bien la deshumanización del hombre, en un mundo de drogas (que no es nuevo en la literatura si recordamos que en El retrato de Dorian Gray, hay alusiones a la evasión moral por medio de paraísos artificiales como el opio), donde está prohibido evadirse o soñar.
La novela de Donayre está más cercana al movimiento cyberpunk por el cambio radical en el orden social, la condición de personajes que viven al margen de la ciudad en un futuro distópico y la modificación del cuerpo humano a partir de la máquina y las drogas.
También hay un erotismo sádico, que es expresado mediante un paroxismo verbal, semejante al de El cuerpo de Guilia-no de Jorge Eduardo Eielson, uno de los pocos referentes literarios nacionales presentes en este texto, que se inserta en otra tradición: el cine de Cronenberg, El almuerzo desnudo de William Burroughs, el surrealismo de El discreto encanto de la burguesía de Buñuel, los cuadros de Dalí, Borges y Kafka.
Hay en esta novela una crisis de la racionalidad, del logos (el interrogatorio policial a Leonardo es sintomático de esta crisis), ya que hay una especie de vida paralela que va de la realidad a la alucinación (el sueño).
Donayre, rompe no solo con las formas realistas sino con buena parte de la tradición literaria peruana, lo cual podría leerse como la gestación de una nueva literatura que no pasa necesariamente por las formas hiperrealistas o costumbristas tradicionales.
[…]
* Fragmento de la ponencia titulada “Los libros extraños 1997-2006”, leída en el Auditorio Principal de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la UNMSM (2006).
Elton Honores
Universidad Nacional Mayor de San Marcos
Universidad San Ignacio de Loyola
José Donayre (Lima, 1966) es un autor atípico dentro del panorama literario. En su primera novela, La fabulosa máquina del sueño (1999), el registro realista, tan característico en el Perú, da paso a una obra de ciencia ficción hecha de fragmentos, de residuos, de “sueños” que se hacen realidad y que los personajes y el lector concretizan en su imaginación, ya que los dos planos de la realidad y del sueño, funcionan como interdependientes.
La historia de esta novela transcurre en los márgenes –o fuera de escena- en una ciudad sin nombre signada por cortes de electricidad, llena de mendigos que hurgan en contenedores de basura, bajo un Estado totalitario que busca el control de los sujetos, ciudadanos corporativos que están al margen de esta máquina, en medio de una guerra no muy clara, en la que Aldo, Gala y Leonardo –personaje central de la novela-, serán los malos, los transgresores, los que subvierten el orden al intentar crear una utopía a partir de esta fabulosa máquina.
La fusión del hombre con la máquina (que es también la búsqueda de la conquista del placer) supondrá una metamorfosis del sujeto, la irrupción del cuerpo, su enfermedad y la aparición de nuevos órganos, que emparentan claramente el texto de Donayre con el cine de David Cronenberg, por sus escenas repulsivas, chocantes o perturbadoras (recordemos la ingesta de niños o los encuentros sexuales despojados de toda humanidad, en esta novela) cercanas a la estética de películas como Videodrome, Scanners o Crash, o films de terror de serie B.
Lo perturbador en Donayre, como en Cronenberg, es metáfora de algo más aterrador y profundo, relacionado con la transformación, el cambio en el interior-exterior del hombre, producto de su relación con los avances de la ciencia (la fabulosa máquina) y la tecnología (las drogas).
La visión del amor como una enfermedad –si es que es posible hablar del amor en esta novela o de algo parecido-, surge a través de recuerdos, de un pasado que acompaña a Leonardo, pues lo que vemos es más bien la deshumanización del hombre, en un mundo de drogas (que no es nuevo en la literatura si recordamos que en El retrato de Dorian Gray, hay alusiones a la evasión moral por medio de paraísos artificiales como el opio), donde está prohibido evadirse o soñar.
La novela de Donayre está más cercana al movimiento cyberpunk por el cambio radical en el orden social, la condición de personajes que viven al margen de la ciudad en un futuro distópico y la modificación del cuerpo humano a partir de la máquina y las drogas.
También hay un erotismo sádico, que es expresado mediante un paroxismo verbal, semejante al de El cuerpo de Guilia-no de Jorge Eduardo Eielson, uno de los pocos referentes literarios nacionales presentes en este texto, que se inserta en otra tradición: el cine de Cronenberg, El almuerzo desnudo de William Burroughs, el surrealismo de El discreto encanto de la burguesía de Buñuel, los cuadros de Dalí, Borges y Kafka.
Hay en esta novela una crisis de la racionalidad, del logos (el interrogatorio policial a Leonardo es sintomático de esta crisis), ya que hay una especie de vida paralela que va de la realidad a la alucinación (el sueño).
Donayre, rompe no solo con las formas realistas sino con buena parte de la tradición literaria peruana, lo cual podría leerse como la gestación de una nueva literatura que no pasa necesariamente por las formas hiperrealistas o costumbristas tradicionales.
[…]
* Fragmento de la ponencia titulada “Los libros extraños 1997-2006”, leída en el Auditorio Principal de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la UNMSM (2006).
Coloquio escritores de literatura fantástica y ciencia ficción 2010
Coloquio de escritores de literatura fantástica y ciencia ficción
“José B. Adolph”
2010
Sala de Conferencias de la
CASA DE LA LITERATURA PERUANA
Programa
Sábado 20 de febrero de 2010
Inauguración 3:30- 3:40
Elton Honores, Universidad San Ignacio de Loyola
Karen Calderón, Casa de la Literatura Peruana
Conferencia Inaugural 3:40- 4:20
Juan Rivera Saavedra: «Ciencia ficción e imaginación»
Exhibición de vídeo sobre José B. Adolph: 4:20- 4:35
«La política de la ficción». Director: Ronald García
Mesa 1
Ciencia ficción peruana I 4:45-5:45
Participan: Carlos Saldívar, Yelinna Pulliti, Iván Bolaños
Modera: Juan Carlos Gaspar
Mesa 2
Ciencia ficción peruana II 5:55- 6:55
Participan: Pedro Félix Novoa, Daniel Salvo, Adriana Alarco de Zadra
Modera: César Espinoza
Mesa 3
Literatura fantástica peruana contemporánea 7:00- 8:00
Participan: José Donayre, José Güich, Carlos Calderón Fajardo
Modera: Juan Cuya
Clausura 8:00- 8:15
Brindis de honor.
Ingreso Libre
Casa de la Literatura Peruana
Jr. Ancash 207 - (Antigua estación de Desamparados) - Cercado de Lima.
“José B. Adolph”
2010
Sala de Conferencias de la
CASA DE LA LITERATURA PERUANA
Programa
Sábado 20 de febrero de 2010
Inauguración 3:30- 3:40
Elton Honores, Universidad San Ignacio de Loyola
Karen Calderón, Casa de la Literatura Peruana
Conferencia Inaugural 3:40- 4:20
Juan Rivera Saavedra: «Ciencia ficción e imaginación»
Exhibición de vídeo sobre José B. Adolph: 4:20- 4:35
«La política de la ficción». Director: Ronald García
Mesa 1
Ciencia ficción peruana I 4:45-5:45
Participan: Carlos Saldívar, Yelinna Pulliti, Iván Bolaños
Modera: Juan Carlos Gaspar
Mesa 2
Ciencia ficción peruana II 5:55- 6:55
Participan: Pedro Félix Novoa, Daniel Salvo, Adriana Alarco de Zadra
Modera: César Espinoza
Mesa 3
Literatura fantástica peruana contemporánea 7:00- 8:00
Participan: José Donayre, José Güich, Carlos Calderón Fajardo
Modera: Juan Cuya
Clausura 8:00- 8:15
Brindis de honor.
Ingreso Libre
Casa de la Literatura Peruana
Jr. Ancash 207 - (Antigua estación de Desamparados) - Cercado de Lima.
jueves, 4 de febrero de 2010
Arequipa sobrenatural y fantástica de Pablo Nicoli
NICOLI SEGURA, Pablo. Arequipa sobrenatural y fantástica. Arequipa, Ed. Alexis, 2005. 160 pp. *
La narrativa de Pablo Nicoli Segura (Arequipa, 1964) se mueve dentro de lo que se conoce como literatura fantástica, que en el Perú cuenta con una línea de desarrollo coherente y que se inicia, entre otros, con los autores modernistas como Carlos E. B. Ledgard, José Antonio Román, Clemente Palma y Augusto Aguirre Morales.
Anteriormente el autor ha publicado dos libros sobre una serie dedicada exclusivamente a Arequipa (Arequipa y sus misterios; Arequipa fantasmas y leyendas). Esta serie tiene su origen en los cuentos y leyendas de Mariano Ambrosio Cateriano y Francisco Ibáñez, escritores arequipeños del siglo XIX publicados por el propio Nicoli en un diario local. Siguiendo esta premisa, los tres libros de Nicoli, exploran el lado oculto, misterioso y desconocido de la Ciudad Blanca, a través de textos que recogen tradiciones populares y que hasta al día de hoy perviven en la colectividad, algunos tomados de experiencias y recuerdos; y otros basados en fuentes bibliográficas raras o poco conocidas.
El libro Arequipa sobrenatural y fantástica, tercero de la serie, se divide en dos partes. La primera titulada: ‘Arequipa entre la historia y la leyenda’ y la segunda ‘Narraciones’. La primera parte, al modo de pequeñas crónicas, nos habla de la presencia de la figura demonio en la catedral de Arequipa, de la posibilidad de un encuentro con extraterrestres en el año de 1600 tomando como referencia diversas fuentes y crónicas antiguas y encuentros personales con lo sobrenatural. La segunda parte del libro resulta más interesante por su carácter de ficción.
‘Narraciones’ contiene 14 relatos, algunos breves, de entre los que destacan “El Asterión”, “Las ruinas circulares”, “Viajeros por el tiempo en la Guerra del Pacífico”, “Cortar por lo sano”, “El culto bajo La Catedral”, y “Despertares”, con el que se cierra el libro.
En ”Las ruinas circulares” nos encontramos frente a un texto que dialoga largamente con toda la serie iniciada por H.P. Lovecraft en su ciclo sobre los mitos de Cthulhu. Lo que introduce como novedoso en la serie es la fusión con referentes nacionales como las culturas precolombinas (en este caso Chavín, Mochica y Maya) y en donde además, se alude al arqueólogo Alva, descubridor de las ruinas de Sipán, como personaje secundario.
En “Viajeros por el tiempo en la Guerra del Pacífico”, el viaje por el tiempo se mezcla con un episodio trágico de nuestra historia: la Guerra con Chile. Si bien el cuento se emparenta con la ciencia ficción, la posibilidad de que el Perú hubiese ganado la guerra, plantea al final del cuento, un resultado creíble y hasta incluso muy realista.
“Cortar por lo sano”, quizás el mejor cuento del libro, nos habla de la deshumanización y la metamorfosis, temas asociables al absurdo kafkiano, y que se configuran como un círculo vicioso.
En líneas generales, las constantes en las que se mueven los personajes o la voz narrativa del libro son los espacios antiguos como La Catedral o la vieja casona-librería y la numerología (la obsesión por el siete es explícita y alude, según Cirlot, a un ciclo o período completo y además, a los pecados capitales y a sus oponentes).
El autor se mueve con un estilo y lenguaje sencillo que no arriesga pero que es efectivo cuando se trata de atrapar al lector en lo que se narra y en crear la atmósfera enrarecida del mundo representado, por lo cual se le puede asociar a la línea de la literatura fantástica en su vertiente más clásica como Henry James. Es marcada, también, la influencia de Lovecraft, Cortázar, Poe y Borges. El libro incluye, además, una serie de dibujos que ilustran la temática de los cuentos.
Las falencias del libro estriban en aquel aire de homenaje que rinde el autor a sus autores preferidos, que aportan poco a un desarrollo de una cuentista fantástica en el Perú, y el puro afán de divertimento o de evasión que plantea el autor en el prólogo, con respecto a su propio libro. Sin embargo creemos que el caso de Nicoli Segura es muy interesante dado que en Lima estamos acostumbrados a emparentar a las voces de otros espacios del Perú con un realismo, en algunos casos, telúrico; siendo Nicoli una voz marginal dentro de la marginalidad por haber elegido lo fantástico como modo de expresión.
Elton Honores
Universidad Nacional Mayor de San Marcos
Universidad San Ignacio de Loyola
* Publicado originalmente en la revista San Marcos n° 25, Segundo semestre, 2006
La narrativa de Pablo Nicoli Segura (Arequipa, 1964) se mueve dentro de lo que se conoce como literatura fantástica, que en el Perú cuenta con una línea de desarrollo coherente y que se inicia, entre otros, con los autores modernistas como Carlos E. B. Ledgard, José Antonio Román, Clemente Palma y Augusto Aguirre Morales.
Anteriormente el autor ha publicado dos libros sobre una serie dedicada exclusivamente a Arequipa (Arequipa y sus misterios; Arequipa fantasmas y leyendas). Esta serie tiene su origen en los cuentos y leyendas de Mariano Ambrosio Cateriano y Francisco Ibáñez, escritores arequipeños del siglo XIX publicados por el propio Nicoli en un diario local. Siguiendo esta premisa, los tres libros de Nicoli, exploran el lado oculto, misterioso y desconocido de la Ciudad Blanca, a través de textos que recogen tradiciones populares y que hasta al día de hoy perviven en la colectividad, algunos tomados de experiencias y recuerdos; y otros basados en fuentes bibliográficas raras o poco conocidas.
El libro Arequipa sobrenatural y fantástica, tercero de la serie, se divide en dos partes. La primera titulada: ‘Arequipa entre la historia y la leyenda’ y la segunda ‘Narraciones’. La primera parte, al modo de pequeñas crónicas, nos habla de la presencia de la figura demonio en la catedral de Arequipa, de la posibilidad de un encuentro con extraterrestres en el año de 1600 tomando como referencia diversas fuentes y crónicas antiguas y encuentros personales con lo sobrenatural. La segunda parte del libro resulta más interesante por su carácter de ficción.
‘Narraciones’ contiene 14 relatos, algunos breves, de entre los que destacan “El Asterión”, “Las ruinas circulares”, “Viajeros por el tiempo en la Guerra del Pacífico”, “Cortar por lo sano”, “El culto bajo La Catedral”, y “Despertares”, con el que se cierra el libro.
En ”Las ruinas circulares” nos encontramos frente a un texto que dialoga largamente con toda la serie iniciada por H.P. Lovecraft en su ciclo sobre los mitos de Cthulhu. Lo que introduce como novedoso en la serie es la fusión con referentes nacionales como las culturas precolombinas (en este caso Chavín, Mochica y Maya) y en donde además, se alude al arqueólogo Alva, descubridor de las ruinas de Sipán, como personaje secundario.
En “Viajeros por el tiempo en la Guerra del Pacífico”, el viaje por el tiempo se mezcla con un episodio trágico de nuestra historia: la Guerra con Chile. Si bien el cuento se emparenta con la ciencia ficción, la posibilidad de que el Perú hubiese ganado la guerra, plantea al final del cuento, un resultado creíble y hasta incluso muy realista.
“Cortar por lo sano”, quizás el mejor cuento del libro, nos habla de la deshumanización y la metamorfosis, temas asociables al absurdo kafkiano, y que se configuran como un círculo vicioso.
En líneas generales, las constantes en las que se mueven los personajes o la voz narrativa del libro son los espacios antiguos como La Catedral o la vieja casona-librería y la numerología (la obsesión por el siete es explícita y alude, según Cirlot, a un ciclo o período completo y además, a los pecados capitales y a sus oponentes).
