viernes, 13 de junio de 2014

Santiago Roncagliolo. La pena máxima. Lima: Alfaguara, 2014.


Obra maestra ****
Muy buena ***
Buena**
Regular *


Santiago Roncagliolo. La pena máxima. Lima: Alfaguara, 2014.

La pena máxima de Santiago Roncagliolo (Lima, 1975) es una novela interesante, pues permite hacer algunas reflexiones sobre la cultura popular e historia local. La novela tiene varios ejes que la hacen atractiva: la Operación Cóndor, encargada de desparecer a presos políticos contrarios a los regímenes militares que sacudieron Latinoamérica en los años 70s;  la participación del Perú en el Mundial de fútbol de 1978 en Argentina, bajo el gobierno de Videla; y desde la ficción, los asesinatos que se cometen en Lima en el marco de ambos hechos históricos reales, investigados por Félix Chacaltana, personaje de Abril Rojo.

Nos encontramos en los primeros años de servicio estatal de Chacaltana en el aparato burocrático del Estado. En esa burocracia que no sirve para nada útil (solo para redactar oficios, actas; y cuyo trabajo no le interesa al superior inmediato), Chacaltana parece encajar a la perfección. Un personaje sin ambiciones, cuyo único propósito es hacer bien su trabajo y de modo honesto, incluso hasta rozar con el absurdo, pues su perfil psicológico es por momentos, el de un adolescente haciendo de adulto. Tal es así que a pesar de ser mayor de edad sigue viviendo bajo la presión de una madre, construida a semejanza de la madre de Carrie de Stephen King, mujer viuda, devota y por momentos con un fanatismo religioso similar.

El personaje es tan puro e inocente (es decir, es idealista y poco práctico) que recibe la sanción de su jefe, que quiere constantemente “avivarlo” de cómo son las cosas en este país y de qué debe hacer para mejorar su estatus. Parece ser que el jefe tiene razón, el país funciona mal, hay corrupción, se trata de no “meter las narices” donde no se debe, en suma debe practicar la inacción total frente al caos. Aquí se descubre un problema grave, pues muchos lectores pensarán como el jefe inmediato de Chacaltana, es decir, le darán la razón y Chacaltana quedará convertido en un inepto. Esta ingenuidad por cumplir la ley, hace que Chacaltana sea considerado un epígono de Maxwell Smart o el inspector Clouseau, como sostiene Javier Ágreda. Pero ¿Por qué nuestros detectives deberían parecerse a Marlowe o Spade de los años 30s y 40s? Eso sí sería artificial e incluso anacrónico. Chacaltana es en ese sentido más verosímil.

Desde otra perspectiva, ¿este país no necesitaría más hombres parecidos a Chacaltana, es decir, más hombres honestos, que busquen descubrir la verdad?, ¿por qué son percibidos como ingenuos?, ¿necesitamos gente que haga su trabajo o gente que piensa que lo mejor es que lo hagan los otros? En este contexto la respuesta debería ser, sí, es decir, con todas sus imperfecciones, Chacaltana es más valioso que muchos otros que desfilan en la novela, que solo piensan en fútbol; pero la respuesta mayoritaria también podría ser, no (dejo la interrogante de porqué un personaje menos humorístico que Chacaltana como James Stewart en Caballero sin espada simplemente no funcionaría o sería inverosímil, acá).

Volviendo a la novela, también destaca la ausencia del padre muerto, cuya figura intenta ser reemplazada por Chacaltana por Joaquín, su amigo asesinado, luego por Gonzalo, padre de Joaquín. En ambos casos se fracasa. Pero este fracaso es sintomático: la búsqueda del padre es la búsqueda de un fantasma, de alguien que ya no está. Y este tópico recorre la narrativa latinoamericana desde Pedro Páramo de Rulfo hasta El fantasma nostálgico de Calderón Fajardo. Se puede discutir sobre si el tratamiento de este tema debe ser grave o en clave de humor, pero en ambos casos no es un demérito. El humor es un arma tan válida tanto como el realismo más dramático.

Otro elemento que juega en favor de la novela es la derrota. En muchos sentidos el personaje fracasa. El no conocer ni comprender la ciencia del fútbol, seguir manteniendo su virginidad, el no ser “corrupto” son en la novela, disvalores, deméritos. Sus triunfos son relativos (sostener un encuentro amoroso con Cecilia, descubrir al asesino, pero no poder iniciar investigación alguna pues él mismo está implicado). Es decir, el personaje evoluciona, va de inocencia pura a la pérdida de esta, con lo cual cumple con su proceso de aprendizaje para convertirse (posiblemente) en un hombre como la gran mayoría. Aprende a mentir, a ocultar información y con esto entra en la realidad. Su ingreso a la realidad es progresivo, el clímax será ver directamente los espacios de tortura del régimen argentino.

