Se
vende marcianos. Muestra de relatos de ciencia ficción peruana. Lima. Altazor,
2015. 443 pp. Selección y prólogo de José Donayre.
A diferencia de una antología (que supone cuentos
paradigmáticos de un género o temática) una muestra es una suerte de “estado de
la cuestión”, una fotografía de un momento de creación literaria de la
narrativa peruana contemporánea. Se vende
marcianos de José Donayre (Lima, 1966) cumple la función de comprobar, en
este caso, el registro de CF practicado por una serie de autores locales, el
interés por el género; a la vez que muestra tanto la madurez de algunos de sus
exponentes, con un estilo personal, y otros aún en construcción de ese estilo.
En este sentido el trabajo de recopilación y selección de Donayre es ejemplar.
La temática del libro aborda básicamente dos ejes
dominantes: a) los viajes espaciales y el encuentro con el otro alienígena (y
su otra civilización) y b) la CF esotérica influenciada por autores como Erich
von Däniken. De lo primero se desprende el énfasis racialista en muchos de los
relatos, con influencia del cine norteamericano de los años 50s. En este caso
la “raza distinta” sí es posible de verificación. De lo segundo, asistimos a la
idea eurocéntrica de que las culturas prehispánicas no pudieron producir
tecnología propia sino por medio de ayuda extraterrestre. Un elemento adicional
eventual es la presencia de los poderes telepáticos de comunicación.
El prólogo de Donayre, polémico, sin duda, da muestra del
cambio del registro realista hacia lo fantástico que ha experimentado la
narrativa peruana en los últimos años, apoyados tanto por el medio editorial independiente
como por el ámbito académico. Afirma Donayre que: “La pretendida hegemonía del
realismo no es otra cosa que una combinación de intereses políticos,
desconocimiento de lo literario y manipulación del mercado por medio de las
llamadas estrategias de marketing,
sobre todo en estos tiempos, en los que hay menos lectores y más consumidores
de libros (16).
Los cuentos incluidos en Se vende marcianos cumple con los marcos generales de la CF. De
ellos destacan los trabajos de Beto Benza, Lucho Freire, José Güich, Carlos Saldívar
y Lucho Zúñiga. Ellos logran articular un registro personal, un estilo propio
ya sea a través del humor (Freire), la experimentación (Zúñiga) o la rearticulación
con la tradición (Benza, Güich, Saldívar). Otros están aún en la consolidación de
su sello personal como Antoanette Alza, Jorge Ureta, Carlos Vera Scamarone y Luis
T. Moy. A ellos se suman autores del género como José B. Adolph, Juan Rivera Saavedra,
Adriana Alarco, Carlos Herrera, Tanya Tynjälä o Daniel Salvo. Hay que indicar
que en algunos casos se trata de novelistas que incursionan en el cuento o de
autores de lo fantástico que practican la CF, por lo que hay cierta
irregularidad en el conjunto. De otro lado más de la mitad de los 32 antologados
nacieron a partir de los años 70s lo cual puede ser un indicador generacional
que se identifica con lo fantástico o en defecto no tiene prejuicios al abordar
estos registros.
Lo que sí llama la atención es el trabajo con el
lenguaje. Aunque no es una obligación la experimentación formal en la CF,
tratándose de la representación del futuro, quizás sí sea válido hacerlo –un ejemplo
será Iris de Edmundo Paz Soldán-. Los
que acercan a esta representación son Arbaiza y Zúñiga, con singulares
resultados.
De Donayre se esperan aún las antologías Arriba las manos (sobre el policial para
el 2016) y Sexo al cubo (sobre el
erotismo, en 2017). Este programa antológico múltiple ayudará a ampliar aún más
el espectro de posibilidades literarias con las que cuentan los narradores
peruanos del siglo XXI. Y sobre todo los lectores.
Elton
Honores
Universidad
Nacional Mayor de San Marcos