El autor se mueve con un estilo y lenguaje sencillo que no arriesga pero que es efectivo cuando se trata de atrapar al lector en lo que se narra y en crear la atmósfera enrarecida del mundo representado, por lo cual se le puede asociar a la línea de la literatura fantástica en su vertiente más clásica como Henry James. Es marcada, también, la influencia de Lovecraft, Cortázar, Poe y Borges. El libro incluye, además, una serie de dibujos que ilustran la temática de los cuentos.
Las falencias del libro estriban en aquel aire de homenaje que rinde el autor a sus autores preferidos, que aportan poco a un desarrollo de una cuentista fantástica en el Perú, y el puro afán de divertimento o de evasión que plantea el autor en el prólogo, con respecto a su propio libro. Sin embargo creemos que el caso de Nicoli Segura es muy interesante dado que en Lima estamos acostumbrados a emparentar a las voces de otros espacios del Perú con un realismo, en algunos casos, telúrico; siendo Nicoli una voz marginal dentro de la marginalidad por haber elegido lo fantástico como modo de expresión.
Elton Honores
Universidad Nacional Mayor de San Marcos
Universidad San Ignacio de Loyola
* Publicado originalmente en la revista San Marcos n° 25, Segundo semestre, 2006
El cuerpo de Guilia-no de Jorge Eduardo Eielson
EL EROTISMO SAGRADO, LA CIENCIA FICCIÓN Y LA SOLEDAD CÓSMICA EN EL CUERPO DE GIULIA-NO DE J. E. EIELSON *
Elton Honores
Universidad Nacional Mayor de San Marcos
Universidad San Ignacio de Loyola
Desde hace ya una década, la obra de J. E. Eielson (Lima, 1921- Milán, 2006) ha adquirido una importancia inusual dentro de los estudios literarios e inclusive plásticos. Basta citar los trabajos de Camilo Fernández Cozman (1996), Sergio Ramírez Franco (2000), o el de Emilio Tarazona (2004). Con su reciente fallecimiento, la obra de Eielson está condenada, pues, a ser objeto de análisis y de estudios acuciosos, debido a su carácter de epígono en las letras y del arte peruano pues es el artista más completo que haya dado el Perú, ya que se ha expresado tanto en poesía, novela, teatro, como en pintura, instalaciones, performances, fotografía, happenings, etc; pero este interés conlleva, a su vez, el riesgo de convertir a Eielson en un objeto –situación que considero que él hubiera rechazado de plano- al servicio de no solo una teoría sino de varias o inclusive de una razón omnipotente que intenta descifrar el cierto misterio que encierra toda obra de arte.
Es por ello que propongo hacer una lectura de El cuerpo de Giulia-no ( en adelante ECG) a partir de su condición paradigmática dentro de la obra de este autor, pues sus formas de expresión van desde la música, pasando por el teatro, la fotografía, el cine, la poesía, la narración, la escultura o el performance; además de introducir en el texto, géneros populares como la novela erótica y la ciencia ficción , con las que manifiesta una conciencia política, que lo alejan de ese supuesto “purista” de su poesía; incluso está presente el conflicto interior producto de la invasión española que rompe una concepción del mundo, la cosmovisión andina, y que genera un trauma, que no solo atraviesa la obra de un autor como José María Arguedas sino que también está presente en el texto de Eielson.
Así tenemos en ECG , publicado originalmente en México en 1971, una primera línea narrativa que se resume en la búsqueda o reconstrucción del pasado, por parte del personaje de Eduardo, alter-ego de Eielson, mediante el lenguaje. A lo largo de la novela se muestra el fracaso del lenguaje por expresar lo humano (incluso se puede hacer un paralelo con la obra de Eielson que tiende hacia el silencio y trabaja formas artísticas que buscan acercarse a un conocimiento primigenio o arquetípico, como es el caso de los nudos precolombinos).
Los capítulos del libro, se dividen en tres movimientos (al modo de una pieza musical), separados por tres epígrafes. El primer movimiento va de los capítulos 1-11 y bajo las palabras de Lao Tse; el segundo movimiento va del capítulo 12-15 con palabras de Raymond Roussel; y el tercer movimiento va de los capítulos 16-22 con palabras de Satipathana Suta. En cada movimiento hay un acontecimiento de orden sexual que atraviesa la línea narrativa de toda la novela. El libro se cierra con la mención a los ‘Personajes en orden de entrada’, que de por sí alude a las formas propias del teatro (e incluso a la coda musical).
[...]
* Fragmento del ensayo completo publicado en Tinta Expresa n° 2 2006
Elton Honores
Universidad Nacional Mayor de San Marcos
Universidad San Ignacio de Loyola
Desde hace ya una década, la obra de J. E. Eielson (Lima, 1921- Milán, 2006) ha adquirido una importancia inusual dentro de los estudios literarios e inclusive plásticos. Basta citar los trabajos de Camilo Fernández Cozman (1996), Sergio Ramírez Franco (2000), o el de Emilio Tarazona (2004). Con su reciente fallecimiento, la obra de Eielson está condenada, pues, a ser objeto de análisis y de estudios acuciosos, debido a su carácter de epígono en las letras y del arte peruano pues es el artista más completo que haya dado el Perú, ya que se ha expresado tanto en poesía, novela, teatro, como en pintura, instalaciones, performances, fotografía, happenings, etc; pero este interés conlleva, a su vez, el riesgo de convertir a Eielson en un objeto –situación que considero que él hubiera rechazado de plano- al servicio de no solo una teoría sino de varias o inclusive de una razón omnipotente que intenta descifrar el cierto misterio que encierra toda obra de arte.
Es por ello que propongo hacer una lectura de El cuerpo de Giulia-no ( en adelante ECG) a partir de su condición paradigmática dentro de la obra de este autor, pues sus formas de expresión van desde la música, pasando por el teatro, la fotografía, el cine, la poesía, la narración, la escultura o el performance; además de introducir en el texto, géneros populares como la novela erótica y la ciencia ficción , con las que manifiesta una conciencia política, que lo alejan de ese supuesto “purista” de su poesía; incluso está presente el conflicto interior producto de la invasión española que rompe una concepción del mundo, la cosmovisión andina, y que genera un trauma, que no solo atraviesa la obra de un autor como José María Arguedas sino que también está presente en el texto de Eielson.
Así tenemos en ECG , publicado originalmente en México en 1971, una primera línea narrativa que se resume en la búsqueda o reconstrucción del pasado, por parte del personaje de Eduardo, alter-ego de Eielson, mediante el lenguaje. A lo largo de la novela se muestra el fracaso del lenguaje por expresar lo humano (incluso se puede hacer un paralelo con la obra de Eielson que tiende hacia el silencio y trabaja formas artísticas que buscan acercarse a un conocimiento primigenio o arquetípico, como es el caso de los nudos precolombinos).
Los capítulos del libro, se dividen en tres movimientos (al modo de una pieza musical), separados por tres epígrafes. El primer movimiento va de los capítulos 1-11 y bajo las palabras de Lao Tse; el segundo movimiento va del capítulo 12-15 con palabras de Raymond Roussel; y el tercer movimiento va de los capítulos 16-22 con palabras de Satipathana Suta. En cada movimiento hay un acontecimiento de orden sexual que atraviesa la línea narrativa de toda la novela. El libro se cierra con la mención a los ‘Personajes en orden de entrada’, que de por sí alude a las formas propias del teatro (e incluso a la coda musical).
[...]
* Fragmento del ensayo completo publicado en Tinta Expresa n° 2 2006
Horno de reverbero de José Donayre
Donayre Hoefken, José. Horno de reverbero. Lima: Mundo ajeno, 2007. 100 pp.
José Donayre Hoefken (Lima, 1966) luego de la impecable novela La trama de las moiras (ver Tinta expresa n-1, 2005, pp. 86-87) nos sorprende con Horno de reverbero, conjunto de 69 textos breves o microrrelatos, inicialmente publicados en un blog del mismo nombre. Sorprende en la medida que es un texto experimental y de difícil clasificación (en él se entrecruza la reflexión sobre el proceso creativo, la reflexión histórica y filosófica, historias con atmósferas místicas, una fuerte referencialidad al mundo del cine, y sobre todo, la ficción contundente) pues no se busca una representación mimética de la realidad sino que ésta es subvertida por medio de un cuidadoso trabajo del lenguaje como materia literaria.
Algunos elementos o tópicos de este libro son la obsesión por el tiempo (a todas luces, no lineal), las pulsiones del hablante por el crimen, la intertextualidad (que va desde la literatura, el cine, pasando por la filosofía, la teología, la astronomía o la ciencia física), y el conflicto yo – otro enmarcado dentro del conflicto de la identidad.
De todos estos es éste último el que adquiere una mayor consistencia a lo largo de varios textos del libro. Este conflicto plantea la presencia de un sujeto escindido cuyo conocimiento del mundo se ve afectado por la presencia de dos realidades: sueño/ vigilia, sombra/ luz o ficción/ realidad (y que incluso le lleva a posturas extremas como el solipsismo); a la vez que se evidencia una metamorfosis interna del sujeto; por ello, el dilema o la duda expresan también la imposibilidad de narrar la experiencia humana, pues lo único real son los instintos.
En este marco de lectura hay tres ejes claves dentro de la estructura del libro: contemplación: que está en relación con la “belleza”, el “cosmos” y el “conocerse a si mismo”, es decir, verse a si mismo (como un otro); transgresión: ya sea del lenguaje, por medio del juego ficción/ realidad, o como acto de escritura; y ascensión: relacionado con los estados de descomposición del cuerpo tras la muerte física e incluso en unidad cuasi mística con el cosmos.
Algunos textos sobresalientes son: “Estilita” (en clave buñueliana por su referencia a burro muerto y el piano –imágenes de Un perro andaluz- y a la columna del anacoreta que recuerda a Simón del desierto), “Primordium” (y su referencia al encuentro yo – otro del año 1532), “Agnición” (sobre la posibilidad de que Homero sea en realidad Odiseo), “Intersticio” (que alude al mito griego de Diana y Acteón) y “Ascesis” (como alegoría que cierra el libro); así mismo: “Fragmentum”, “Pesquis”, “Locagonía”, “Panspermia”, “Decantación”, “Agnosia”, “Cenotafio”, entre otros.
Dentro de la poética de Horno de reverbero destacan dos postulados: “la lección es contar bien cualquier historia y no preocuparse en buscar una buena historia” (“Catástasis”, p. 41); y “la belleza es, en el fondo, el anhelo de hundirse en la nada” (“Sicalipsis”, p. 43). Ambas citas pueden englobar este libro pues la forma se impone a cualquier afán “contenidista” del autor.
José Donayre, al modo de los antiguos alquimistas medievales, ha sabido separar la escoria o residua, para concentrar en estos breves relatos, el resultado de sus experimentos verbales y que son parte de la búsqueda permanente por alcanzar aquello que resulta imposible: el texto perfecto, en una edición impecable. Donayre reafirma en Horno de reverbero, su condición de escritor secreto o de culto con historias, en donde, además de todo lo señalado, se impone casi siempre y en última instancia, la soledad humana.
Elton Honores
Universidad Nacional Mayor de San Marcos
Universidad San Ignacio de Loyola
* Publicado originalmente en Tinta Expresa n° 3. 2008
José Donayre Hoefken (Lima, 1966) luego de la impecable novela La trama de las moiras (ver Tinta expresa n-1, 2005, pp. 86-87) nos sorprende con Horno de reverbero, conjunto de 69 textos breves o microrrelatos, inicialmente publicados en un blog del mismo nombre. Sorprende en la medida que es un texto experimental y de difícil clasificación (en él se entrecruza la reflexión sobre el proceso creativo, la reflexión histórica y filosófica, historias con atmósferas místicas, una fuerte referencialidad al mundo del cine, y sobre todo, la ficción contundente) pues no se busca una representación mimética de la realidad sino que ésta es subvertida por medio de un cuidadoso trabajo del lenguaje como materia literaria.
Algunos elementos o tópicos de este libro son la obsesión por el tiempo (a todas luces, no lineal), las pulsiones del hablante por el crimen, la intertextualidad (que va desde la literatura, el cine, pasando por la filosofía, la teología, la astronomía o la ciencia física), y el conflicto yo – otro enmarcado dentro del conflicto de la identidad.
De todos estos es éste último el que adquiere una mayor consistencia a lo largo de varios textos del libro. Este conflicto plantea la presencia de un sujeto escindido cuyo conocimiento del mundo se ve afectado por la presencia de dos realidades: sueño/ vigilia, sombra/ luz o ficción/ realidad (y que incluso le lleva a posturas extremas como el solipsismo); a la vez que se evidencia una metamorfosis interna del sujeto; por ello, el dilema o la duda expresan también la imposibilidad de narrar la experiencia humana, pues lo único real son los instintos.
En este marco de lectura hay tres ejes claves dentro de la estructura del libro: contemplación: que está en relación con la “belleza”, el “cosmos” y el “conocerse a si mismo”, es decir, verse a si mismo (como un otro); transgresión: ya sea del lenguaje, por medio del juego ficción/ realidad, o como acto de escritura; y ascensión: relacionado con los estados de descomposición del cuerpo tras la muerte física e incluso en unidad cuasi mística con el cosmos.
Algunos textos sobresalientes son: “Estilita” (en clave buñueliana por su referencia a burro muerto y el piano –imágenes de Un perro andaluz- y a la columna del anacoreta que recuerda a Simón del desierto), “Primordium” (y su referencia al encuentro yo – otro del año 1532), “Agnición” (sobre la posibilidad de que Homero sea en realidad Odiseo), “Intersticio” (que alude al mito griego de Diana y Acteón) y “Ascesis” (como alegoría que cierra el libro); así mismo: “Fragmentum”, “Pesquis”, “Locagonía”, “Panspermia”, “Decantación”, “Agnosia”, “Cenotafio”, entre otros.
Dentro de la poética de Horno de reverbero destacan dos postulados: “la lección es contar bien cualquier historia y no preocuparse en buscar una buena historia” (“Catástasis”, p. 41); y “la belleza es, en el fondo, el anhelo de hundirse en la nada” (“Sicalipsis”, p. 43). Ambas citas pueden englobar este libro pues la forma se impone a cualquier afán “contenidista” del autor.
José Donayre, al modo de los antiguos alquimistas medievales, ha sabido separar la escoria o residua, para concentrar en estos breves relatos, el resultado de sus experimentos verbales y que son parte de la búsqueda permanente por alcanzar aquello que resulta imposible: el texto perfecto, en una edición impecable. Donayre reafirma en Horno de reverbero, su condición de escritor secreto o de culto con historias, en donde, además de todo lo señalado, se impone casi siempre y en última instancia, la soledad humana.
Elton Honores
Universidad Nacional Mayor de San Marcos
Universidad San Ignacio de Loyola
* Publicado originalmente en Tinta Expresa n° 3. 2008
martes, 2 de febrero de 2010
MNAAHP
Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú
“EL ESCENARIO VISUAL: CONSERVACION Y MUSEOGRAFÍA
Jueves de 4 de febrero
“La construcción del guión museográfico“
Arq. Miguel Ángel Vidal Trujillo
MNAAHP
Jueves 18 de febrero
“La conservación Preventiva y las herramientas para la identificación y reducción de riesgos en el Patrimonio Cultural”
Lic. Rosa Martínez Navarro
Jueves 25 de febrero
La Materia y la Imagen: Los dominios de la intervención directa en los bienes culturales”
Hist. Luis Adawi Schreiber
• Lugar: Auditorio del MNAAHP
• Hora: 7:00 p.m.
