miércoles, 12 de noviembre de 2025

Antony Llanos. Avernia. Travesía por el mar de tormentas y tridentes. Lima: gato viejo, 2025. 163 p. ilustraciones de Gerardo Espinoza y Antony Llanos.

 


Antony Llanos. Avernia. Travesía por el mar de tormentas y tridentes. Lima: gato viejo, 2025. 163 p. ilustraciones de Gerardo Espinoza y Antony Llanos.

              Una de las líneas de la narrativa fantástica que está siendo explorada, cada vez con mayor énfasis, es lo que denomino como fantasía atemporal (cfr. Narrativas del caos, 2012). Es claro que en la cultura global contemporánea el renacer de este tipo de ficciones se explica por la notable adaptación de Peter Jackson de El señor de los anillos. Tolkien era más un autor de gueto -como podría ser H.P. Lovecraft-, pero con su estreno en 2001 hubo un renacer de lo maravilloso y de la fantasía heroica. Ese mismo año llegó a la gran pantalla otro fenómeno: Harry Potter y la piedra filosofal. Sobre la base de ambas creaciones se fue desarrollando a nivel global mucha literatura más cercana al fantasy anglosajón.

En el Perú del siglo XXI, Hans Rothgiesser, Iván Bolaños fueron los primeros en transitar por estos códigos. A ellos se sumó Avernia. Héroes y leyendas (2007; 2012) de Antony Llanos (1976), un producto narrativo emitido en 12 entregas, que contaba con las ilustraciones de Christian Rosado, y que tuvo buena acogida de los lectores. Esta línea de fantasía atemporal fue ampliándose a otros autores como Augusto Murillo, Carlos de la Torre Paredes, Jeremy Torres, Glauconar Yue, Julio Cevasco, Jorge Casilla, o Lorenzo Macchiavello. En 2023, Llanos publicó una versión íntegra de Avernia del 2012.  Avernia. Travesía por el mar de tormentas y tridentes (2025) es su continuación.

Lo que destaca de este libro es el tono trágico de sus personajes quienes se ven enfrentados por el reino de Avernia, pactando alianzas o amenazándose mutuamente. En ese punto, la búsqueda del poder es casi macbethiana, aunque sin la profundidad psicológica, dado que la novela plantea la eterna lucha entre el bien y el mal. Cada capítulo tiene acción y enfrentamiento constante. La novela se alimenta también de la estética del videojuego y los juegos de rol. A nivel escenográfico, su principal atractivo es el fondo marino, que nos recuerda al lejano Aquaman de DC Comics creado en los años 40. El mundo de Avernia está rodeado de magos, guerreros, dragones, amazonas, sirenas, tritones, elfos. Es un mundo exuberante y sobrepoblado de seres fantásticos que puede resultar excesivo desde los códigos realistas, más acostumbrados a celebrar lo que esté basado en hechos reales. Llanos quiere alejarse en lo posible de la realidad. En su intervención en el reciente XI Congreso Internacional de Narrativa Fantástica (2025), declaró que “El poder corrompe a cualquiera”. Quizás esto explique porqué en Avernia, esta lucha por el poder, permanente e infinita, tenga efectos negativos: si el poder corrompe, ya no hay ni buenos ni malos, porque todos terminarán por ser “malos”. Si reemplazamos a guerreros y bandos de Avernia por los actuales partidos políticos (más de nueve mil quinientos candidatos para las elecciones del 2026) veremos que puede resultar también una alegoría del presente.

El libro viene acompañado de ilustraciones, que en algunos casos grafican los pasajes narrados, o los amplifican, o los complementan; en otros casos, se trata de diseños de personajes, que podrían prescindirse dado que interrumpen la narración central de esta "odisea submarina".

 

Elton Honores

Universidad Nacional Mayor de San Marcos