lunes, 3 de febrero de 2020

Noticias del futuro, por Giulio Guzmán



NOTICIAS DEL FUTURO
Por Giulio Guzmán
Los relatos de Noticias del futuro. Antología del cuento peruano de ciencia ficción del siglo XXI son otra señal del movimiento que ha alcanzado mayor impulso estos últimos años y del que se vislumbra un mayor protagonismo en la literatura peruana. Aunque han existido obras de ciencia ficción en el pasado nacional, y aun en el siglo XIX como un acercamiento, un movimiento importante de este género se ha desarrollado estos últimos años. La abrumadora tecnología que muta constante y progresivamente nos está llevando también por ese camino. Estamos viviendo lo prodigioso y si uno revisa las publicaciones tecnológicas no puede imaginar que pasará exactamente mañana. El cambio revolucionario de la innovación ha escapado de lo secular. La ciencia ficción que está ahora a nivel global, en cualquiera de sus formas ya no se queda en el entretenimiento intelectual. Ahora ha alcanzado la aplicación. Empresas como Scifutures con su frase “aceleramos la innovación con prototipos de ciencia ficción” nos indica esa virtud. El escritor de ciencia ficción es llamado para imaginar el camino del progreso aunque solo parezca un ejercicio lúdico.
La producción y el consumo de este género en el Perú aun no alcanzan las proporciones del exterior en habla inglesa. Tal vez es algo cultural, propio de Latinoamérica. En Ensayos filosóficos, Frondizi indica que en nuestros países se ha sustituido tradicionalmente la investigación metódica por explosiones emocionales y se ha reducido a la filosofía al ejercicio de la ingeniosidad verbal. Nos dice: “hemos arribado a la filosofía partiendo de dos puntos distintos: los estadounidenses provienen de la matemática y las ciencias naturales y nosotros de las humanidades”. Nuestros intelectuales han rehuido a la “fría” ciencia y a la tecnología, en la filosofía y en la ficción también.  
Deseo hacer algunos comentarios de algunas de las piezas literarias de esta antología. No haré una valoración o una comparación precisamente (aunque el comentario ya revela inevitablemente mis preferencias), sino que quiero comentar algunas ideas expresadas en algunos relatos que llamaron mi atención.
Los pilotos del templo de piedra de José Güich trata de un grupo de soldados que buscando salir mediante exploraciones de su entorno vuelven siempre al mismo punto. Este juego ficticio y espacial nos hace recordar ese efecto extraño y experimental donde toda persona que camina con los ojos vendados siempre termina haciendo círculos y llega inevitablemente al punto de partida. Según algunos investigadores debido a irregularidades en el sistema vestibular. Recordé además un experimento mental de un antiguo libro de divulgación científica donde se reflexionaba sobre la curvatura del universo. Se decía que posiblemente si mirabas por un telescopio suficientemente poderoso podrías ver tu propia nuca. Esa sensación tuve al leer el cuento donde a un nivel local el espacio era equivalente a una hiperesfera. Como en un universo cerrado o esférico de riemann, darás vueltas y terminarás donde empezaste.
En El primer peruano en el espacio de Daniel Salvo presenciamos la perpetuación de lo que ha sido el racismo y la dominación en el Perú. Aquí además veremos la utilidad de un reconocimiento ilusorio a la clase considerada inferior por los “blancos”: El valor de la publicidad política, eso vende bien en la sociedad y ahorra conflictos. Recordemos que Los nazis nombraron arios honorarios a los japoneses porque necesitaban unirse a ellos aunque tuvieran que esconder su discriminación. Nos hace preguntarnos si los derechos humanos son solo un tipo de propaganda política.
Imágenes paganas de Miguel Ángel Vallejo contrapone la ciencia y la religión y llama a la inagotable reflexión sobre la distancia que puede, y tal vez debe existir entre la fe en un dios y la perspectiva científica. Algunos filósofos han argumentado que podría ser consubstancial la idea de un dios y el nacimiento de la física moderna, que se atribuye como iniciada en el siglo XVII. Galileo escribía sobre “leyes impuestas por Dios sobre la naturaleza”. De donde dimana conclusiones a las que llegaron directa o indirectamente pensadores como Joseph Needham o Robert Merton. Ellos veían en el componente divino la racionalidad y la justificación religiosa que el científico buscaba encontrar en el universo mediante su estudio. Asunto que al buscarse en países como China no podía ser concebido. Pues no tenían la idea de ley de la naturaleza, de un diseñador que había impuesto sus reglas y que podían ser halladas.
Un roble macizo como un elefante de Sebastián Esponda brinda la sensación que uno tiene del cuento El rebaño de Cesar Mallorqui. Cuando ya no hay más seres humanos, y se relata el funcionamiento solitario de un satélite y las actividades de un perro de granja. La sensación de soledad, como en las pinturas de Urgel e inglada, la ausencia del hombre, remiten a lo que escribió Leopardi en el Cantico del Gallo Silvestre: “Así este arcano admirable y espantoso de la existencia universal se borrará y perderá antes de ser aclarado o entendido”
Parte de la historia de la ciencia ficción peruana ha llegado a este punto de encuentro que es esta antología gracias a la labor del investigador Elton Honores que con su estudio y selección nos ha proporcionado un panorama extraordinario y promisorio.