• Informes: 4637231 – 4637665, anexo 245 o al 2617852
Nota: Se entregará constancia de asistencia a quienes nos hayan acompañado a todas las conferencias y a solicitud del interesado.
Ingreso Libre
“EL ESCENARIO VISUAL: CONSERVACION Y MUSEOGRAFÍA
Jueves de 4 de febrero
“La construcción del guión museográfico“
Arq. Miguel Ángel Vidal Trujillo
MNAAHP
Jueves 18 de febrero
“La conservación Preventiva y las herramientas para la identificación y reducción de riesgos en el Patrimonio Cultural”
Lic. Rosa Martínez Navarro
Jueves 25 de febrero
La Materia y la Imagen: Los dominios de la intervención directa en los bienes culturales”
Hist. Luis Adawi Schreiber
• Lugar: Auditorio del MNAAHP
• Hora: 7:00 p.m.
• Informes: 4637231 – 4637665, anexo 245 o al 2617852
Nota: Se entregará constancia de asistencia a quienes nos hayan acompañado a todas las conferencias y a solicitud del interesado.
Ingreso Libre
Revista de Literatura Tinta Expresa 4
Revista de Literatura
Tinta Expresa
A continuación presentamos el índice del próximo número de la revista literaria Tinta Expresa, que saldrá a la luz en febrero. El tema central en esta ocasión es la literatura fantástica, además de un homenaje a José B. Adolph.
Castillo de naipes (Textos críticos de temática variada)
La narrativa del cincuenta y el proceso de modernización de la crítica literaria peruana/Carlos García Miranda
La visión estética del mundo en La ciudad de los tísicos de Abraham Valdelomar/Néstor Saavedra Muñoz
Tod Browning, un director freak/Javier de Taboada
Tom de Finlandia: cuatro miradas en torno a los roles de género/Arturo Córdova Ramírez
Una mirada al teatro peruano contemporáneo/Mirella Merly Quispe Ramos
Los textos híbridos no pueden formar tradición: entrevista a Martín Lienhard/Eduardo Huaytán-Edwin Canaza
Epicentro(Tema central: Literatura fantástica)
Lo inverosímil y lo femenino en María Soledad Quiroga y Elena Garro/Mara L. García
Apuntes sobre narrador no confiable en “Los ojos de Lina”/José Güich Rodríguez
El enigma de las cajas chinas o la progresión del yo en dos cuentos de Felipe Buendía: “El baúl” y “El extraño caso de los sres. Levi”/Gonzalo Portals Zubiate
Lecturas de la ficción cyberpunk brasileña: un análisis de reseñas y críticas/Rodolfo Rorato Londero
La narrativas mitológicas y su estatuto dialéctico en “El último fauno” y otros cuentos de Clemente Palma/Eduardo Huaytán Martínez
La cf latinoamericana y José B. Adolph/Bernard Goorden
José B. Adolph y la Edad de Oro de la ciencia ficción peruana/Daniel Salvo
José B. Adolph: la anticipación tecnopolítica como instrumento de subversión intelectual/Alfredo Illescas
Eros y Tánatos en el Diario del sótano (1996) de José B. Adolph/Juan R. Cuya Nina
Dossier José B. Adolph (Presentación, selección de textos y documentos)/Elton Honores
Textos de creación: poesía, narrativa y dossier fantástico)
Deuda / Mitología/ José Cabrera
Dom. 10 de agosto – Dom. 19 de octubre/ Melissa Ghessi
IV – VI – VII/ Yamila Greco
Brevísima crónica…/ César Silva Santisteban
Duérmete niño/ Stuart Flores Herrera
Los Pinos Transparentes/ Pedro Espinoza
Variaciones dentro del tranvía/ Decepción/ Ricardo Sumalavia
Un señor muy lindo con unas alas deformes/ Pablo Nicoli Segura
El aparato/ Carlos Calderón Fajardo
Receta de igor para fabricar personajes/ José Donayre
Fotógrafo impertinente/ Carlos Meneses
Ladridos/ Hay mitos/ Carlos Enrique Saldivar
Entre pisos/ Raúl Quiroz
El campanero/ Gregorio Torres
Varia
Reseñas
Tinta Expresa
A continuación presentamos el índice del próximo número de la revista literaria Tinta Expresa, que saldrá a la luz en febrero. El tema central en esta ocasión es la literatura fantástica, además de un homenaje a José B. Adolph.
Castillo de naipes (Textos críticos de temática variada)
La narrativa del cincuenta y el proceso de modernización de la crítica literaria peruana/Carlos García Miranda
La visión estética del mundo en La ciudad de los tísicos de Abraham Valdelomar/Néstor Saavedra Muñoz
Tod Browning, un director freak/Javier de Taboada
Tom de Finlandia: cuatro miradas en torno a los roles de género/Arturo Córdova Ramírez
Una mirada al teatro peruano contemporáneo/Mirella Merly Quispe Ramos
Los textos híbridos no pueden formar tradición: entrevista a Martín Lienhard/Eduardo Huaytán-Edwin Canaza
Epicentro(Tema central: Literatura fantástica)
Lo inverosímil y lo femenino en María Soledad Quiroga y Elena Garro/Mara L. García
Apuntes sobre narrador no confiable en “Los ojos de Lina”/José Güich Rodríguez
El enigma de las cajas chinas o la progresión del yo en dos cuentos de Felipe Buendía: “El baúl” y “El extraño caso de los sres. Levi”/Gonzalo Portals Zubiate
Lecturas de la ficción cyberpunk brasileña: un análisis de reseñas y críticas/Rodolfo Rorato Londero
La narrativas mitológicas y su estatuto dialéctico en “El último fauno” y otros cuentos de Clemente Palma/Eduardo Huaytán Martínez
La cf latinoamericana y José B. Adolph/Bernard Goorden
José B. Adolph y la Edad de Oro de la ciencia ficción peruana/Daniel Salvo
José B. Adolph: la anticipación tecnopolítica como instrumento de subversión intelectual/Alfredo Illescas
Eros y Tánatos en el Diario del sótano (1996) de José B. Adolph/Juan R. Cuya Nina
Dossier José B. Adolph (Presentación, selección de textos y documentos)/Elton Honores
Textos de creación: poesía, narrativa y dossier fantástico)
Deuda / Mitología/ José Cabrera
Dom. 10 de agosto – Dom. 19 de octubre/ Melissa Ghessi
IV – VI – VII/ Yamila Greco
Brevísima crónica…/ César Silva Santisteban
Duérmete niño/ Stuart Flores Herrera
Los Pinos Transparentes/ Pedro Espinoza
Variaciones dentro del tranvía/ Decepción/ Ricardo Sumalavia
Un señor muy lindo con unas alas deformes/ Pablo Nicoli Segura
El aparato/ Carlos Calderón Fajardo
Receta de igor para fabricar personajes/ José Donayre
Fotógrafo impertinente/ Carlos Meneses
Ladridos/ Hay mitos/ Carlos Enrique Saldivar
Entre pisos/ Raúl Quiroz
El campanero/ Gregorio Torres
Varia
Reseñas
lunes, 1 de febrero de 2010
El otro mundo de José B. Adolph
El otro mundo de José B. Adolph
Entrevista a Delia Revoredo Sedero
Elton Honores
Conversamos con Delia Sara Revoredo Sedero, artista plástica y compañera de José B. Adolph (Stuttgart 1933-Lima 2008), quien nos da un testimonio sobre el autor. Varios de sus cuadros han servido como portadas para los libros de Adolph, como De mujeres y heridas (2000), La verdad sobre Dios y JBA (2001) , Un ejército de locos (2003) y Es solo un viejo tren (2007). La entrevista se realizó el viernes 26 de diciembre de 2008 a las 9:00 am., en su casa, en Miraflores.
El exilio y los primeros años
¿La familia de Adolph fue expulsada de Alemania?
No. Al principio, en la Alemania nazi estaban contentos cuando los judíos se iban. . Incluso podían salir con algo de dinero, pero eso fue muy al principio... Luego se fueron poniendo un poco más «duros» con los judíos, y ya todos sabemos en qué terminó esa historia...
¿Dónde estudió?
En el Anglo Peruano, pero a la edad de 12 ó 13 años estudió un año en Chosica, en el Santa Rosa de Chosica, antes de irse a Nueva York, donde estuvo también un año. Lo mandaron interno al Santa Rosa de Chosica porque tenía muchos problemas de salud, con los bronquios, en parte fue por cuestiones de salud y también a ver si lo «enderezaban» un poco porque era demasiado rebelde... Comentaba que el director del Santa Rosa de Chosica era el padre Cirilo —que era español, flaquito y chiquito—, y que en la entrada había un retrato inmenso de Franco... Después de Nueva York regresó nuevamente al Anglo, donde solo llegó hasta tercero de media.
De las cartas a Rudy Neisser se desprenden algunos nombres... uno de ellos fue Francisco Stastny...
Sí. Recuerdo que una vez conversando con Francisco Stastny, contó que él había quedado muy impactado con algo que se le había grabado, que estando en la primaria, en un momento, cuando los profesores preguntaban «Qué quisieran hacer, ser de grandes». Según Stastny, mientras la mayoría dudaba o elegían profesiones más convencionales con una seguridad y aplomo impresionantes, Pepe [Adolph] respondió «Yo quiero ser escritor» o «Yo voy a ser escritor». Y eso le impactó. Pepe decía, «Seguro que tú lo has inventado». Y Stastny decía que no, que él lo dijo con una seguridad... Herman Braun es un pintor de éxito en París. La segunda novela de la trilogía De mujeres y heridas está inspirada en Max Braun y también el cuento «Un musgo frío»... Max era una persona muy especial... Moisés Gheiler era también gran amigo de Pepe a pesar de las diferencias de opinión, eran muy amigos... También Zuño Helfgott, incluso en una de las fotos del video de Ronald García, sale Zuño... él era profesor del Conservatorio...
Ismael Frías...
No sé si realmente amigos, pero se conocieron. Él falleció. De él le he escuchado hablar como un personaje rarísimo, misterioso, extraño, siempre con complejos de clandestinidad, de conspiración. Para él, todo se hacía desde las sombras, por juntas, a escondidas... un personaje extraño...
¿Adolph tendía a «mitificarse», a inventar cosas de sí mismo?
No. Para nada. Al contrario. En todo caso, si alguna vez decía algunas cosas sobre sí mismo, eran en forma autoagresiva, «rebajándose». Y no para hacerse el interesante o el especial... todo lo contrario. Tampoco se creía los halagos, le daban mucho pudor. Las personas tenían que hacerle recordar las cosas buenas sobre él... y aún así no se las creía, las evadía... generalmente con un chiste... o no les daba importancia...
¿Por qué dejó de estudiar?
En cuarto de media, decidió que ya no quería seguir estudiando y se empeñó en que lo jalaran en todos los cursos. Fue algo totalmente premeditado y deliberado. Ese fue el fin de todos sus estudios. A él le gustaba muchísimo leer. Pero el estudio…. fue una cosa que nunca pudo con eso, nunca le gustó. Además, estaba en una etapa de mucha rebeldía, entrando en la adolescencia, se mezcló el fastidio por el estudio, la rebeldía muy fuerte, los cuestionamientos...
Cuando se refiere al estudio se refiere al estudio como signo de «institución» o como actitud para la investigación..
Sí, a la enseñanza institucionalizada. Él decía que era incapaz de aprender o estudiar nada en forma sistemática, organizada, por obligación. Lo que aprendía, lo aprendía leyendo, lo que le interesaba. No leía algo «Porque hay que saber» esto o aquello o porque se lo ordenaran, sino con libertad, sin ningún propósito, ahondando en los temas y en los autores que le interesaban.
¿A qué se dedicaba el padre de Adolph en Lima?
Él alquilaba cines, generalmente que estaban quebrados y los ponía a funcionar. Él los alquilaba, compraba películas, los reflotaba y luego los vendía. También trabajaba haciendo filmaciones domésticas, fiestas, bautizos...
Entonces Adolph tuvo un acceso al cine importante para la época...
Sí. Él me contó que le ayudaba a su papá. No solo viendo películas. Incluso cuando su papá hacía sus filmaciones, él le cargaba las cosas... Recordaba una filmación sobre el padre Urraca y cómo el cura les mostró una rajadura por la que supuestamente se había escapado el padre, huyendo del demonio que se le presentó en forma de mujer …
¿Cuáles eran las preferencias de Adolph por el cine?
Delia Revoredo Sedero y José B. Adolph, en una reunión de Ciberayllu, en agosto del 2002.Sé que su gusto era amplio. Le fascinaba Fellini, si tuviera que mencionar solo a uno... También Bergman...
¿Veía films de ciencia ficción?
Sí, esas le gustaban también. Incluso las actuales. Si había una película que la daban en el cine pero había opción a comprarla, él definitivamente prefería ir al cine. Tenía un rechazo a verlas en tv... Yo le he escuchado comentar sobre propuestas para llevar obras suyas al cine... Sé que estaban interesados en filmar Dora, pero nunca se concretó... José Antonio Portugal estuvo interesado...
Adolph señala que estuvo dos semanas en Última Hora, pero que renunció porque no le pagaron...
Él decía que lo habían echado de todos los diarios y de los que no, había renunciado porque no le habían pagado. Lo último fue en La República, en los 90, porque tuvo la «osadía» de reclamar su sueldo. El decía: «Lo justo es lo justo». A veces la gente «aguanta» porque dicen «Ya me pagarán» o «por el prestigio de escribir acá». Él no tenía ese tipo de aguante. Creía que había que reclamar por su trabajo y, si no, se iba.
Adolph, la ciencia ficción y el «canon» personal
¿Cuál era el interés de Adolph por la ciencia ficción?
Él, en su interés por comprender y acercarse un poco a la realidad y sus misterios, sentía que tenía que ir más allá, y cuando uno va más allá en literatura, llámese ciencia ficción o «especulación», está tratando de acercarse a la realidad... tanto a la de los comportamientos humanos como a otras realidades que uno intenta descubrir, cuestionar y explicarse. El proyectarse o especular, es también analizar algo más concreto de la realidad.
Le preguntaba esto, porque usted señaló que Adolph no se reconocía necesariamente como escritor de ciencia ficción...
Él sí se reconocía como escritor de ciencia ficción, pero no solo eso. Es decir, él jamás se preocupó por definirse: «Yo soy un autor de ciencia ficción». Nunca se preocupó por etiquetarse, catalogarse. En alguna ocasión, decía «Sí, yo he hecho ciencia ficción, pero también otras cosas que no necesariamente son consideradas como ciencia ficción»... No le preocupaban las etiquetas: «Yo escribo y punto. Hago literatura fantástica, ciencia ficción, literatura de horror, lo que fuere, en todo caso, qué diablos. Yo escribo lo que tengo que escribir y punto». Él no se preocupaba por ese tema, era cuestión de los demás... A él le costaba reconocerse como escritor. Simplemente decía «yo escribo». Incluso cuando entraba a un país y tenía que rellenar el formulario, en Ocupación no ponía «escritor», porque se sentía tremendamente corto, sentía que era un acto de insolencia, de vanidad. Ponía periodista...
O «escritor de ciencia ficción»...
(Risas) Sí. Soy «escritor de ciencia ficción»... en todo caso, él se reconocía como escritor del género, pero no solo eso.
Sobre los autores peruanos ¿Conoce con quien tenía empatía dentro de la tradición peruana?
Sé que le gustaban mucho José Güich y Enrique Prochazka... También Eleodoro Vargas Vicuña, a quien conoció; Ventura García Calderón. Decía que «había sido injustamente tratado y olvidado», porque decían que era «afrancesado»...
e imperialista...
