Encuentro de investigación literaria
Literatura fantástica
Domingo 3 de noviembre de 2024, 5:00 pm. Casa de la Literatura Peruana
Junto a Judith Paredes y Jorge Terán participamos en un encuentro sobre investigación, en mi caso sobre literatura fantástica. Nos pidieron no preparar nada escrito, sino que sea según el formato de coloquio. El evento no se transmitió, pero he ordenado algunas ideas, reelaborado otras, y añadido algunas más, que creo podrían ser útiles para un diálogo sobre los estudios sobre el fantástico en el panorama actual.
1. Breves antecedentes
El trabajo de Harry Belevan en el estudio de lo fantástico es pionero, porque propone una teoría del género que aplica a su selección. Teoría de lo fantástico (1976) y Antología del cuento fantástico peruano (1977) son libros fundamentales para todo estudio sobre el tema. De allí al siglo XXI ha sido poco lo estudiado hasta Mundos imposibles. Lo fantástico en la narrativa peruana (2010), La civilización del horror. El relato de terror en el Perú (2014), La división del laberinto. Estudios sobre la narrativa fantástica peruana contemporánea (1980-2015) (2017), La racionalidad deshumanizante. El teatro político y la ciencia ficción (1886-1989) (2017), Fantasmas del futuro. Teoría e historia de la ciencia ficción (1821-1980) (2018), o Nación fantasma. Ciencia ficción en la novela peruana (1917-1984) (2024), entre otras investigaciones realizadas y trabajos antológicos.
2010 puede considerarse como un reinicio del interés por el estudio de esta producción, que está acompañada por congresos, como el académico internacional (desde 2008) y el de nacional de escritores (desde el 2011), ambos vigentes. A este proceso se suma el rescate de obras que han obtenido nuevas lecturas.
Otras investigaciones realizadas en esa línea son las de José Güich, Carlos López y Alejandro Susti con Del otro lado del espejo. La narrativa fantástica peruana (2016), Audrey Louyer con Pasajes de lo fantástico. Propuesta teórica para un estudio de la literatura de expresión fantástica en el Perú (2016), o Helen Garnica Brocos en Contigüidad de los cadáveres (2023).
En cuanto a las antologías es de destacar en el siglo XXI 17 fantásticos cuentos peruanos (2007) de Carlos Sotomayor y Gabriel Rimachi y la monumental La estirpe del ensueño (2007) de Gonzalo Portals, las primeras; a las cuales han continuado varias otras, sean temáticas, o de archivo. Y la emergencia de editoriales especializadas en estos géneros.
También es oportuno mencionar la labor de difusión en internet -como una nueva plataforma- desde el 2002 de Daniel Salvo y su página Ciencia ficción Perú.
2. Ninguna “escena” literaria podrá promocionarse y crecer sin el apoyo de los medios masivos
Desde los años 60 la relación entre los artistas y los medios de comunicación se torna problemática. ¿Los medios son instrumento o un fin en sí mismo? Mientras la prensa cultural siga dándole mayor importancia y cobertura a los autores extranjeros en desmedro de la producción local, la “escena” seguirá en el margen. Casi ninguno de los autores peruanos independientes tiene tal cobertura en el extranjero como los extranjeros acá. Hay pues, un rezago colonialista en la cultura, o en quienes escriben sobre cultura, o la dirigen. Directamente fomentan el consumo de autores extranjeros o de modo casi exclusivo de solo aquellos que publican en sellos transnacionales o en sus franquicias locales. El rol de la academia es muy restringido, y su circulación (además de la jerga utilizada) tiene un impacto nulo en la masa potencial lectora.
3. La escena “independiente”
El gran potencial de esta literatura está en el circuito de editoriales independientes, que son muchas. Allí se han publicado los mejores libros en la última década. Pero, así como hay libros buenos, hay también libros regulares, y malos, como en toda escena. Se debe diferenciar el trabajo de las editoriales como tal y de aquellas que hacen más un trabajo de impresión, sin un cuidado de la edición (no me refiero a la obligatoria corrección de estilo), sino a la carencia de editores. Estas editoriales apenas sobreviven y mantienen vivo el “ecosistema” del libro, sin el cual, solo le quedaría al lector a leer los saldos provenientes del extranjero, los libros de moda, los que tienen cobertura mediática. También es cierto que estas editoriales no realizan un trabajo adecuado de promoción. Hace falta una industria.