Y esto nos lleva al otro gran tema de la novela en el que me detendré: el fútbol. La selección local ha sido mitificada por la prensa deportiva al punto de que en el imaginario popular existe la idea que el Perú jugó alguna vez bien o que tenía un gran equipo. Esto, en los años dorados (1970-1982), no se vio en resultados concretos (salvo la Copa América del año 75), todo lo demás podría resumirse en buenos partidos iniciales y finales desastrosos por goleada en los mundiales (1970: 4-2 frente a Brasil; 1978: 6-0 contra Argentina; 1982: 5-1 frente a Polonia). ¿Y qué tiene que ver esto con la estructura de la novela? Mucho. Así como Chacaltana pasa por este proceso de la inocencia hacia la pérdida progresiva de esta, el equipo peruano de fútbol del 78 vive una experiencia similar. De la gloria a la derrota total.

Sobre ese fatídico 6-0 del 78 se ha especulado mucho. Lo cierto es que en la novela ese performance permite reflexionar en otro sentido: se juega para perder, se finge que se juega o en su defecto, se trata de solo simular (al igual que Chacaltana, el consejo de su superior es fingir, hacerse de la “vista gorda”, etc.). Solo en este sentido el equipo de fútbol puede asemejarse al proceder de una nación, ¿así “jugaban” nuestros políticos y gobernantes, nuestras instituciones públicas?, ¿a dejar las cosas como están sin pretender modificar absolutamente nada y buscar el modo de acomodarse en ese estado de cosas? Más extremo aún, si el equipo de fútbol es como el Perú, frente al 6-0 es dramático: si no hubo soborno, entonces el equipo juega pésimo, nunca tuvimos un “equipo”; si hubo soborno, los jugadores son corrompibles (lo cual también es más negativo incluso que lo primero). En ambos casos se desmitifica una verdad a medias. Queda el consuelo de imaginar que Perú fue sobornado para sentirnos mejor (podríamos haber jugado mejor contra Argentina, pero decidimos no hacerlo), para seguir pensando en el retorno de la fantasía (Perú solo puede ir al mundial en la ficción, o recordar viejos partidos en youtube).

Con un final cinematográfico, La pena máxima parece hablar de fútbol, pero esconde otra realidad. No solo la realidad de violencia por parte del Estado, las persecuciones a personas contrarias al régimen militar, o torturas que se cometen en paralelo al espectáculo deportivo; sino sobre todo de una realidad política, de prácticas acomodaticias que se mantienen en el Perú del nuevo milenio. ¿qué tanto ha cambiado el Perú? Un Estado cuyo discurso habla de libertad pero que se ve coaccionada siempre. La pena máxima no es solo que el padre mate al hijo, sino que el Estado olvide a sus ciudadanos, saber que nada funciona bien y que nada podría funcionar bien.

Elton Honores
Universidad Nacional Mayor de San Marcos
Universidad San Ignacio de Loyola

Convocatoria: Coloquio de Literatura José B. Adolph. 16 de octubre de 2014. IRPB


Convocatoria

Coloquio de Literatura
José B. Adolph
Lima, 16 de octubre de 2014

Al celebrarse los 30 años de la publicación de la novela Mañana, las ratas de José B. Adolph (1933-2008), el Instituto Raúl Porras Barrenechea de la UNMSM invita a la comunidad a participar de este coloquio homenaje a uno de los autores claves de la ciencia ficción y la literatura fantástica peruana contemporánea.

La participación en el coloquio está dirigida tanto para escritores como para investigadores.

En el caso de las propuestas de ponencias, estas deben contener: Nombre y filiación institucional, correo electrónico y número telefónico; título, descripción e hipótesis, bibliografía básica y 4 palabras clave. Deben ser enviadas –antes del 1 de septiembre de 2014- al siguiente correo:

elton_honores@yahoo.com

El tiempo estimado de lectura es de 15 minutos.
Para cualquier consulta adicional puede escribir al correo antes mencionado.
En espera de recibir su colaboración, la(o) saluda, cordialmente


Mg. Elton Honores
Universidad Nacional Mayor de San Marcos
Universidad San Ignacio de Loyola