Claudia
Cortalezzi. Escritos entre mate y mate. Antología de microrrelatistas
argentinas. Lima: Micrópolis, 2017. 141 p.
La editorial
Micrópolis, dirigida por Beto Benza, ofrece esta nueva antología del género en
Argentina, a cargo de Claudia Cortalezzi (Buenos Aires, 1965). La antologadora,
en su presentación, establece de modo sumario algunas características del
microrrelato como el tratamiento particular del lenguaje (dada la brevedad), la
sugerencia, la importancia del título, la concentración en el “nudo” de la
historia que a veces es el clímax de
la historia, o la necesidad de un lector activo para completar el sentido. Asimismo
sostiene que por lo dicho, el microrrelato es uno de los géneros más difíciles
(¿?), lo que parece más un prejuicio “a favor” del microrrelato, ya que esta
idea se puede extrapolar a todos los géneros de la literatura.
Dada la tradición argentina del microrrelato en general,
Cortalezzi selecciona a diversas autoras del género, destacando como “puntas de
lanza” a Ana María Shua y Luisa Valenzuela, presencias indiscutibles en una
antología, a las que agregaríamos a Rosalba Campra y Sylvia Iparraguirre. Pero
quisiera centrarme en cuatro autoras quizás menos difundidas: Norah Scarpa,
Ildiko Nassr, Gilda Manso y Caro Fernández.
En el caso de Scarpa, trata los temas del ser y la
identidad, ya sea desde el plano amatorio, como en “Noche de bodas”, en el que
el ser solo es posible de alcanzar a través de la desnudez “metafísica” que
libera al individuo del receptáculo o envoltorio físico, es decir, del cuerpo.
De igual modo, en “La vida” el deseo de ser libre solo es posible en la vida “carcelaria”,
paradoja inevitable. Y en “Los nudos”, nos habla de un más allá (cielo o
infierno) y de un destino post-mortem inevitable.
Nassr, remite a una condición “borgiana” del hombre
inmortal que transita por varias vidas y concluye en ser al final de su vida
todos los hombres. En “Tumberos” (en jerga, “tumba” alude a la cárcel) trata
sobre la vida carcelaria, pero más aún, de cómo se van perdiendo los
significados, reduciéndose el lenguaje humano a generalidades. Y en “Hija”, en
el que el nuevo ser se metamorfosea en un monstruo, al cual la madre se ha
habituado, como en alguna película de terror.
Manso, en “El joven aprendiz”, discute la noción de
libertad a partir de la figura de un joven mago. Un mago que pretendiera sacar un
conejo de un sombrero y terminara sacando un elefante, sería considerado –para el
maestro- como un fracaso, por más que esto sea más espectacular o asombroso.
Pero la ironía no está en las dimensiones del objeto sino en la resolución: el
verdadero mago ofrecería libertad absoluta al animal. En “El increíble talento
de Martín” asistimos a un enamorado capaz de transformarse en objetos
(floreros, billeteras, etc.) para saciar sus celos enfermizos, que lo llevan al
final a convertirse en arma y matar a la amada. El texto concluye: “Martín
transmutó en aire. Y el aire, como se sabe es libre. Al menos, hasta que
alguien lo respire”. Esta condición recuerda mucho a un texto del peruano Juan
Rivera Saavedra, titulado “Coqueta” de 1976, en el que el aire, enamorado de Rosaura, ante su
desprecio, termina por quitarle la vida, ya que “nadie puede vivir sin el aire”,
dato que solo se revela al final. Y en “Todos los cuerpos se parecen”, Manso
parte de la idea que en la desnudez todos somos iguales, pero añade un elemento
de extrañeza, ya que hay indicios de una anormalidad, una animalización en cada
uno de nosotros.
Y Caro Fernandez, que juega con la sorpresa de sus relatos.
En “Mirada”, a través del cambio de condición de la voz narrativa (de humano a
animal); en “Desasosiego”, el deseo de ver muerto en sueños al otro. Y en “si
vos lo decís…”, que otorga un poder a la voz femenina capaz de destruir y hacer
explotar literalmente la cabeza masculina (al modo de Scanners de Cronenberg).
Se trata de un buen panorama contemporáneo del
microrrelato escrito por mujeres en Argentina, e invita a seguir indagando
sobre la obra de las autoras seleccionadas, en diálogo necesario con otras
tradiciones de Latinoamérica para establecer mayores vasos comunicantes.
Elton Honores