Sí... Le gustaba también Ribeyro. Vallejo, Eguren, y que si tuviera que quedarse con uno de estos dos, no sabría por cuál decidirse, también Watanabe, en cuanto a poesía... José María Arguedas, Rivera Martínez, Miguel Gutiérrez, la última novela de Díaz Herrera... Con Prochazka se conocieron una vez en la presentación de un libro de Luis Freire. Prochazka se acercó a Pepe para saludarlo... A José Güich, lo conoció cuando lo trajo Julio Viccina a la casa... Pepe no estaba muy enterado de lo que se producía últimamente en el ambiente literario peruano ni relacionándose con él, sino totalmente fuera, como en otro mundo... También le gustaron cosas de Gonzalo Málaga...para citar alguno de los autores de las nuevas generaciones. Para Pepe la literatura si era buena, era buena, sin importarle el género o lugar de procedencia, no estuvo en la búsqueda de eso...
Si uno considera a Vargas Vicuña y a García Calderón, observa que son autores olvidados y que conforman un canon personal, muy marginal...
Sí... También entra mucho el prejuicio hacia el autor: lo catalogan y lo sacan del medio...
¿Adolph era sociable?
Pepe era una persona muy solitaria, no era muy «amiguero», de verse con gente, frecuentarla. Él proyectaba la imagen de que era muy comunicativo, «amiguero», pero no era así. Él conoció a mucha gente y era conocido, pero de tratarla, de reunirse, frecuentarla, poquísimo: Él era prácticamente un ermitaño.
¿No llegó a concretar ningún libro de poesía?
Han quedado algunos poemas inéditos que encontré en la computadora, unos diez o doce de hace diez años... No sé si en algún momento tuvo interés en publicarlos... Los escribía... Siempre escribió, pero por temporadas, le venía con mucha fuerza la necesidad, excepto en los últimos años por problemas de salud….lo hacía sobre todo en las mañanas, a partir de las diez, después del desayuno... con el cigarrillo... decía que fumaba desde los doce años... nunca lo dejó...
¿Por qué Adolph se nacionalizó como peruano?
Hasta antes de regresar a Alemania a finales de los cincuenta estuvo como apátrida, y allí recuperó la nacionalidad alemana que le habían quitado. Luego, al regresar al Perú, para obtener un trabajo necesitaba la nacionalidad peruana. Entonces dijo «Como quiera que sea, de Alemania prácticamente nos botaron, aquí en Perú nos acogieron».
Dispersiones adolphianas
¿Publicó algo durante su estancia en Alemania en los 60?
Sí. Envió algunas colaboraciones que se publicaron en Alemania...
En el extranjero ¿Nunca le pedían permiso para ser antologado?
Hace relativamente poco, dos o tres años, se enteró que había sido antologado en Italia. Los localizó y llegó a contactarse con ellos, era una revista de ciencia ficción... Decía que aunque sea le hubieran comunicado, aunque no le enviaran un ejemplar... un plagio total... Eso le sucedió muchas veces. Sé que si a él le preguntaban para publicar, él aceptaba...pero no siempre lo hacían.
En una entrevista antigua Adolph señala que Mañana, las ratas estaba a publicarse en Polonia...
No sé si se llegó a publicar... Él llego a localizar a la traductora hace muchos años... Sé que estaba en conversaciones con esta traductora... eso fue importante porque se publicaron en Polonia otras cosas de Pepe...
Veo que en los libros de la biblioteca de Adolph no hay ninguna anotación o glosas:.. el libro era un objeto de culto...
(Risas) Sí, anotar cosas en un libro o subrayar frases, le parecía algo horrendo, detestaba esa costumbre. Le encantaban los libros, no solo leerlos sino como objetos, le parecían lindísimos, bellos, le fascinaban. Cuando no había más espacio, los donaba, ha regalado muchos libros a bibliotecas. Luego en cada mudanza, se fueron perdiendo, y también tuvo que deshacerse de bibliotecas completas ... Pepe leía de todo, no tenía un tema en particular. En los últimos años no quería leer cosas demasiado profundas sino de entretenimiento, policiales... pero leía de todo...
El teatro y sobre la crítica
Adolph tuvo una producción teatral fuerte en los 70 ¿Por qué dejó de escribir teatro?
Creo que él iba incursionando en diferentes campos. Así como ha hecho poesía, teatro... nunca se quedó en un género literario... Hizo ciencia ficción, otras cosas también ... Él escribía de acuerdo a lo que tenía necesidad de escribir, nunca se ceñía a modas literarias, o tal género o a un determinado proyecto casi autoimpuesto, «Ahora tengo que hacer esto». No. Respondía más a una necesidad. Él escribía lo que sentía que tenía que escribir en el momento y punto... también es cierto que hay cosas que motivan... Si hace obras de teatro y en el Perú no de dan mayor importancia, una persona tampoco se siente motivada. Pienso que ese puede haber sido un motivo...
La marginalidad hacia el teatro...
Sí. Si alguien escribe algo y ve que nadie le hace caso, que nadie va a poner la obra en escena, si no hay realmente acogida o hay dificultades, realmente eso desmotiva. Hablé con Gabriela Velásquez, que iba a participar en una lectura de Asedio y liberación del ciego y la parturienta, y me comentó que ellos estaban haciendo un trabajo de rescate y que en ese momento se plantearon: cómo es posible que en el Perú, teniendo autores teatrales importantes, uno tenga que traer obras de fuera. Empezaron a ver lo que tenían en la biblioteca, en San Marcos. Y las obras enviadas estaban conservadas con seudónimos como fueron presentadas a los concursos. Ellos no eligieron tal o cual autor, sino que eligieron sin saber, y al elegir entre todas las obras a representar se dieron con la sorpresa que era de Pepe, que ya había fallecido. Me dijo que no tuvo nada que ver este hecho o que se le haya querido hacer un homenaje. Simplemente coincidió, porque ella ni siquiera sabía que Pepe hacía teatro. Quedaron gratamente sorprendidos...
¿Tuvo Adolph contacto con escritores del extranjero?
Muy poco en realidad. Con René Avilés Fabila se cartearon durante muchísimo tiempo, durante años. Las cartas desparecieron, ya no están, probablemente se perdieron en una de las tantas mudanzas. Pepe guardaba algunas cosas, no de forma ordenada, quizás en un cajón. Pero sí tenía un orden mental para la creación...
En día del homenaje póstumo a José B. Adolph usted mencionó algo respecto de la crítica. ¿Adolph pensaba igual, que la crítica lo había marginado?
Nunca hablamos de ese tema. Lo que dije fue mi opinión personal. Sobre ese tema él alguna vez dijo «Yo no entiendo qué pasa». En los últimos tiempos él se estuvo preguntando «¿Qué sucede?». Incluso conversando con algunos escritores preguntaba «Yo soy una persona que no me voy a ofender, pero realmente quiero saber qué pasa, por qué ese silenciamiento. Realmente es tan malo lo que hago? Quisiera saber». Algunas personas allegadas callaban, no decían nada, y Pepe estaba convencido de que las cosas que hacía no le interesaban a nadie, que no tenían ningún valor. Creo que es una mezcla de muchas cosas. Por un lado, las argollas, las envidias, las mezquindades, por su forma desenfadada, abierta y franca de expresar sus opiniones en esta sociedad hipócrita. También, porque mucha gente no entendía las cosas que él hacía, no sabían como encasillarlo, era un escritor atípico para el Perú. También pudo ser por razones políticas, por la participación que tuvo o porque lo tildaban de «políticamente incorrecto»... Es un tema discutible... Al margen de eso, pienso que literatura es literatura. Simplemente decidieron silenciarlo... Resumiendo todo, diría: mezquindad...
Pero es paradójico porque revisando los textos antologados... porque aparece en varias de ellas... sobre todo en el extranjero...
Él no lo daba importancia a eso... pero acá en el Perú, no se le ha valorado. Y quién sabe por eso, sobre todo en los últimos tiempos, pensaba que lo que había escrito no tenía ningún valor. Inclusive, José Antonio Bravo, hizo un recuento sobre escritores peruanos de diferentes años en varios tomos, y ahí, ni siquiera lo nombra. Yo puedo entender que un autor no le guste, pero al extremo de ni siquiera nombrarlo... sobre todo si ponen a otros con una calidad muy discutible...
La bandera en alto
¿Con cuál de todos sus textos se sentía Adolph más satisfecho?
El libro que más le gustaba y coincido con él es Ningún Dios de la trilogía De mujeres y heridas. En su momento le dije que fue un error publicar las tres novelas juntas, la letra es muy pequeña. Ese libro merecía publicarse de modo autónomo. Y él lo le reconoció «¿Qué opción tenía?». Ahora es más fácil, pero en ese momento era más difícil publicar, Dijo «por último si interesa, está ahí, el libro está». Me parece muy bueno...
Del material inédito, ¿qué ha dejado?
Hay una novela política, una parodia. La escribió hace tiempo. Es una de las cosas que quedaron de hace muchos años, de la época de Fujimori. Es sobre un dictador. Se llama La bandera en alto. Probablemente se publique. Hay un libro de cuentos inéditos, que «aparentemente» no tienen tanta profundidad, pero son muy buenos, divertidos, tomaduras de pelo…. cuestionadores, desmitificadores, más por ese lado. Le toma el pelo al psicoanálisis y a los psicoanalistas, muy divertidos, humor muy al estilo Adolph. Hay otros textos también. No sé si podrían publicarse, no hablamos de ello, no sé si hubiera querido. Ese tipo de cosas me frenan. No soy partidaria de que todo deba publicarse. Sé que él hubiera podido producir mucho más, pero lo que lo frenó muchísimo fue el hecho de no haber opción para publicar y el que no se le leyera y hasta se le ignorara. A él se le «amontonaban» los libros, y decía que mientras tenga libros apiñados, eso no le motivaba, «¿Para qué?», decía, para seguir arrumando cosas... Sé que le hubiera gustado incursionar en el cine, pero aquí no hay una industria...
¿Cómo definiría a Adolph como escritor?
(Silencio) Se me hace difícil definirlo, pienso que su obra tiene mucha profundidad psicológica, de visión de lo que es la vida, la realidad, es muy completo. A mi me gusta su obra, ese intento de acercamiento a la realidad, algunas veces con humor, desmitificando. Una lectura que dice muchas cosas pero que hace que a una le surjan nuevas preguntas, nuevos cuestionamientos, donde a una le hacen pensar cosas y va tratando de descubrir otras permanentemente, nuevas interrogantes y por cada cosa que una comprende, se queda una con muchas más preguntas. Desde La batalla del café, siento como si me noquearan, me dejan revuelta y al mismo tiempo, vital. Aunque muchas veces me hacen sentir pésimo. A veces le decía, «Qué maldito eres, me has revuelto, me has dejado mal», pero al mismo tiempo, creo, tienen un elemento muy vital, porque una siente que ahí está la vida, con todas sus interrogantes. Siento que su obra es fuerte, sobre todo en algunos cuentos, a partir de La batalla del café y en la novela Ningún Dios, que creo que muy poca gente ha entendido. Y con elementos de humor... Pepe nunca pensó que alguien pudiera tener interés en sus cosas, nunca se lo imaginó. «Si no me dieron bola vivo, de muerto mucho menos», el siempre hacía bromas al respecto, él pensaba que iba a ser así. Desde su punto de vista agnóstico pensaba que una vez muerto, para él ya no tendría ningún sentido que se le valorara. «¿Para qué?». Él no hubiera sido partidario de que mueva algo. «Total –decía– me da lo mismo, yo no me enteraría». Sin embargo, a pesar de concordar con él, no sé por qué a veces una se encuentra haciendo cosas, buscando alguna editorial que pueda publicar. Tal vez la rabia y la indignación me muevan... o el deseo de mantenerlo vivo... Sé que a Pepe no le hubiera interesado. Sin embargo creo que es importante. Espero que se valore y se reconozca lo que él hizo. Desde el momento que alguien escribe es porque siente que tiene algo que decir y Pepe dijo muchas cosas importantes.
Publicado originalmente en Ciberayllu
http://www.ciberayllu.org/Cronicas/EH_DeliaRevoredo.html
Entrevista a Delia Revoredo Sedero
Elton Honores
Conversamos con Delia Sara Revoredo Sedero, artista plástica y compañera de José B. Adolph (Stuttgart 1933-Lima 2008), quien nos da un testimonio sobre el autor. Varios de sus cuadros han servido como portadas para los libros de Adolph, como De mujeres y heridas (2000), La verdad sobre Dios y JBA (2001) , Un ejército de locos (2003) y Es solo un viejo tren (2007). La entrevista se realizó el viernes 26 de diciembre de 2008 a las 9:00 am., en su casa, en Miraflores.
El exilio y los primeros años
¿La familia de Adolph fue expulsada de Alemania?
No. Al principio, en la Alemania nazi estaban contentos cuando los judíos se iban. . Incluso podían salir con algo de dinero, pero eso fue muy al principio... Luego se fueron poniendo un poco más «duros» con los judíos, y ya todos sabemos en qué terminó esa historia...
¿Dónde estudió?
En el Anglo Peruano, pero a la edad de 12 ó 13 años estudió un año en Chosica, en el Santa Rosa de Chosica, antes de irse a Nueva York, donde estuvo también un año. Lo mandaron interno al Santa Rosa de Chosica porque tenía muchos problemas de salud, con los bronquios, en parte fue por cuestiones de salud y también a ver si lo «enderezaban» un poco porque era demasiado rebelde... Comentaba que el director del Santa Rosa de Chosica era el padre Cirilo —que era español, flaquito y chiquito—, y que en la entrada había un retrato inmenso de Franco... Después de Nueva York regresó nuevamente al Anglo, donde solo llegó hasta tercero de media.
De las cartas a Rudy Neisser se desprenden algunos nombres... uno de ellos fue Francisco Stastny...
Sí. Recuerdo que una vez conversando con Francisco Stastny, contó que él había quedado muy impactado con algo que se le había grabado, que estando en la primaria, en un momento, cuando los profesores preguntaban «Qué quisieran hacer, ser de grandes». Según Stastny, mientras la mayoría dudaba o elegían profesiones más convencionales con una seguridad y aplomo impresionantes, Pepe [Adolph] respondió «Yo quiero ser escritor» o «Yo voy a ser escritor». Y eso le impactó. Pepe decía, «Seguro que tú lo has inventado». Y Stastny decía que no, que él lo dijo con una seguridad... Herman Braun es un pintor de éxito en París. La segunda novela de la trilogía De mujeres y heridas está inspirada en Max Braun y también el cuento «Un musgo frío»... Max era una persona muy especial... Moisés Gheiler era también gran amigo de Pepe a pesar de las diferencias de opinión, eran muy amigos... También Zuño Helfgott, incluso en una de las fotos del video de Ronald García, sale Zuño... él era profesor del Conservatorio...
Ismael Frías...
No sé si realmente amigos, pero se conocieron. Él falleció. De él le he escuchado hablar como un personaje rarísimo, misterioso, extraño, siempre con complejos de clandestinidad, de conspiración. Para él, todo se hacía desde las sombras, por juntas, a escondidas... un personaje extraño...
¿Adolph tendía a «mitificarse», a inventar cosas de sí mismo?
No. Para nada. Al contrario. En todo caso, si alguna vez decía algunas cosas sobre sí mismo, eran en forma autoagresiva, «rebajándose». Y no para hacerse el interesante o el especial... todo lo contrario. Tampoco se creía los halagos, le daban mucho pudor. Las personas tenían que hacerle recordar las cosas buenas sobre él... y aún así no se las creía, las evadía... generalmente con un chiste... o no les daba importancia...
