Leonardo Cárdenas Luque.
Reunión de muertos. Lima: Agalma, 2013. 53 pp.
Obra
maestra ****
Muy buena ***
Buena**
Regular *
No es extraño que Leonardo
Cárdenas Luque (Lima, 1988) guste de los juegos de rol o la música pop (en este
caso, los Smiths e incluso el metal progresivo de Porcupine Tree), pues ambos
son signos de su escritura: la imaginación de asumir distintas identidades y
letras que hablan de la soledad en el mundo hipertecnologizado, de quienes se
asoman a fisgonear perfiles de facebook, a quienes aman en silencio,
paradójicamente cuando todo está al alcance de la mano para comunicarse mejor y
efectivamente. Pero así como en la cultura literaria nada se crea ex nihilo, el
autor retoma ciertas poéticas previas, por momentos romántica, por momentos
existencialista, y por momentos fantástica. Lo mejor de sus textos son esas
atmósferas melancólicas que construye el autor, así el relato no avance en
acciones, el autor representa un mundo perdido y nostálgico al que se quiere
volver. Si como señala Andrés Caicedo, “La nostalgia es el miedo a crecer”, ello explicaría
la construcción de personajes juveniles que se debaten entre la búsqueda de
afecto (“La barrera”) o amores imaginarios mientras se viaja en autobús (“Cosas
que pasan…”). Pero a ello se agrega el registro moderno: la crítica del
narrador al boom gastronómico, pues el primer relato hiperbreve refiere la miseria de
sobrevivir día a día (“La batalla”) y la crítica metafórica al propio crítico
literario que busca algo que no existe en el texto (así como se busca
inútilmente los huesos de César Vallejo en el cuento "Una zanja tan honda", cuando todo es ceniza). Hay
cierto nivel de ambigüedad en “La barrera” pues en el final se deja abierta la
posibilidad de tratarse de una invención o fantasía o de si la fantasía del
personaje se ha hecho efectiva y se tiene el poder para controlar las acciones
de los otros en el mundo y todo ocurre (en apariencia) como uno lo desea (véase
la genial La ardilla roja de Medem o incluso Abre los ojos de Amenábar). Se
trata de una opera prima mucho más que interesante, cuentos de atmósferas en donde la subjetividad es fundamental para la construcción de ese mundo en cenizas.
Elton Honores
Universidad Nacional Mayor de
San Marcos