Literatura fantástica y ciencia ficción en Perú e Hispanoamérica * Fantastic literature, fantasy, horror fiction, science fiction, cartoon, comic in Peru and Latin American
domingo, 6 de noviembre de 2011
David Roas. Tras los límites de lo real. Una definición de lo fantástico. Madrid: Páginas de espuma, 2011. 186 pp.
David Roas. Tras los límites de lo real. Una definición de lo fantástico. Madrid: Páginas de espuma, 2011. 186 pp.
David Roas (Barcelona, 1965) es, sin duda, uno de los teóricos de lo fantástico más interesantes en habla castellana. Desde aquel lejano año 2008 en que tuvimos oportunidad de conocerle en el Primer Coloquio Internacional de Narrativa Fantástica [aunque personalmente conocía ya su Teorías de lo fantástico desde el 2005 en versión fotocopiada], su influencia –desde la teoría de lo fantástico– ha sido más que importante, aunque –paralelamente– todavía nos encontremos en un proceso de exhumación de la producción fantástica peruana y en la discusión sobre la recepción de esta producción en el ámbito local.
Con David, me une una amistad real y virtual. Gracias a ello he podido conocer de primera fuente trabajos suyos poco conocidos en Lima. Es por ello que la noticia de la publicación de Tras los límites de lo real, Premio Málaga de Ensayo 2011, la recibí con entusiasmo. En este libro, Roas ha reunido diversas reflexiones publicadas parcialmente en otros ámbitos y les ha dado forma definitiva como libro cuya unidad es más que consistente.
Así, el libro está dividido en cinco apartados: la realidad (en donde se sostiene que ésta es una construcción social, cultural y por lo tanto, sujeta a modificación), lo imposible (o campo en donde se mueve lo fantástico, es decir, los mundos imposibles que propone la ficción fantástica, según nuestra idea de lo real o de lo posible), el miedo (efecto transgresor de lo fantástico por propia naturaleza), y el lenguaje (estrategia discursiva que ayuda a potenciar el efecto fantástico, a darle “verosimilitud” acaso mayor realidad a la vez que lo vuelve imposible). A estos cuatro elementos por los que transita la ficción fantástica se le une un quinto capítulo: “Lo fantástico en la posmodernidad”, con el que concluye brillantemente lo que para Roas es lo fantástico.
Sospecho que para algunos este libro será el Necronomicon, libro prohibido y maldito que habrá que incendiar (y que como en el cuento de Iwasaki, nunca termina de arder); para otros, será un libro de cabecera. Será polémico, será contundente, será brutal, será brillante, será divulgativo, pero finalmente será y eso es lo más importante.
Elton Honores
Universidad San Ignacio de Loyola