¿Por qué dejó de estudiar?
En cuarto de media, decidió que ya no quería seguir estudiando y se empeñó en que lo jalaran en todos los cursos. Fue algo totalmente premeditado y deliberado. Ese fue el fin de todos sus estudios. A él le gustaba muchísimo leer. Pero el estudio…. fue una cosa que nunca pudo con eso, nunca le gustó. Además, estaba en una etapa de mucha rebeldía, entrando en la adolescencia, se mezcló el fastidio por el estudio, la rebeldía muy fuerte, los cuestionamientos...
Cuando se refiere al estudio se refiere al estudio como signo de «institución» o como actitud para la investigación..
Sí, a la enseñanza institucionalizada. Él decía que era incapaz de aprender o estudiar nada en forma sistemática, organizada, por obligación. Lo que aprendía, lo aprendía leyendo, lo que le interesaba. No leía algo «Porque hay que saber» esto o aquello o porque se lo ordenaran, sino con libertad, sin ningún propósito, ahondando en los temas y en los autores que le interesaban.
¿A qué se dedicaba el padre de Adolph en Lima?
Él alquilaba cines, generalmente que estaban quebrados y los ponía a funcionar. Él los alquilaba, compraba películas, los reflotaba y luego los vendía. También trabajaba haciendo filmaciones domésticas, fiestas, bautizos...
Entonces Adolph tuvo un acceso al cine importante para la época...
Sí. Él me contó que le ayudaba a su papá. No solo viendo películas. Incluso cuando su papá hacía sus filmaciones, él le cargaba las cosas... Recordaba una filmación sobre el padre Urraca y cómo el cura les mostró una rajadura por la que supuestamente se había escapado el padre, huyendo del demonio que se le presentó en forma de mujer …
¿Cuáles eran las preferencias de Adolph por el cine?
Delia Revoredo Sedero y José B. Adolph, en una reunión de Ciberayllu, en agosto del 2002.Sé que su gusto era amplio. Le fascinaba Fellini, si tuviera que mencionar solo a uno... También Bergman...
¿Veía films de ciencia ficción?
Sí, esas le gustaban también. Incluso las actuales. Si había una película que la daban en el cine pero había opción a comprarla, él definitivamente prefería ir al cine. Tenía un rechazo a verlas en tv... Yo le he escuchado comentar sobre propuestas para llevar obras suyas al cine... Sé que estaban interesados en filmar Dora, pero nunca se concretó... José Antonio Portugal estuvo interesado...
Adolph señala que estuvo dos semanas en Última Hora, pero que renunció porque no le pagaron...
Él decía que lo habían echado de todos los diarios y de los que no, había renunciado porque no le habían pagado. Lo último fue en La República, en los 90, porque tuvo la «osadía» de reclamar su sueldo. El decía: «Lo justo es lo justo». A veces la gente «aguanta» porque dicen «Ya me pagarán» o «por el prestigio de escribir acá». Él no tenía ese tipo de aguante. Creía que había que reclamar por su trabajo y, si no, se iba.
Adolph, la ciencia ficción y el «canon» personal
¿Cuál era el interés de Adolph por la ciencia ficción?
Él, en su interés por comprender y acercarse un poco a la realidad y sus misterios, sentía que tenía que ir más allá, y cuando uno va más allá en literatura, llámese ciencia ficción o «especulación», está tratando de acercarse a la realidad... tanto a la de los comportamientos humanos como a otras realidades que uno intenta descubrir, cuestionar y explicarse. El proyectarse o especular, es también analizar algo más concreto de la realidad.
Le preguntaba esto, porque usted señaló que Adolph no se reconocía necesariamente como escritor de ciencia ficción...
Él sí se reconocía como escritor de ciencia ficción, pero no solo eso. Es decir, él jamás se preocupó por definirse: «Yo soy un autor de ciencia ficción». Nunca se preocupó por etiquetarse, catalogarse. En alguna ocasión, decía «Sí, yo he hecho ciencia ficción, pero también otras cosas que no necesariamente son consideradas como ciencia ficción»... No le preocupaban las etiquetas: «Yo escribo y punto. Hago literatura fantástica, ciencia ficción, literatura de horror, lo que fuere, en todo caso, qué diablos. Yo escribo lo que tengo que escribir y punto». Él no se preocupaba por ese tema, era cuestión de los demás... A él le costaba reconocerse como escritor. Simplemente decía «yo escribo». Incluso cuando entraba a un país y tenía que rellenar el formulario, en Ocupación no ponía «escritor», porque se sentía tremendamente corto, sentía que era un acto de insolencia, de vanidad. Ponía periodista...
O «escritor de ciencia ficción»...
(Risas) Sí. Soy «escritor de ciencia ficción»... en todo caso, él se reconocía como escritor del género, pero no solo eso.
Sobre los autores peruanos ¿Conoce con quien tenía empatía dentro de la tradición peruana?
Sé que le gustaban mucho José Güich y Enrique Prochazka... También Eleodoro Vargas Vicuña, a quien conoció; Ventura García Calderón. Decía que «había sido injustamente tratado y olvidado», porque decían que era «afrancesado»...
e imperialista...
Sí... Le gustaba también Ribeyro. Vallejo, Eguren, y que si tuviera que quedarse con uno de estos dos, no sabría por cuál decidirse, también Watanabe, en cuanto a poesía... José María Arguedas, Rivera Martínez, Miguel Gutiérrez, la última novela de Díaz Herrera... Con Prochazka se conocieron una vez en la presentación de un libro de Luis Freire. Prochazka se acercó a Pepe para saludarlo... A José Güich, lo conoció cuando lo trajo Julio Viccina a la casa... Pepe no estaba muy enterado de lo que se producía últimamente en el ambiente literario peruano ni relacionándose con él, sino totalmente fuera, como en otro mundo... También le gustaron cosas de Gonzalo Málaga...para citar alguno de los autores de las nuevas generaciones. Para Pepe la literatura si era buena, era buena, sin importarle el género o lugar de procedencia, no estuvo en la búsqueda de eso...
Si uno considera a Vargas Vicuña y a García Calderón, observa que son autores olvidados y que conforman un canon personal, muy marginal...
Sí... También entra mucho el prejuicio hacia el autor: lo catalogan y lo sacan del medio...
¿Adolph era sociable?
Pepe era una persona muy solitaria, no era muy «amiguero», de verse con gente, frecuentarla. Él proyectaba la imagen de que era muy comunicativo, «amiguero», pero no era así. Él conoció a mucha gente y era conocido, pero de tratarla, de reunirse, frecuentarla, poquísimo: Él era prácticamente un ermitaño.
¿No llegó a concretar ningún libro de poesía?
Han quedado algunos poemas inéditos que encontré en la computadora, unos diez o doce de hace diez años... No sé si en algún momento tuvo interés en publicarlos... Los escribía... Siempre escribió, pero por temporadas, le venía con mucha fuerza la necesidad, excepto en los últimos años por problemas de salud….lo hacía sobre todo en las mañanas, a partir de las diez, después del desayuno... con el cigarrillo... decía que fumaba desde los doce años... nunca lo dejó...
¿Por qué Adolph se nacionalizó como peruano?
Hasta antes de regresar a Alemania a finales de los cincuenta estuvo como apátrida, y allí recuperó la nacionalidad alemana que le habían quitado. Luego, al regresar al Perú, para obtener un trabajo necesitaba la nacionalidad peruana. Entonces dijo «Como quiera que sea, de Alemania prácticamente nos botaron, aquí en Perú nos acogieron».
Dispersiones adolphianas
¿Publicó algo durante su estancia en Alemania en los 60?
Sí. Envió algunas colaboraciones que se publicaron en Alemania...
En el extranjero ¿Nunca le pedían permiso para ser antologado?
Hace relativamente poco, dos o tres años, se enteró que había sido antologado en Italia. Los localizó y llegó a contactarse con ellos, era una revista de ciencia ficción... Decía que aunque sea le hubieran comunicado, aunque no le enviaran un ejemplar... un plagio total... Eso le sucedió muchas veces. Sé que si a él le preguntaban para publicar, él aceptaba...pero no siempre lo hacían.
En una entrevista antigua Adolph señala que Mañana, las ratas estaba a publicarse en Polonia...
No sé si se llegó a publicar... Él llego a localizar a la traductora hace muchos años... Sé que estaba en conversaciones con esta traductora... eso fue importante porque se publicaron en Polonia otras cosas de Pepe...
Veo que en los libros de la biblioteca de Adolph no hay ninguna anotación o glosas:.. el libro era un objeto de culto...
(Risas) Sí, anotar cosas en un libro o subrayar frases, le parecía algo horrendo, detestaba esa costumbre. Le encantaban los libros, no solo leerlos sino como objetos, le parecían lindísimos, bellos, le fascinaban. Cuando no había más espacio, los donaba, ha regalado muchos libros a bibliotecas. Luego en cada mudanza, se fueron perdiendo, y también tuvo que deshacerse de bibliotecas completas ... Pepe leía de todo, no tenía un tema en particular. En los últimos años no quería leer cosas demasiado profundas sino de entretenimiento, policiales... pero leía de todo...
El teatro y sobre la crítica
Adolph tuvo una producción teatral fuerte en los 70 ¿Por qué dejó de escribir teatro?
Creo que él iba incursionando en diferentes campos. Así como ha hecho poesía, teatro... nunca se quedó en un género literario... Hizo ciencia ficción, otras cosas también ... Él escribía de acuerdo a lo que tenía necesidad de escribir, nunca se ceñía a modas literarias, o tal género o a un determinado proyecto casi autoimpuesto, «Ahora tengo que hacer esto». No. Respondía más a una necesidad. Él escribía lo que sentía que tenía que escribir en el momento y punto... también es cierto que hay cosas que motivan... Si hace obras de teatro y en el Perú no de dan mayor importancia, una persona tampoco se siente motivada. Pienso que ese puede haber sido un motivo...
La marginalidad hacia el teatro...
Sí. Si alguien escribe algo y ve que nadie le hace caso, que nadie va a poner la obra en escena, si no hay realmente acogida o hay dificultades, realmente eso desmotiva. Hablé con Gabriela Velásquez, que iba a participar en una lectura de Asedio y liberación del ciego y la parturienta, y me comentó que ellos estaban haciendo un trabajo de rescate y que en ese momento se plantearon: cómo es posible que en el Perú, teniendo autores teatrales importantes, uno tenga que traer obras de fuera. Empezaron a ver lo que tenían en la biblioteca, en San Marcos. Y las obras enviadas estaban conservadas con seudónimos como fueron presentadas a los concursos. Ellos no eligieron tal o cual autor, sino que eligieron sin saber, y al elegir entre todas las obras a representar se dieron con la sorpresa que era de Pepe, que ya había fallecido. Me dijo que no tuvo nada que ver este hecho o que se le haya querido hacer un homenaje. Simplemente coincidió, porque ella ni siquiera sabía que Pepe hacía teatro. Quedaron gratamente sorprendidos...
¿Tuvo Adolph contacto con escritores del extranjero?
Muy poco en realidad. Con René Avilés Fabila se cartearon durante muchísimo tiempo, durante años. Las cartas desparecieron, ya no están, probablemente se perdieron en una de las tantas mudanzas. Pepe guardaba algunas cosas, no de forma ordenada, quizás en un cajón. Pero sí tenía un orden mental para la creación...
En día del homenaje póstumo a José B. Adolph usted mencionó algo respecto de la crítica. ¿Adolph pensaba igual, que la crítica lo había marginado?
Nunca hablamos de ese tema. Lo que dije fue mi opinión personal. Sobre ese tema él alguna vez dijo «Yo no entiendo qué pasa». En los últimos tiempos él se estuvo preguntando «¿Qué sucede?». Incluso conversando con algunos escritores preguntaba «Yo soy una persona que no me voy a ofender, pero realmente quiero saber qué pasa, por qué ese silenciamiento. Realmente es tan malo lo que hago? Quisiera saber». Algunas personas allegadas callaban, no decían nada, y Pepe estaba convencido de que las cosas que hacía no le interesaban a nadie, que no tenían ningún valor. Creo que es una mezcla de muchas cosas. Por un lado, las argollas, las envidias, las mezquindades, por su forma desenfadada, abierta y franca de expresar sus opiniones en esta sociedad hipócrita. También, porque mucha gente no entendía las cosas que él hacía, no sabían como encasillarlo, era un escritor atípico para el Perú. También pudo ser por razones políticas, por la participación que tuvo o porque lo tildaban de «políticamente incorrecto»... Es un tema discutible... Al margen de eso, pienso que literatura es literatura. Simplemente decidieron silenciarlo... Resumiendo todo, diría: mezquindad...
Pero es paradójico porque revisando los textos antologados... porque aparece en varias de ellas... sobre todo en el extranjero...
Él no lo daba importancia a eso... pero acá en el Perú, no se le ha valorado. Y quién sabe por eso, sobre todo en los últimos tiempos, pensaba que lo que había escrito no tenía ningún valor. Inclusive, José Antonio Bravo, hizo un recuento sobre escritores peruanos de diferentes años en varios tomos, y ahí, ni siquiera lo nombra. Yo puedo entender que un autor no le guste, pero al extremo de ni siquiera nombrarlo... sobre todo si ponen a otros con una calidad muy discutible...
La bandera en alto
¿Con cuál de todos sus textos se sentía Adolph más satisfecho?
El libro que más le gustaba y coincido con él es Ningún Dios de la trilogía De mujeres y heridas. En su momento le dije que fue un error publicar las tres novelas juntas, la letra es muy pequeña. Ese libro merecía publicarse de modo autónomo. Y él lo le reconoció «¿Qué opción tenía?». Ahora es más fácil, pero en ese momento era más difícil publicar, Dijo «por último si interesa, está ahí, el libro está». Me parece muy bueno...
Del material inédito, ¿qué ha dejado?
Hay una novela política, una parodia. La escribió hace tiempo. Es una de las cosas que quedaron de hace muchos años, de la época de Fujimori. Es sobre un dictador. Se llama La bandera en alto. Probablemente se publique. Hay un libro de cuentos inéditos, que «aparentemente» no tienen tanta profundidad, pero son muy buenos, divertidos, tomaduras de pelo…. cuestionadores, desmitificadores, más por ese lado. Le toma el pelo al psicoanálisis y a los psicoanalistas, muy divertidos, humor muy al estilo Adolph. Hay otros textos también. No sé si podrían publicarse, no hablamos de ello, no sé si hubiera querido. Ese tipo de cosas me frenan. No soy partidaria de que todo deba publicarse. Sé que él hubiera podido producir mucho más, pero lo que lo frenó muchísimo fue el hecho de no haber opción para publicar y el que no se le leyera y hasta se le ignorara. A él se le «amontonaban» los libros, y decía que mientras tenga libros apiñados, eso no le motivaba, «¿Para qué?», decía, para seguir arrumando cosas... Sé que le hubiera gustado incursionar en el cine, pero aquí no hay una industria...
¿Cómo definiría a Adolph como escritor?