4. Circulación de libros
Estamos como hace 70 años, en un circuito artesanal o premoderno, en el que los libros tienen una circulación deficiente o de ningún tipo. El medio natural son las librerías (ubicadas en los distritos más exclusivos de Lima), pero no es secreto que las grandes cadenas (además de no pagar las ventas) no dan exposición a los libros nacionales (menos aún a los de estos géneros) y cuyo precio de venta al publico es inalcanzable para un lector de sector medio o popular. El lector distraído se deja llevar, tanto por la información que es “tendencia” en medios o por lo que visualmente es expuesto en un lugar privilegiado de la librería (no en un rincón oculto y secreto). Si bien el día de hoy existe la posibilidad de venta por internet, o de manera directa (que no es la manera más ideal), lo concreto es que estos libros circulan más en pequeñas ferias o en eventos académicos y no académicos. Si esto ocurre con los autores que publican en Lima, ¿qué ocurrirá con los autores de las regiones?
5. Los youtubers, booktubers, influencers, reels, etc ¿promueven o hacen más daño?
Si hacer una reseña crítica significa mostrar el libro recibido (o comprado), leer la contratapa, al modo de compartir un “estado de ánimo”, no sirve (salvo para el potencial consumo ciego de best sellers).
6. El adanismo
Sostiene la RAE que el “adanismo” es el “Hábito de comenzar una actividad cualquiera como si nadie la hubiera ejercitado anteriormente”. La palabra adánica es una tara para la historia del género fantástico, que se ha trasladado al campo del feminismo. Aunque no existe entrada en la RAE para el “evaismo” (de Eva), en los últimos meses es común esta práctica, lo que constituye un error el hecho de presentarse públicamente como descubridoras del género (todo lo mencionado en el primer punto simplemente no existe).
7. ¿Por qué no hay interés en el estudio de lo fantástico desde el mundo académico?
Hay varias razones posibles: a) un interés por lo más inmediato, por la publicación más reciente, la de ayer es ya prehistoria. Interesa lo de hoy; b) existe cierto desprecio por la historia literaria, -la línea más tradicional- frente a la “crítica” y la “teoría”; c) una posible carencia o desconocimiento de la teoría del fantástico; d) prejuicio sobre esta producción al considerarla como poco seria, infantil, evasiva, o diabólica; e) no hay canon (producido por un proceso de dispersión de referencias); f) por pereza, ya que los estudiantes al elegir un libro contemporáneo tienen la ventaja que este no exija una búsqueda en archivos o fuentes primarias, y permita hacer el trabajo en menos tiempo.
[Durante el encuentro, Judith Paredes ofreció como hipótesis a esta preferencia por la inmediatez, que sería porque “no se enseña a investigar”, en este caso, de ser cierto, la responsabilidad estaría en los profesores de cursos afines, pero también podemos agregar que es también legítimo no tener interés por un tema de investigación como este, porque no se puede obligar a nadie a desarrollar un tema de tesis. Jorge Terán afirmó que la razón puede ser por dejarse llevar por el canon del mercado, es decir, estaríamos dominados por el punto 2]
8. Ventajas y desventajas de investigar lo fantástico
A pesar de lo mencionado en el punto 1, el campo es aún bastante fértil y ha sido poco explorado y atendido. Hay mucha producción por exhumar, rescatar, integrar al corpus y canon del fantástico. Este hecho permite realizar un trabajo más original ya que es posible que no existan mayores referencias sobre libros o autores en concreto. Las desventajas, como en toda investigación, más allá del tiempo que supone la investigación, es el financiamiento (que se cubre con fondos propios), y la posibilidad de publicar la investigación (un libro, no tanto un artículo). La falta de acceso a materiales, ediciones príncipes, ediciones críticas son también un problema. Un punto de inicio sería la integración de parte del corpus fantástico a la currícula secundaria y universitaria en estudios generales, aunque lo veo por el momento poco probable. Pero, más allá de este sumario panorama, nada será impedimento para seguir bregando en este campo, y “peleando a la contra" frente a un realismo social dominante que la historia se encarga de presentar como “natural”, cuando lo fantástico ya lo ha desbordado.