lunes, 18 de julio de 2011

José Donayre. El secreto de Lostrés. Lima: Bruño, 201[1]. 75 pp.



José Donayre. El secreto de Lostrés. Lima: Bruño, 201[1]. 75 pp.

Obra maestra ****
Muy buena ***
Buena**
Regular *

Acaba de salir la nueva novela de José Donayre (Lima, 1966), El secreto de Lostrés, novela breve dirigida para un público infantil. La novela está planteada de manera lineal y clásica, carece del experimentalismo radical de su última novela La descarnación del verbo (2011). Pero, definitivamente, con El secreto de Lostrés, Donayre sigue explorando nuevos códigos, actitud que mantiene desde su primer trabajo de culto: La fabulosa máquina del sueño (1999).

En El secreto de Lostrés, Tino y Cusi hacen fuerza común para expulsar al pariente que se apresta a instalarse en su casa: Lipo, el primo. Éste es asumido como el extraño, el raro. Sin embargo, la abuela Mamaluz –lectora de libros como Gargantua y Pantragruel (¿con los grabados de Doré?) Las mil y una noches– les entrega una misteriosa caja para que ellos le den una utilidad fuera de lo común.

El secreto que contiene la caja es planteado como un enigma (como el de la esfinge a Edipo) que los personajes deben descubrir mediante el uso de la razón. Aquí hay un evidente guiño a la tradición griega que aparece en otros de sus trabajos (dixit: La trama de las moiras, 2003). Pero también destaca los juegos del lenguaje que se establece en la novela –en la mejor tradición de los hermanos Marx–, así, el humor es construido desde el puro lenguaje.

Otro elemento clave es la representación de lo femenino como adscrita a lo fantástico (o lo sagrado, dependiendo del punto de vista). Por ello, Mamaluz (quien les da la caja mágica) y Susana, su vecina, están relacionadas con lo mágico: Susana es quien va dando las claves para descifrar el enigma.

Habrán algunos ejemplares en la Feria de este año; otros ejemplares (los más) serán distribuidos a nivel de colegios en Lima y provincias. Así que la existencia de este libro (y su disponibilidad para un público no infantil) es también otro acto de puro ilusionismo.

Elton Honores
Universidad San Ignacio de Loyola