(Silencio) Se me hace difícil definirlo, pienso que su obra tiene mucha profundidad psicológica, de visión de lo que es la vida, la realidad, es muy completo. A mi me gusta su obra, ese intento de acercamiento a la realidad, algunas veces con humor, desmitificando. Una lectura que dice muchas cosas pero que hace que a una le surjan nuevas preguntas, nuevos cuestionamientos, donde a una le hacen pensar cosas y va tratando de descubrir otras permanentemente, nuevas interrogantes y por cada cosa que una comprende, se queda una con muchas más preguntas. Desde La batalla del café, siento como si me noquearan, me dejan revuelta y al mismo tiempo, vital. Aunque muchas veces me hacen sentir pésimo. A veces le decía, «Qué maldito eres, me has revuelto, me has dejado mal», pero al mismo tiempo, creo, tienen un elemento muy vital, porque una siente que ahí está la vida, con todas sus interrogantes. Siento que su obra es fuerte, sobre todo en algunos cuentos, a partir de La batalla del café y en la novela Ningún Dios, que creo que muy poca gente ha entendido. Y con elementos de humor... Pepe nunca pensó que alguien pudiera tener interés en sus cosas, nunca se lo imaginó. «Si no me dieron bola vivo, de muerto mucho menos», el siempre hacía bromas al respecto, él pensaba que iba a ser así. Desde su punto de vista agnóstico pensaba que una vez muerto, para él ya no tendría ningún sentido que se le valorara. «¿Para qué?». Él no hubiera sido partidario de que mueva algo. «Total –decía– me da lo mismo, yo no me enteraría». Sin embargo, a pesar de concordar con él, no sé por qué a veces una se encuentra haciendo cosas, buscando alguna editorial que pueda publicar. Tal vez la rabia y la indignación me muevan... o el deseo de mantenerlo vivo... Sé que a Pepe no le hubiera interesado. Sin embargo creo que es importante. Espero que se valore y se reconozca lo que él hizo. Desde el momento que alguien escribe es porque siente que tiene algo que decir y Pepe dijo muchas cosas importantes.
Publicado originalmente en Ciberayllu
http://www.ciberayllu.org/Cronicas/EH_DeliaRevoredo.html
David Roas III
“Horrores cotidianos” de David Roas
David Roas*. Horrores cotidianos. Lima: Borrador Editores- CCE., 2009. 134 pp.
Acaba de publicarse en edición peruana (no pirata) el libro Horrores cotidianos, de David Roas (Barcelona, 1965), editado inicialmente en España el año 2007, por Menoscuarto. Se trata, simplemente, de un magistral libro de cuentos y de microrrelatos. En la contraportada, Fernando Iwasaki, compara al autor con la figura de Stephen King, Álvaro Cunqueiro, H. P. Lovecraft y Julio Cortázar, autores adscritos a lo fantástico. Y es que se trata de un libro en donde lo fantástico se mezcla con el horror del mundo moderno más monótono y gris (“ribeyriano”, podríamos decir, aunque más adelante me detendré sobre ello), en donde el absurdo permite también conseguir el efecto fantástico a partir de la ruptura de las leyes de causalidad.
El libro, dedicado a su compañera Ana, contiene dos epígrafes clave. Del de Woody Allen (“Yo odio la realidad. Pero desgraciadamente es el único lugar donde consigues un buen filete para cenar”) se desprende la idea de la realidad como un espacio, como un lugar al cual se llega, nunca como algo ya dado a priori (habría que agregar que el autor es devoto del cine de Allen); y del de Homer Simpson (“La vida es una derrota tras otra, hasta que acabas deseando que muera Flanders”), la condición del “loser”, del absoluto perdedor, lo cual desmitifica la idea del éxito y nos vuelve más sensibles y vulnerables frente al brutal ataque de la realidad absoluta (que a veces viene en forma de “combi”). Lo cierto es que el libro está dividido en dos subconjuntos de microrrelatos: los “Rituales” y los “Sacrificios”.
En “Rituales”, encontramos relatos como “La agonía del salmón”, cuya estructura recuerda a un film español de los 90’: La ardilla roja, de Julio Medem, película excepcional, sin duda (una de mis favoritas), pero que plantea un contrapunto entre los personajes reales con las conductas de apareamiento de la especie denominada con el mismo nombre. En el texto de Roas, la situación es similar (incluso al iniciarse in medias res): una pareja de recién casados lleva una vida insoportable desde la llegada del tirano, del recién nacido (del “puto niño”, p. 14), que altera la “normalidad” de sus vidas. Una digresión: en otros relatos, el sentimiento hacía los críos (chibolos, chavales, chavos, etc) será de rechazo, pues tras su condición indefensa aparente, parece latir condiciones monstruosas, acaso vistas solo en las peores pesadillas de Lovecraft. O al menos esa es la percepción de sus distintos narradores. Evidentemente se trata también de insertar al niño-monstruo, dentro de la estética de un film clave del horror: Eraserhead del maestro David Lynch, que de seguro el otro David (Roas) ha visto hasta el terror (en “Autoridad espectral” se habla también de un niño, hijo de Blavatsky que realiza una rabieta insoportable llena de berrinches; en “La culpa fue de Jack London”, los niños que jalan al perruno amigo, son nombrados por el personaje como “dos monstruos”,p. 42; Es decir, esta imagen se repetirá en otros relatos).
Decíamos que la vinculación con el film de Medem se encuentra en el contrapunto que se establece también entre un programa de televisión sobre los salmones (y del proceso de apareamiento y aniquilamiento) con la situación, real, “cotidiana” del niño que solo parece saber “berrear” (13). El nacimiento del niño (La semilla del diablo de Polanski, queda relativamente corta para expresar el sentimiento de los espectadores), y produce desencuentros e incomunicaciones entre los amantes. El niño es así, el tirano de la casa (curiosamente se llama “Luisito”, p. 17; que remite a los “Luises” anteriores a la revolución francesa).
Lo curioso es que los personajes viajan de la “anormalidad” (tener treinta y picos años y no haber tenido hijos, vivir una vida de solteros sin responsabilidades, etc) a la normalidad (el tener al hijo, formar una familia), pero resulta que lo último es más aterrador, pues como Sartre, el infierno es la repetición.
El final abierto, pesimista, y las frases contundentes, recuerdan en el tono, a la resolución del clásico “Los gallinazos sin plumas” de Julio Ramón Ribeyro (aunque con otros personajes: el de los niños marginales y el abuelo abusivo, quien termina siendo devorado por el cerdo Pascual, mientras ellos salen a las afueras, aunque se trata de un falso consuelo de libertad de los hermanos frente al abuelo-tirano, pues su futuro es incierto). Veamos: en Roas (recordemos que la joven pareja está asqueada con el niño y son homologados con los últimos aleteos del salmón) se dice: “En el sofá, Mauricio y Rosa, también boqueaban indefensos. El niño volvía a berrear, todavía más fuerte” (22); En Ribeyro: “Cuando abrieron el portón de la calle se dieron cuenta que la hora celeste había terminado y que la ciudad despierta y viva, abría ante ellos su gigantesca mandíbula. Desde el chiquero se escuchaba el rumor de una batalla”. En ambos casos se trata de monstruos vivos y latentes.
Es decir, la fatalidad y la irrupción de lo monstruoso (el cuento de Ribeyro está escrito en un registro realista) surgen como para hacernos dudar ya sea, de los deseos ajenos (el tener un hijo) o el propio deseo de liberación (de la opresión del abuelo). Se trata de simples ilusiones, pues el happy end no existe.
Otra serie de textos, son los adscribibles a los bestiarios, como “El condicional”, con elementos paródicos de los textos bíblicos; “El hipocóndrio” (con el guiño borgeano de la cita, que le da mayor verosimilitud, pues se apela a una voz académica); o “La culpa la tiene Jack London” (aunque claro hay que considerar “El coloquio de perros” de Cervantes).
En “La gruta del placer” el personaje de Narciso fabrica pelusas en su ombligo. El absurdo radica en que no hay explicación posible para tal fin, incluso cuando nos dice el narrador que su esposa y, posteriormente, sus propios hijos, ingresan en la producción de pelusas. La única lectura posible sería leer esta producción de pelusas dentro del sistema capitalista, en donde producciones inútiles e inservibles pueden crear una cierta atmósfera enrarecida y alienante (¿Para qué diablos servirían las pelusas?).
Así como la imagen del niño berrinchudo (el monstruo será constante); otra imagen será la muerte que provoca risa, como ocurre en “Alabama”, en clave de homenaje a William Faulkner, en donde creencias religiosas y violencia no se contradicen; en “El espíritu manta”, la muerte del padre (ese gran otro) provoca también risa en su propia hija, por ello la venganza, bajo las formas del horror. También en “Epistemología radical” vemos como la muerte provoca risa, aunque parece insertarse en la estética de Irvine Welsh, el de la maldad gratuita.
“Los niños del Ferrol”, es un relato en clave de ciencia ficción, aunque sin dejar de ser política; pues se trata de producir monstruos (en este caso, líderes políticos –de cuyos nombres no quiero acordarme– semejantes engendros que no corren aún –lamentablemente– el peligro de la extinción). En el mismo registro de la cf se encuentra “Mecánica y psicoanálisis”.
Los guiños al maestro del horror, Lovecraft, no están ausentes, como en “Descensus ad inferos”, incluso desde la propia idea del descenso; como para decirnos que la realidad es siempre menos sorprendente.
“Que tu pie derecho nunca sepa lo que hace al derecho” solo me hace pensar, además de lo absurdo, y sus tintes políticos de “derecho” e “izquierdo”, y de las promesas incumplidas; en el dicho popular de: “Zapatero a tus zapatos”; aunque claro, siempre hay la posibilidad de confundirlo con el presidente, en plan camelo. “Talento natural”, cuestiona y se burla de la cultura del exhibicionismo.
“La realidad está ahí afuera” es un texto clave en los Horrores y cuya estructura rinde homenaje al clásico de Edgar A. Poe, “El gato negro”. Al igual que el narrador del cuento de Poe, el personaje se encuentra en la cárcel pagando su condena. Desde ahí realiza la narración; pero no solo eso, se homologa por la obsesión que tiene hacia el olor desagradable. La fatalidad empieza cuando sale de lo cotidiano: es un guardia de un museo de arte contemporáneo, pero decide pasear como un visitante más. Ciertos giros del otro David Cronenberg (las máquinas fotográficas de los japoneses son calmadas, pues parecen latir de tanto reposo). Aquello innombrable (en este caso, irreconocible en términos olfativos), y con ello nuevamente Lovecraft, será la condena del personaje, que lo llevan a cometer un asesinato accidental. Es evidente también el intento de racionalizar el hecho, al igual que en cuento de Poe.
Otra actitud reiterativa es el rechazo a lo religioso ya sea a través de parodias, como en “El condicional” o “¿El terror no tiene forma?”; además del humor de “Horrores cotidianos”, el cuento más breve del libro en clave monterrosina; o lo cruel, de “¡Córtame el nudo, gordiano”.
La segunda parte del libro, “Sacrificios”, contiene otro conjunto de textos como: “Y por fin despertar”, con otro guiño al texto de Lewis Carroll, además del poema “El cuervo” de Poe, y a Borges; incluso a un cuento magnífico de Mario Levrero titulado “La casa”.
“Menos que cero”, titulo robado (en el buen sentido) de un libro de Bret Easton Ellis, recuerda nuevamente a otro de Ribeyro: “La vida gris” (leedlos y haced la comparación vosotros mismos). En ambos funciona la idea del héroe perdedor (en el de Ribeyro, se trata de un registro realista); en el de Roas, es la hipérbole, la exageración, digna de un Barón de Münchhausen.
“La última aventura”, narra una historia de fantasmas, aunque se trata de un personaje de ficción, El Quijote, en el momento del umbral. “Blanca navidad”, parece decirnos que la anormalidad se esconde en lo cotidiano. “Vive la grandeur!” esconde un guiño a la idea de Bataille sobre el erotismo. La dicotomía entre cuerpo y mente aparecerá en “Un hombre de principios”. “La conmoción de la máquina”, la búsqueda del personaje de salir del spleen baudeleriano de su trabajo, terminará con una especie de rebelión de las máquinas. Robándole el título al cubano Gutiérrez Alea, diría que podría haberse titulado cuasi perfectamente “La muerte de un burócrata”. El rechazo a lo religioso queda expresado también en “Idiotez y religión”.
En “Necrológica”, la vida privada del intelectual ficticio se muestra en toda su miseria y parodia, como lo hace Borges. Otro elemento importante del libro es la cita cultural a través de la tradición filosófica como en “Filosofía y malestar” o la lingüística en “El legado de Chomsky”. Finalmente en “Palabras”, en donde nuevamente la muerte provoca risa, se mezclan planos de realidad, promoviendo la autoreferencialidad.
Si pudiéramos concluir con una sola idea o un solo elemento que cruza todo el libro, este sería el de la otredad, en cuentos como “¿Cuánto cuesta un kilo de carne?”, “Homo crisis”, “Tránsito” (de la sección “Rituales”), y en líneas generales de todo el libro. La otredad es el gran tema del libro en múltiples formas y registros.
Horrores cotidianos de David Roas, tan David como los films David Lynch, o los de David Cronenberg (aunque nunca artificial como David Bisbal, en fin); es simplemente, un libro magistral, no porque nos muestre el horror en su estado puro y visceral, sino porque nos demuestra que el horror siempre estará más cerca de lo que pensamos. Esperamos con ansias la nueva entrega titulada prematuramente Distorsiones, como para no perder el sentido de la realidad.
Elton Honores
Univeridad Nacional Mayor de San Marcos
Universidad San Ignacio de Loyola
David Roas*. Horrores cotidianos. Lima: Borrador Editores- CCE., 2009. 134 pp.
Acaba de publicarse en edición peruana (no pirata) el libro Horrores cotidianos, de David Roas (Barcelona, 1965), editado inicialmente en España el año 2007, por Menoscuarto. Se trata, simplemente, de un magistral libro de cuentos y de microrrelatos. En la contraportada, Fernando Iwasaki, compara al autor con la figura de Stephen King, Álvaro Cunqueiro, H. P. Lovecraft y Julio Cortázar, autores adscritos a lo fantástico. Y es que se trata de un libro en donde lo fantástico se mezcla con el horror del mundo moderno más monótono y gris (“ribeyriano”, podríamos decir, aunque más adelante me detendré sobre ello), en donde el absurdo permite también conseguir el efecto fantástico a partir de la ruptura de las leyes de causalidad.
El libro, dedicado a su compañera Ana, contiene dos epígrafes clave. Del de Woody Allen (“Yo odio la realidad. Pero desgraciadamente es el único lugar donde consigues un buen filete para cenar”) se desprende la idea de la realidad como un espacio, como un lugar al cual se llega, nunca como algo ya dado a priori (habría que agregar que el autor es devoto del cine de Allen); y del de Homer Simpson (“La vida es una derrota tras otra, hasta que acabas deseando que muera Flanders”), la condición del “loser”, del absoluto perdedor, lo cual desmitifica la idea del éxito y nos vuelve más sensibles y vulnerables frente al brutal ataque de la realidad absoluta (que a veces viene en forma de “combi”). Lo cierto es que el libro está dividido en dos subconjuntos de microrrelatos: los “Rituales” y los “Sacrificios”.
En “Rituales”, encontramos relatos como “La agonía del salmón”, cuya estructura recuerda a un film español de los 90’: La ardilla roja, de Julio Medem, película excepcional, sin duda (una de mis favoritas), pero que plantea un contrapunto entre los personajes reales con las conductas de apareamiento de la especie denominada con el mismo nombre. En el texto de Roas, la situación es similar (incluso al iniciarse in medias res): una pareja de recién casados lleva una vida insoportable desde la llegada del tirano, del recién nacido (del “puto niño”, p. 14), que altera la “normalidad” de sus vidas. Una digresión: en otros relatos, el sentimiento hacía los críos (chibolos, chavales, chavos, etc) será de rechazo, pues tras su condición indefensa aparente, parece latir condiciones monstruosas, acaso vistas solo en las peores pesadillas de Lovecraft. O al menos esa es la percepción de sus distintos narradores. Evidentemente se trata también de insertar al niño-monstruo, dentro de la estética de un film clave del horror: Eraserhead del maestro David Lynch, que de seguro el otro David (Roas) ha visto hasta el terror (en “Autoridad espectral” se habla también de un niño, hijo de Blavatsky que realiza una rabieta insoportable llena de berrinches; en “La culpa fue de Jack London”, los niños que jalan al perruno amigo, son nombrados por el personaje como “dos monstruos”,p. 42; Es decir, esta imagen se repetirá en otros relatos).
Decíamos que la vinculación con el film de Medem se encuentra en el contrapunto que se establece también entre un programa de televisión sobre los salmones (y del proceso de apareamiento y aniquilamiento) con la situación, real, “cotidiana” del niño que solo parece saber “berrear” (13). El nacimiento del niño (La semilla del diablo de Polanski, queda relativamente corta para expresar el sentimiento de los espectadores), y produce desencuentros e incomunicaciones entre los amantes. El niño es así, el tirano de la casa (curiosamente se llama “Luisito”, p. 17; que remite a los “Luises” anteriores a la revolución francesa).
Lo curioso es que los personajes viajan de la “anormalidad” (tener treinta y picos años y no haber tenido hijos, vivir una vida de solteros sin responsabilidades, etc) a la normalidad (el tener al hijo, formar una familia), pero resulta que lo último es más aterrador, pues como Sartre, el infierno es la repetición.
El final abierto, pesimista, y las frases contundentes, recuerdan en el tono, a la resolución del clásico “Los gallinazos sin plumas” de Julio Ramón Ribeyro (aunque con otros personajes: el de los niños marginales y el abuelo abusivo, quien termina siendo devorado por el cerdo Pascual, mientras ellos salen a las afueras, aunque se trata de un falso consuelo de libertad de los hermanos frente al abuelo-tirano, pues su futuro es incierto). Veamos: en Roas (recordemos que la joven pareja está asqueada con el niño y son homologados con los últimos aleteos del salmón) se dice: “En el sofá, Mauricio y Rosa, también boqueaban indefensos. El niño volvía a berrear, todavía más fuerte” (22); En Ribeyro: “Cuando abrieron el portón de la calle se dieron cuenta que la hora celeste había terminado y que la ciudad despierta y viva, abría ante ellos su gigantesca mandíbula. Desde el chiquero se escuchaba el rumor de una batalla”. En ambos casos se trata de monstruos vivos y latentes.
Es decir, la fatalidad y la irrupción de lo monstruoso (el cuento de Ribeyro está escrito en un registro realista) surgen como para hacernos dudar ya sea, de los deseos ajenos (el tener un hijo) o el propio deseo de liberación (de la opresión del abuelo). Se trata de simples ilusiones, pues el happy end no existe.
Otra serie de textos, son los adscribibles a los bestiarios, como “El condicional”, con elementos paródicos de los textos bíblicos; “El hipocóndrio” (con el guiño borgeano de la cita, que le da mayor verosimilitud, pues se apela a una voz académica); o “La culpa la tiene Jack London” (aunque claro hay que considerar “El coloquio de perros” de Cervantes).
En “La gruta del placer” el personaje de Narciso fabrica pelusas en su ombligo. El absurdo radica en que no hay explicación posible para tal fin, incluso cuando nos dice el narrador que su esposa y, posteriormente, sus propios hijos, ingresan en la producción de pelusas. La única lectura posible sería leer esta producción de pelusas dentro del sistema capitalista, en donde producciones inútiles e inservibles pueden crear una cierta atmósfera enrarecida y alienante (¿Para qué diablos servirían las pelusas?).
Así como la imagen del niño berrinchudo (el monstruo será constante); otra imagen será la muerte que provoca risa, como ocurre en “Alabama”, en clave de homenaje a William Faulkner, en donde creencias religiosas y violencia no se contradicen; en “El espíritu manta”, la muerte del padre (ese gran otro) provoca también risa en su propia hija, por ello la venganza, bajo las formas del horror. También en “Epistemología radical” vemos como la muerte provoca risa, aunque parece insertarse en la estética de Irvine Welsh, el de la maldad gratuita.
“Los niños del Ferrol”, es un relato en clave de ciencia ficción, aunque sin dejar de ser política; pues se trata de producir monstruos (en este caso, líderes políticos –de cuyos nombres no quiero acordarme– semejantes engendros que no corren aún –lamentablemente– el peligro de la extinción). En el mismo registro de la cf se encuentra “Mecánica y psicoanálisis”.
Los guiños al maestro del horror, Lovecraft, no están ausentes, como en “Descensus ad inferos”, incluso desde la propia idea del descenso; como para decirnos que la realidad es siempre menos sorprendente.
“Que tu pie derecho nunca sepa lo que hace al derecho” solo me hace pensar, además de lo absurdo, y sus tintes políticos de “derecho” e “izquierdo”, y de las promesas incumplidas; en el dicho popular de: “Zapatero a tus zapatos”; aunque claro, siempre hay la posibilidad de confundirlo con el presidente, en plan camelo. “Talento natural”, cuestiona y se burla de la cultura del exhibicionismo.
“La realidad está ahí afuera” es un texto clave en los Horrores y cuya estructura rinde homenaje al clásico de Edgar A. Poe, “El gato negro”. Al igual que el narrador del cuento de Poe, el personaje se encuentra en la cárcel pagando su condena. Desde ahí realiza la narración; pero no solo eso, se homologa por la obsesión que tiene hacia el olor desagradable. La fatalidad empieza cuando sale de lo cotidiano: es un guardia de un museo de arte contemporáneo, pero decide pasear como un visitante más. Ciertos giros del otro David Cronenberg (las máquinas fotográficas de los japoneses son calmadas, pues parecen latir de tanto reposo). Aquello innombrable (en este caso, irreconocible en términos olfativos), y con ello nuevamente Lovecraft, será la condena del personaje, que lo llevan a cometer un asesinato accidental. Es evidente también el intento de racionalizar el hecho, al igual que en cuento de Poe.
Otra actitud reiterativa es el rechazo a lo religioso ya sea a través de parodias, como en “El condicional” o “¿El terror no tiene forma?”; además del humor de “Horrores cotidianos”, el cuento más breve del libro en clave monterrosina; o lo cruel, de “¡Córtame el nudo, gordiano”.
La segunda parte del libro, “Sacrificios”, contiene otro conjunto de textos como: “Y por fin despertar”, con otro guiño al texto de Lewis Carroll, además del poema “El cuervo” de Poe, y a Borges; incluso a un cuento magnífico de Mario Levrero titulado “La casa”.
“Menos que cero”, titulo robado (en el buen sentido) de un libro de Bret Easton Ellis, recuerda nuevamente a otro de Ribeyro: “La vida gris” (leedlos y haced la comparación vosotros mismos). En ambos funciona la idea del héroe perdedor (en el de Ribeyro, se trata de un registro realista); en el de Roas, es la hipérbole, la exageración, digna de un Barón de Münchhausen.
“La última aventura”, narra una historia de fantasmas, aunque se trata de un personaje de ficción, El Quijote, en el momento del umbral. “Blanca navidad”, parece decirnos que la anormalidad se esconde en lo cotidiano. “Vive la grandeur!” esconde un guiño a la idea de Bataille sobre el erotismo. La dicotomía entre cuerpo y mente aparecerá en “Un hombre de principios”. “La conmoción de la máquina”, la búsqueda del personaje de salir del spleen baudeleriano de su trabajo, terminará con una especie de rebelión de las máquinas. Robándole el título al cubano Gutiérrez Alea, diría que podría haberse titulado cuasi perfectamente “La muerte de un burócrata”. El rechazo a lo religioso queda expresado también en “Idiotez y religión”.
En “Necrológica”, la vida privada del intelectual ficticio se muestra en toda su miseria y parodia, como lo hace Borges. Otro elemento importante del libro es la cita cultural a través de la tradición filosófica como en “Filosofía y malestar” o la lingüística en “El legado de Chomsky”. Finalmente en “Palabras”, en donde nuevamente la muerte provoca risa, se mezclan planos de realidad, promoviendo la autoreferencialidad.
Si pudiéramos concluir con una sola idea o un solo elemento que cruza todo el libro, este sería el de la otredad, en cuentos como “¿Cuánto cuesta un kilo de carne?”, “Homo crisis”, “Tránsito” (de la sección “Rituales”), y en líneas generales de todo el libro. La otredad es el gran tema del libro en múltiples formas y registros.
Horrores cotidianos de David Roas, tan David como los films David Lynch, o los de David Cronenberg (aunque nunca artificial como David Bisbal, en fin); es simplemente, un libro magistral, no porque nos muestre el horror en su estado puro y visceral, sino porque nos demuestra que el horror siempre estará más cerca de lo que pensamos. Esperamos con ansias la nueva entrega titulada prematuramente Distorsiones, como para no perder el sentido de la realidad.
Elton Honores
Univeridad Nacional Mayor de San Marcos
Universidad San Ignacio de Loyola
David Roas II
Cine, humor y parodia en Celuloide sangriento (1996)de David Roas*
Elton Honores
“- (...) Tú crees en Dios. ¿Verdad?
- Lo siento, hermano; soy un adorador de Satány he salido a buscar un cuerpo para el sacrificio delSabbat”.Fontana, Celuloide Sangriento, (1 de agosto: 2)
Resulta extraño que un escritor fantástico como David Roas (Barcelona, 1965) haya estado de paso por Lima, el 2008. Más extraño aún resulta que el propio autor, durante su estancia, obsequie un viejo texto suyo en fotocopia para deleite de sus amigos, un ejercicio casi paródico como su novela de folletín Celuloide sangriento (1996) –en adelante CS– , novela que se publicó exitosamente en 23 entregas en el Diari de Sabadell, entre el 30 de julio y el 31 de agosto del mismo año. Las ilustraciones pertenecen a David Clusella.La novela narra los crímenes que empiezan a suceder, inicialmente, todos los jueves en la apacible y tranquila ciudad de Sabadell. Se trata de crímenes específicos contra los amantes del llamado “cine arte”. En estos crímenes no hay agresiones sexuales o intentos de robo, además se suma el hecho de la ausencia de testigos. Frente a estos aparentes “misterios sin resolver” y la serie posterior de asesinatos, será el detective privado, de apellido Fontana (personaje casi simpsoniano, sentimental, lector de Bukowski, amante de la música, tanto del blues, como del jazz o de Sonic Youth, además de ateo y cínico), quien logre descubrir al autor del crimen y sus motivos.
Nos encontramos así, al parecer, con un “móvil” criminal posmoderno: el odio criminal de este asesino en serie a los “cinéfilos”, a los “snobs” del cine, a aquellos que adoptan poses intelectuales y terminan rindiendo culto a un cine críptico y a veces indescifrable o por momentos aburridísimo. De ello se desprende que el serial-killer de CS, es al parecer culto, pues sabe discernir entre el buen cine y el “cine snob” o de pose.
Vemos que CS se inserta dentro de dos tradiciones: el folletín, y la novela negra. Del folletín, es evidente la entrega interrumpida y discontinua del relato, el sensacionalismo con el que son narrados los crímenes en la propia novela y por la prensa de Sabadell, la intriga y el misterio de los asesinatos, y la presencia de la violencia ¿justificada? del asesino, frente a los amantes del “cine arte”. De la novela negra destacan el lenguaje callejero, la violencia policial implícita, la transgresión de los límites morales de los personajes, y el componente político no está del todo ausente: al alcalde Farrés le interesa resolver los crímenes sobre todo por la reelección que está próxima, ya que “un alcalde que se preocupa por la seguridad de sus conciudadanos es un ganador seguro” (30de julio: 2). A ello se agrega el episodio de Madrid que recuerda Fontana: el político homosexual, que acaba con su impecable carrera como detective madrileño, y terminará por recluir al personaje en Sabadell, el tiempo presente de la novela.
CS esta narrada por el propio Fontana, lo que nos permite entrar en su mundo psicológico y conocer también su postura frente al propio cine. Sobre las dos primeras víctimas, Fontana señala:
Amelia había ido a ver Le rayón vert, de Eric Rohmer, y Pedro, Azul de Kieslovski (o como leches se llame). ¡Vaya bazofia! Debo reconocer que no soy muy amigo de filmotecas y cine-clubs. Nombres como Tarkovsky, Godard o Zhiang Yimou hacen que se me nuble la vista y empiece a sudar, y me obligan a ir corriendo al vídeo y poner algo de Billy Wilder para recuperarme (30 de julio: 2).
Evidentemente, observamos que el personaje de Fontana tiene un amplio conocimiento cinéfilo, pero también una postura particular frente al cine-arte. Ello lo convierte en un personaje paródico y a su vez exige la competencia de un lector implícito que conozca los referentes señalados para comprender la ironía y el juego humorístico intelectual (o quizás hiperintelectual, según el lector) que se plantea mediante las citas.
En vista de que los crímenes se cometieron los jueves, Fontana decide ir al cine-club de Sabadell, señalando:
No pude haber escogido pero día: la película que proyectaban era una pequeña maravilla, según rezaba en el programa de mano, de las que filmó Godard: Alphaville. Jodeeeer. Faltaba media hora para que empezase aquel engendro (...) Cuando se hizo la hora de entrada, me dirigí a mi butaca, sabiendo que no había forma de parar aquel suplicio. Me imaginé como un cordero camino de ser convertido en material de barbacoa (...) el público: una multitud de progres y demás fauna intelectualoide, tanto jovencitos como maduros, charlaban en una terrible algarabía, intercambiando todo tipo de frutos secos (...) Gentes a las que les costaría hacer una redacción de cincuenta palabras sobre sus vacaciones, hablaban sin pudor de los errores de cámara de Pulp fiction o de lo asquerosa que era El día de la bestia. Casi comprendí al asesino que buscaba (31 de julio: 2)A pesar de su asistencia , se comete un tercer crimen. Fontana reflexiona: “Con este tercer fiambre ya no me parecía tan descabellada la idea de un cazador de adictos al cine-paliza; una especie de justiciero que harto de las atrocidades que se estaba cometiendo con el séptimo arte, eliminaba a todos aquellos que la apoyaban” (31 de julio: 2). Fontana considera así, seriamente la posibilidad de esta explicación a los asesinatos.
El comisario Ugarte, otro de los personajes, logra capturar a un sospechoso, al cual, luego de torturarlo para que confiese sus supuestos crímenes (pues se trata de un inocente), se reúne con Fontana, quien se muestra incrédulo por la facilidad de la captura, a lo que Ugarte le responde:
Mire, Fontana, ya sé que usted es muy bueno y todo eso. Pero no olvide que esto no es una novelita de detectives en la que los policías somos unos memos y los investigadores unos tipos inteligentísimos, que se tiran a todas las tías buenas y que resuelven los casos casi sin despeinarse (3 de agosto: 2)Evidentemente, hay aquí un guiño intertextual con la novela policial clásica, que reafirma el tono paródico de CS, pues se plantea el estereotipo del investigador.
Luego de la captura del supuesto serial-killer, Sabadell parece volver a la normalidad, por ello se organiza una velada especial en el cine-club. El narrador señala que
Esa noche iban a proyectar dos peliculones (a precio de entrada normal: Pauline a la plage, de mi amado Rohmer, y Werther, de Pilar Miró. No sé si me equivoco pero creo que esta última era utilizada por la KGB en sus interrogatorios. Los pedantorros iban a chuparse los dedos (6 de agosto: 2) Previsiblemente, vuelve a cometerse otro crimen, esta vez al dueño del cine-club de Sabadell. Hasta el lugar llega Fontana a investigar. Allí un forense, amigo de Fontana realiza el trabajo. La escena es típica del humor negro y muy visual:
- No sabía que te gustaba la música chorra –le dije con tono burlón.- ¡Coño! ¡Fontana! –se levantó de golpe, soltando la cabeza del muerto, que fue a chocar sonoramente en la taza del water (...) (7 de agosto: 2).
Tras la muerte de este “promotor cultural”, refiere Fontana que los diarios de Sabadell señalaban en homenaje al asesinado, que “Gracias a él, los cinéfilos de la ciudad habían podido ver, entre otras cosas, toda la obra de Rohmer y de Tarkovski, el Buñuel mexicano, el Milarepa de Liliana Cavan, Fassbinder... una lista que debo interrumpir aquí porque estoy empezando a marearme” (10 de agosto: 2).
Luego de manifestaciones públicas por el buen cine (escena absurda o inverosímilmente exquisita), el narrador implícito se toma la molestia de parodiar ¿inconscientemente? una imagen clásica de El Acorazado Potemkim: “La gente iba de un lado a otro como zombies. En mi carrera, no pude evitar chocar con una abuela, que, después de una extraña pirueta, fue a caer sobre un cochecito de niño, ante el gesto horrorizado de sus padres” (13 de agosto: 2).
Una nueva pista surge: un crítico de cine, de nombre Víctor Palomar, que desde el propio Diari de Sabadell había rechazado el llamado cine-arte. Señala Fontana que
(...) sus críticas eran verdaderamente incendiarias. Empezaba a caerme bien aquel tipo. En sus artículos despotricaba contra la mayor parte del cine europeo y asiático, a los que consideraba ‘adecuados para frenopáticos y demás casas de placer’ (27 de marzo de 1990), tratando a los adictos a aquellas películas de ‘pseudopedantes mongoloides aquejados de un mal gusto innato para el séptimo arte’ (17 de diciembre de 1995, su última crónica cinematográfica).
A éste se suma las cartas que le enviaba María Picos Vega, respaldando fanáticamente sus opiniones, criticando abiertamente el cine-club de Sabadell
(...) por proyectar películas infumables (según sus propias palabras), mientras se marginaba de las pantallas sabadellenses la obra de algunos de los mejores directores norteamericanos de la actualidad, entre los que citaba, demostrando un excelente gusto cinematográfico, a Jim Jarmush, Alex Cox y Abel Ferrara (21 de agosto: 2).Esta pista es clave pues permitirá a Fontana y a un grupo de amigos suyos establecer a dos posibles autores y capturar al verdadero asesino. El plan consiste en que un par de ellos vigilarán el cine por fuera y otros dos asisten al espectáculo, que Fontana califica como una auténtica canallada pues exhiben El año pasado en Mareinbad. El asesino, lógicamente, iría luego tras la pista de uno de los asistentes para asesinarles. Mientras tanto Fontana señala que se siente “como Richard Dreyfus en Tiburón” (29 de agosto: 2).
Finalmente lograrán capturar al asesino, que no es sino María Picos Vega, a la que hacen confesar sus crímenes, en una escena visualmente similar a la de Alex en La Naranja mecánica de Kubrick:
El primer paso fue atarla bien fuerte al respaldo de la silla en que estaba sentada. Después la amordazamos y la colocamos frente al televisor. Conecté el vídeo metí una cinta. En la pantalla del televisor apareció el título de aquella atrocidad: Gritos y susurros, del amigo Bergman. Un minuto después, María Picos se debatía desesperadamente en su silla, mientras lanzaba gemidos ahogados. Nos fuimos turnando para mantenerla despierta (30 de agosto: 2)Luego de una muy verosímil narración de María Picos y hasta comprensible, tenemos que CS es una novela hecha de intertextos, de citas culturales cinematográficas, de humor negro y de parodia.
El final de la novela mantiene este nivel de parodia y de humor, pues luego de resolver el caso, Fontana acude al cine-club de Sabadell para cerciorarse de que todo anda bien, pero luego comprende que ha sido un error, cuando ve el título de la película en exhibición: Conte d’ hiver de Rohmer. A ello se agrega que como “premio”, Fontana reciba entrada libre –de por vida– a todas las sesiones, concluyendo el personaje: “Y pude comprobar que no era tan malo como yo esperaba. Tan solo tuve que salir dos veces a vomitar” (31 de agosto: 2).
CS se construye como un juego intertextual, que parodia un género popular como la novela negra. La inclusión de referentes cinematográficos hace atractiva su lectura, y el humor negro de CS, permite moverse al lector, en un mundo posible –que no es fantástico– con una mayor dosis de saludable cinismo.
Elton Honores
“- (...) Tú crees en Dios. ¿Verdad?
- Lo siento, hermano; soy un adorador de Satány he salido a buscar un cuerpo para el sacrificio delSabbat”.Fontana, Celuloide Sangriento, (1 de agosto: 2)
Resulta extraño que un escritor fantástico como David Roas (Barcelona, 1965) haya estado de paso por Lima, el 2008. Más extraño aún resulta que el propio autor, durante su estancia, obsequie un viejo texto suyo en fotocopia para deleite de sus amigos, un ejercicio casi paródico como su novela de folletín Celuloide sangriento (1996) –en adelante CS– , novela que se publicó exitosamente en 23 entregas en el Diari de Sabadell, entre el 30 de julio y el 31 de agosto del mismo año. Las ilustraciones pertenecen a David Clusella.La novela narra los crímenes que empiezan a suceder, inicialmente, todos los jueves en la apacible y tranquila ciudad de Sabadell. Se trata de crímenes específicos contra los amantes del llamado “cine arte”. En estos crímenes no hay agresiones sexuales o intentos de robo, además se suma el hecho de la ausencia de testigos. Frente a estos aparentes “misterios sin resolver” y la serie posterior de asesinatos, será el detective privado, de apellido Fontana (personaje casi simpsoniano, sentimental, lector de Bukowski, amante de la música, tanto del blues, como del jazz o de Sonic Youth, además de ateo y cínico), quien logre descubrir al autor del crimen y sus motivos.
Nos encontramos así, al parecer, con un “móvil” criminal posmoderno: el odio criminal de este asesino en serie a los “cinéfilos”, a los “snobs” del cine, a aquellos que adoptan poses intelectuales y terminan rindiendo culto a un cine críptico y a veces indescifrable o por momentos aburridísimo. De ello se desprende que el serial-killer de CS, es al parecer culto, pues sabe discernir entre el buen cine y el “cine snob” o de pose.
Vemos que CS se inserta dentro de dos tradiciones: el folletín, y la novela negra. Del folletín, es evidente la entrega interrumpida y discontinua del relato, el sensacionalismo con el que son narrados los crímenes en la propia novela y por la prensa de Sabadell, la intriga y el misterio de los asesinatos, y la presencia de la violencia ¿justificada? del asesino, frente a los amantes del “cine arte”. De la novela negra destacan el lenguaje callejero, la violencia policial implícita, la transgresión de los límites morales de los personajes, y el componente político no está del todo ausente: al alcalde Farrés le interesa resolver los crímenes sobre todo por la reelección que está próxima, ya que “un alcalde que se preocupa por la seguridad de sus conciudadanos es un ganador seguro” (30de julio: 2). A ello se agrega el episodio de Madrid que recuerda Fontana: el político homosexual, que acaba con su impecable carrera como detective madrileño, y terminará por recluir al personaje en Sabadell, el tiempo presente de la novela.
CS esta narrada por el propio Fontana, lo que nos permite entrar en su mundo psicológico y conocer también su postura frente al propio cine. Sobre las dos primeras víctimas, Fontana señala:
Amelia había ido a ver Le rayón vert, de Eric Rohmer, y Pedro, Azul de Kieslovski (o como leches se llame). ¡Vaya bazofia! Debo reconocer que no soy muy amigo de filmotecas y cine-clubs. Nombres como Tarkovsky, Godard o Zhiang Yimou hacen que se me nuble la vista y empiece a sudar, y me obligan a ir corriendo al vídeo y poner algo de Billy Wilder para recuperarme (30 de julio: 2).
Evidentemente, observamos que el personaje de Fontana tiene un amplio conocimiento cinéfilo, pero también una postura particular frente al cine-arte. Ello lo convierte en un personaje paródico y a su vez exige la competencia de un lector implícito que conozca los referentes señalados para comprender la ironía y el juego humorístico intelectual (o quizás hiperintelectual, según el lector) que se plantea mediante las citas.
En vista de que los crímenes se cometieron los jueves, Fontana decide ir al cine-club de Sabadell, señalando:
No pude haber escogido pero día: la película que proyectaban era una pequeña maravilla, según rezaba en el programa de mano, de las que filmó Godard: Alphaville. Jodeeeer. Faltaba media hora para que empezase aquel engendro (...) Cuando se hizo la hora de entrada, me dirigí a mi butaca, sabiendo que no había forma de parar aquel suplicio. Me imaginé como un cordero camino de ser convertido en material de barbacoa (...) el público: una multitud de progres y demás fauna intelectualoide, tanto jovencitos como maduros, charlaban en una terrible algarabía, intercambiando todo tipo de frutos secos (...) Gentes a las que les costaría hacer una redacción de cincuenta palabras sobre sus vacaciones, hablaban sin pudor de los errores de cámara de Pulp fiction o de lo asquerosa que era El día de la bestia. Casi comprendí al asesino que buscaba (31 de julio: 2)A pesar de su asistencia , se comete un tercer crimen. Fontana reflexiona: “Con este tercer fiambre ya no me parecía tan descabellada la idea de un cazador de adictos al cine-paliza; una especie de justiciero que harto de las atrocidades que se estaba cometiendo con el séptimo arte, eliminaba a todos aquellos que la apoyaban” (31 de julio: 2). Fontana considera así, seriamente la posibilidad de esta explicación a los asesinatos.
El comisario Ugarte, otro de los personajes, logra capturar a un sospechoso, al cual, luego de torturarlo para que confiese sus supuestos crímenes (pues se trata de un inocente), se reúne con Fontana, quien se muestra incrédulo por la facilidad de la captura, a lo que Ugarte le responde:
Mire, Fontana, ya sé que usted es muy bueno y todo eso. Pero no olvide que esto no es una novelita de detectives en la que los policías somos unos memos y los investigadores unos tipos inteligentísimos, que se tiran a todas las tías buenas y que resuelven los casos casi sin despeinarse (3 de agosto: 2)Evidentemente, hay aquí un guiño intertextual con la novela policial clásica, que reafirma el tono paródico de CS, pues se plantea el estereotipo del investigador.
Luego de la captura del supuesto serial-killer, Sabadell parece volver a la normalidad, por ello se organiza una velada especial en el cine-club. El narrador señala que
Esa noche iban a proyectar dos peliculones (a precio de entrada normal: Pauline a la plage, de mi amado Rohmer, y Werther, de Pilar Miró. No sé si me equivoco pero creo que esta última era utilizada por la KGB en sus interrogatorios. Los pedantorros iban a chuparse los dedos (6 de agosto: 2) Previsiblemente, vuelve a cometerse otro crimen, esta vez al dueño del cine-club de Sabadell. Hasta el lugar llega Fontana a investigar. Allí un forense, amigo de Fontana realiza el trabajo. La escena es típica del humor negro y muy visual:
- No sabía que te gustaba la música chorra –le dije con tono burlón.- ¡Coño! ¡Fontana! –se levantó de golpe, soltando la cabeza del muerto, que fue a chocar sonoramente en la taza del water (...) (7 de agosto: 2).
Tras la muerte de este “promotor cultural”, refiere Fontana que los diarios de Sabadell señalaban en homenaje al asesinado, que “Gracias a él, los cinéfilos de la ciudad habían podido ver, entre otras cosas, toda la obra de Rohmer y de Tarkovski, el Buñuel mexicano, el Milarepa de Liliana Cavan, Fassbinder... una lista que debo interrumpir aquí porque estoy empezando a marearme” (10 de agosto: 2).
Luego de manifestaciones públicas por el buen cine (escena absurda o inverosímilmente exquisita), el narrador implícito se toma la molestia de parodiar ¿inconscientemente? una imagen clásica de El Acorazado Potemkim: “La gente iba de un lado a otro como zombies. En mi carrera, no pude evitar chocar con una abuela, que, después de una extraña pirueta, fue a caer sobre un cochecito de niño, ante el gesto horrorizado de sus padres” (13 de agosto: 2).
Una nueva pista surge: un crítico de cine, de nombre Víctor Palomar, que desde el propio Diari de Sabadell había rechazado el llamado cine-arte. Señala Fontana que
(...) sus críticas eran verdaderamente incendiarias. Empezaba a caerme bien aquel tipo. En sus artículos despotricaba contra la mayor parte del cine europeo y asiático, a los que consideraba ‘adecuados para frenopáticos y demás casas de placer’ (27 de marzo de 1990), tratando a los adictos a aquellas películas de ‘pseudopedantes mongoloides aquejados de un mal gusto innato para el séptimo arte’ (17 de diciembre de 1995, su última crónica cinematográfica).
A éste se suma las cartas que le enviaba María Picos Vega, respaldando fanáticamente sus opiniones, criticando abiertamente el cine-club de Sabadell
(...) por proyectar películas infumables (según sus propias palabras), mientras se marginaba de las pantallas sabadellenses la obra de algunos de los mejores directores norteamericanos de la actualidad, entre los que citaba, demostrando un excelente gusto cinematográfico, a Jim Jarmush, Alex Cox y Abel Ferrara (21 de agosto: 2).Esta pista es clave pues permitirá a Fontana y a un grupo de amigos suyos establecer a dos posibles autores y capturar al verdadero asesino. El plan consiste en que un par de ellos vigilarán el cine por fuera y otros dos asisten al espectáculo, que Fontana califica como una auténtica canallada pues exhiben El año pasado en Mareinbad. El asesino, lógicamente, iría luego tras la pista de uno de los asistentes para asesinarles. Mientras tanto Fontana señala que se siente “como Richard Dreyfus en Tiburón” (29 de agosto: 2).
Finalmente lograrán capturar al asesino, que no es sino María Picos Vega, a la que hacen confesar sus crímenes, en una escena visualmente similar a la de Alex en La Naranja mecánica de Kubrick:
El primer paso fue atarla bien fuerte al respaldo de la silla en que estaba sentada. Después la amordazamos y la colocamos frente al televisor. Conecté el vídeo metí una cinta. En la pantalla del televisor apareció el título de aquella atrocidad: Gritos y susurros, del amigo Bergman. Un minuto después, María Picos se debatía desesperadamente en su silla, mientras lanzaba gemidos ahogados. Nos fuimos turnando para mantenerla despierta (30 de agosto: 2)Luego de una muy verosímil narración de María Picos y hasta comprensible, tenemos que CS es una novela hecha de intertextos, de citas culturales cinematográficas, de humor negro y de parodia.
El final de la novela mantiene este nivel de parodia y de humor, pues luego de resolver el caso, Fontana acude al cine-club de Sabadell para cerciorarse de que todo anda bien, pero luego comprende que ha sido un error, cuando ve el título de la película en exhibición: Conte d’ hiver de Rohmer. A ello se agrega que como “premio”, Fontana reciba entrada libre –de por vida– a todas las sesiones, concluyendo el personaje: “Y pude comprobar que no era tan malo como yo esperaba. Tan solo tuve que salir dos veces a vomitar” (31 de agosto: 2).
CS se construye como un juego intertextual, que parodia un género popular como la novela negra. La inclusión de referentes cinematográficos hace atractiva su lectura, y el humor negro de CS, permite moverse al lector, en un mundo posible –que no es fantástico– con una mayor dosis de saludable cinismo.
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